19 de junio de 2013

Es lo malo de los libros (7)

20.
Sí, ya se dijo que a LL le gusta leer, que tiene excelentes y variados gustos literarios, que regala libros (y también los presta), que cuenta con una interesante conversación en la que combina sabiamente lo que ha leído con todas las experiencias adquiridas en los países que ha visitado en los rincones más disímbolos del planeta… y que por si fuera poco posee una personalidad que deja siempre a casi todos con ganas de más por aquello de que “hipnotiza con sus palabras”…

Pero tiene más virtudes que esconde perfectamente y por lo mismo escasas personas le conocen: también escribe… y se le da muy bien…

LL nunca da un paso si no sabe qué tanto podrá controlar una situación en términos de salir airosa… y eso se nota hasta en la adquisición de libros pues en alguna ocasión sufrió un poco para regalar uno… y tuvo la suerte de salir airosa de las ganas que tenía de regocijarle el alma a una persona que le gusta leer…

Y sin embargo para un gran consumidor de libros repetir aquella experiencia podría resultarle desgastante, de aquí que LL prefiera mejor pedir una lista para hacer sentir que al recibirle se es de los pocos afortunados en eso de sus grandes detalles…

Pero aquí el asunto interesante es decir que LL escribe, y lo hace de una manera tan fluida, que incluso ya tiene en su haber un premio que ella ha tratado de ocultar celosamente… y aunque argumente lo que quiera en contra de ese galardón, al final de cuentas es un texto premiado por un sinfín de motivos… pero sobre aquellos que no sea el de la virtud de la palabra, no hablaré aquí…

LL escribe… un ejemplo de ello?

Está la historia sobre un libro… vamos a suponer que todo comenzó con una idea… y digo presumamos porque a veces el inicio “de las cosas” siempre tiene un origen en ocasiones impreciso… y esa idea comenzó cuando decidió regalar un–en-un-principio-incierto libro… así que fue a la librería, vivió una historia particular en eso de conseguirlo y finalmente lo obtuvo con el extraño nombre de Låt den rätte komma in, la afamada novela de ese John con los apellidos impronunciables de Ajvide Lindqvist: ese extraño caso de literatura de terror sueca…

Y es que eso de la extraña manera en que lo consiguió fue lo que dio pie a que yo conociera otra de las tantas virtudes que ella posee…

Así que de acuerdo a su propio testimonio narrativo, ella tenía ya el libro pero le faltaba una dedicatoria, la cual se convirtió en algo cercano a un poema, pero faltaba la historia detrás de… y curiosamente, quizá por una extensión de esa inspiración poética de la inscripción, se decidió a plasmarla en un texto más o menos largo… pero eso sucedió una vez que hice labor de convencimiento y hasta que tras varios días finalmente conseguí que LL la escribiera…


Sería injusto decir que fue el único texto que LL escribió para regalar, porque hay otros igual de extensos que también fueron creados para disfrutarles… o al menos en los últimos 6 años su palabra escrita tuvo siempre a una razón: que alguien los conociera…

Obviamente que con ella las cosas nunca funcionaran de manera tradicional… jamás… no sólo en lo que a ella se le ofrezca y que esotéricamente todo mundo se desvive por darle, sino en lo que también entrega selectivamente al universo que la rodea, que en eso igualmente hay razones justificadas…

Es quizá esta elección la que cualquier persona podría usar como “razón” para un hipotético entendimiento de por qué ella tarda tanto en volver a escribir… pero pensar así es tratar de resumir con cínica simpleza que todos los sentimientos que puede padecer un ser humano son los que van desde la letra A y hasta la B…

Incluso no faltaría el burlón que afirme que ella ya no quiere “regalarle” más de su inspiración al afortunado (si alguien se llegara a enterar que LL escribe… o peor: por escribir podría dar pie a inventar falsas teorías tremendamente complicadas)… pero acá debemos recordar que un “burlón” suele estar emparentado con “los payasos” y que a estos se les toma muy poco en serio…

Ah, creo me olvidaba especificar algo: me he referido todo el tiempo solamente a sus textos, pero por si no he sido claro entonces considero prudente aclarar que si se trata de escribir, LL escribe a diario frases o pequeños párrafos, lo que en su momento hace que su creatividad literaria se convierta en necesaria… pero incluso en este aspecto ella puede darse el transformador lujo de que sólo entregue monosílabos, importándole una soberana fumada si con eso fuera suficiente…

Pero regresando al tema: qué tienen de especial los textos de LL?

Una impresionante cadencia: ya sea en 5 palabras de cualquiera de sus dedicatorias en la página de un libro o las redondas historias que puede plasmar cuando se lo propone… ya sea en varias cuartillas o en su cotidianas breves líneas, ella da una pista de todo lo que guarda en su enigmático universo…

Cualquiera que pudiera tener la suerte de poder leerla seguramente quedaría sorprendido no sólo por su creatividad, sino quedaría atrapado por esa particular manera que tiene la óptica con la que ve la vida… porque ella a va y viene… sube y baja… ve, escucha y vive… lo que en su conjunto permitiría definirla como una mujer que tiene lo que a mucho(a)s neo-escritores les falta en la actualidad: inspiración…

Una pequeña muestra?... muy sencillo, supongamos que existe algún favorecido que tuviera la oportunidad de conversar con LL por espacio de media hora… con toda seguridad el afortunado en algún momento podría quedar algo así como suspendido en el tiempo, mientras observa su mirada y se preguntará: “y que estará pensado en este momento ella de todo lo que estoy diciendo?”...

Pero dejando de lado esta impresión debemos regresar al pequeño gran detalle, uno de los tantos que caracterizan a LL, de que hace lo que quiere y cuando quiere, si es que finalmente desea hacerlo… lo que significa que escribirá cuando simplemente a ella se le antoje, porque en eso de las ganas para hacer o deshacer cualquier cosa ella es inamovible… pero creo que seguiré presumiendo: si me lo propongo podré convencerla de que escriba más seguido…

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