20 de diciembre de 2016

Ofrenda para Shangó

1.
Tras cruzar Toluca llegamos a Amanalco al medio día, atravesamos varias colonias de clase alta y dimos con el lugar… estacioné mi auto frente a una lujosa casa: a mi lado iba mi esposa y en el asiento trasero H (un Babalowo hijo de Iroko) y N (una Santera hija de Oba).

Bajamos, H tocó la puerta y fuimos recibidos por una joven que N identificó como parte de la servidumbre de P, un santero hijo de Shangó cuya fama estaba creciendo por sus vínculos religiosos con el Gobernador del estado.

Pasamos y la joven nos guió hasta el amplio patio trasero: la mitad con un vistoso jardín y el resto con una placa de cemento para el trabajo religioso y en donde numerosas personas (entre Santeros, Babalowos, ahijados y pacientes), se refrescaban con aguas de frutas.

Apenas y salimos P se acercó a saludarnos en compañía de su esposa (hija de Oya) y sus dos niñas (hijas de Oshun y Obatalá)… tras los saludos de rigor nos invitó a acomodarnos bajo la sombra de una frondosa parota que nos cubriría del sol.

Tras saludar a otros religiosos se me acercó un Curandero (fanático del cine y el heavy metal), a quien no veía desde que huimos del Templo espiritual de mi padrino…

- qué andas haciendo en estos “terrenos esotéricos”? – me burlé…
- vengo con L (señaló a un Babalowo hijo de Eleggua)…
- ya te metiste a la religión? – lo interrogué…
- en eso ando, por eso me junto con L: me haré la mano de Orunla con él – presumió y luego me interrogó – qué sabes del padrino?
- gracias a Olofi nada – contesté y nos reímos en el momento en que P (quien portaba un collar de Shangó que de inmediato identifiqué como  netamente africano), pedía la atención de los presentes.

- muchas gracias a todos por venir – pronunció – la mayoría saben que en breve será el aniversario de mi Ile, casa religiosa a la que ustedes, con su presencia, han fortalecido enormemente…
- ashé para ti, padrino – gritó una joven a quien no identifiqué…
- igual para ti ahijada – devolvió y prosiguió – es por ello que este mes realizaremos algunos eboses antes de que llegue el día 28 y me honren con su asistencia para un güiro en honor a babá Shangó…
- así es siempre de educado? – me preguntó el Curandero…
- aparte de ser un caballero es honesto, prudente y muy generoso – contestó H por mí, así que me limité a asentir.
- … y esta es la primera ofrenda que realizaremos a babá Shangó y obviamente a Eleggua – continuó – y para los que están llegando por primera vez les explico: se pidió pagaran un derecho para comprar un gallo o un chivo y ofrendárselos a los Orishas para que les pidan solución a sus problemas y necesidades como trabajo, salud, protección y sobre todo justicia, que tanto hace falta en este país.


La misma joven que había pedido bendiciones para su padrino comenzó a aplaudir, actitud que no venía al caso, aunque la mayoría la imitó… la esposa de P, que estaba parada delante de nosotros, volteó y nos dijo en voz baja.

- me da pena esa jovencita: ha puesto sus ojos en quién no debe…
- supongo – respondí evasivo mientras mi esposa me preguntó al oído…
- eso fue una condolencia o una amenaza?…
- no me quedó claro – respondí – pero cuidado: lo dijo una hija de Oya…
- así que voy a pedir a los Babalowos y Santeros presentes - siguió P - nos apoyen para agilizar todo: aquellos que tengan pinaldo organícense para encargarse de los chivos y los demás de los gallos… al final dejaremos algunos para limpiar a los que participen en la matanza.

2.
Fueron unas 5 horas durante las cuales se sacrificó el animal que cada persona había pagado, lo que hizo que la presentación de los cuatro patas fuera lenta, aunque sarayeyeo con gallos se hizo con rapidez (eran tantos los religiosos participando que evité nuestra participación).

En algún punto vi al Curandero cargando un chivo: estuve tentado a decirle que no era correcto que participara en una matanza si no tenía iniciaciones de Osha, pero lo vi tan emocionado que opté por callarme.

Conforme avanzaba el sacrificio se acumularon animales alrededor de Eleggua y Shangó (calculé unos 15 chivos y 40 gallos)… tras el ofrecimiento a los Orishas, ahijados y pacientes se iban retirando, por lo que en el patio fuimos quedando únicamente religiosos.

Una vez terminado todo, incluyendo la limpia de los participantes en la matanza, la hija de Oya se acercó, sazonó a los Orishas con Otí, Epó y Oñi y encendió frente a cada uno su respectiva vela… en algún momento todos nos acomodamos en las sillas que habían quedado vacías, mientras en silencio las veíamos consumirse.

- en cuanto se apaguen las velas les pido me hagan el honor de entrar a la casa para tomar un refrigerio – avisó P, lo que reanimó un poco a los agotados religiosos.

3.
- “Masacre en Texas” – dijo con ironía el Curandero (haciendo referencia a la película de Tobe Hooper), cuando se sentó a mi lado y visiblemente cansado de cargar chivos, pero sin ocultar su impresión por la cantidad de sangre alrededor de los Orishas…
- Masacre en Amanalco – corregí mientras sacaba mi teléfono y tomaba algunas fotografías (siempre que las veo aquel sacrificio me parece un exceso)…

Mi esposa se acercó para recordarme que nos estaban esperando para cenar (aunque a mí se me había ido el apetito) y entramos junto con los pocos religiosos que aún estaban en el patio, mas mi amigo Curandero se quedó en el patio, observando los animales ofrendados a los Orishas, con una expresión que nunca alcancé a definir.

12 de diciembre de 2016

Tom Waits, biografía en dos actos



Fue un 24 de diciembre: entré a una tienda de discos para adquirir un cd que planeaba escuchar al calor de unos tragos y después de la hora que marca la diferencia la navidad y noche buena... comencé a revisar anaqueles hasta que la portada de un disco llamó mi atención: Tom Waits - Swordfishtrombones… opté por él, fui a la caja y pagué…

Horas después mi velada navideña se convirtió en una borrachera con un Waits machacando una y otra vez desde “16 shells from a 30.6” hasta “Down, Down, Down”, mientras la botella de ron se vaciaba con la intensión de provocarme una terrible resaca a la mañana siguiente…

Adquirí otros cds de Tom que compartí con los amigos… uno de ellos fue Ignacio Pineda, dueño del Multiforo Alicia, quien tras prestarle “Big time” afirmó que Waits era una copia de Captain Beefheart e hizo sonar “Trout mask replica”… le dije que se parecía a Howlin Wolf: aquella noche coincidimos en las similitudes, pero también en que llevaba esa mezcla de rock, jazz y blues antroso a parajes poco explorados…

Recién compré a precio de ganga el libro “Tom Waits, la coz cantante”, del periodista Barney Hoskyns, editado por la editorial GLOBALrhythm… de regreso a casa, en la luz roja de un semáforo, comencé a hojearlo y descubrí que no contenía fotografías, más obvié el desencanto y le di su oportunidad hasta llegar a casa y revisarlo con calma…

Llegué, me acomodé en un sillón, comencé a leer y fue el prólogo el que aclaró la razón por la falta de imágenes: el propio Tom y su esposa y mánager Kathleen Brennan hicieron todo lo posible (incluyendo amenazas), para evitar que se escribiera la biografía…

Avanzada la lectura me hice la misma pregunta que el autor: una figura pública puede tener vida privada?... algunos dirán que sí, más el libro no se entromete en las entrañas familiares, ni exhibe algún turbio pasado y tampoco devela alguna perversión: Barney no saca esqueletos ocultos del ropero, pero sí ratifica lo que pocos conocen de Tom:

- es un mentiroso al haber inventado un personaje “de vida dura” al que después nos vendió como etílico pianista bohemio, armando una confusa historia sobre su niñez y juventud que él mismo tuvo que ir diluyendo para dar paso a las subsiguientes personalidades en las que ha mutado para seguir vigente en el mercado…

- su estilo fue construido del plagio de los ya citados Beefheart y Wolf y de Randy Newman, Bob Dylan, Harry Partch y Kurt Weill, mientras que para sus letras exprimió a Bertolt Brecht, Robert Webb, Larry McMurtry, Jack Kerouac, Charles Bukowski y un largo etc…

 
Más hay quienes consideran esa combinación de sonidos y palabras como normal y definen a Waits como un genio que sabe tomar y unir cualquier expresión artística para “mutar hacia algo novedoso”…

Entonces “Tom Waits, la coz cantante” es un mal libro al no validar ese híbrido?... al contrario, el texto es un reconocimiento a la creatividad del músico, mantiene una constante de respeto y nunca se convierte en el típico panfleto adulador ni apuesta por el morbo ni el escándalo para impulsar la venta astronómica de ejemplares…

Si bien varios allegados fueron amenazados por la dupla Waits-Brennan para no contar nadaque pudiera nutrir el texto (la anécdota con Bette Midler sobre el tema es de risa loca), no todos aceptaron la presión y Hoskyns integra un conjunto de historias que develan a un Tom mentiroso, excéntrico, brabucón, desconfiado y testarudo, ofreciendo una detallada fotografía de lo que fue la agitada escena musical de Los Ángeles en los años 70s y 80s…

Con todo Barney hace más atractivo el texto al repasar cada álbum de su discografía, reconoce la virtud cuando la encuentra, pero señala el lugar común y el plagio cuando lo identifica sin dejar de manifestar su admiración y de paso revisa su carrera como actor para ofrecernos una imagen completa de las inquietudes artísticas de Tom…

Hace días, durante una conversación con el crítico de música español Diego A. Manrique, le solté a bocajarro:

- terminé de leer la biografía de Hoskyns sobre Waits y me queda claro que Tom fue más mañoso que David Bowie o Neil Young, y si bien sigo disfrutando su música, queda ese amargo saborcito de que su mayor mérito fue habernos embaucado con un concepto que nada tiene de original y le debe mucho a Wolf y a Beefheart: exagero?...

Diego me respondió con mucho tino:

- hombre, a mí también me parece lamentable que Tom Waits sea adorado por gente que ni siquiera saben de la existencia del Lobo Aullador (Howlin Wolf) y el Capitán Corazón de Buey (Captain Beefheart). Pero un artista no se construye simplemente con un estilo vocal; resulta indiscutible que Waits ha sido capaz de crear un universo propio. E incluso dos universos: el de noctámbulo beat y el actual de excéntrico chiflado

Barney Hoskyns, Tom Waits, la coz cantante: Biografía en dos actos, 432 páginas, Editorial GLOBALrhythm, 2009

3 de diciembre de 2016

Pájaro: he matado un ángel




El músico Andrés “Pájaro” Herrera ha publicado su segundo disco, “He matado al ángel”, a través de Happy Place Records, fue producido por Paco Lamato y viene precedido del “Santa Leone”: considerado el mejor de 2012 en España…

Guitarrista de músicos como Kiko Veneno, Raimundo, Rafael Amador y los grupos Pata Negra, Sacramento, Triana y Brigada Ligera, ha tocado géneros disímbolos: flamenco, country, surf, swing y reggae, pero es en el rock donde se siente cómodo…

Andrés inició su carrera a los 14 años, pero “harto de ser un mercenario de la guitarra”, al cumplir 50 años opta por iniciar una carrera solista explicándolo así: ”la vida son etapas y después de tanto tiempo tocando la guitarra y acompañando a gente grande, decido que quiero sacar mi propio argumento... uno de los secretos de la vida para no enloquecer es empezar de nuevo cada día”…

Su primer disco fue “Santa Leone”: plagado de surf, rock, blues e inspirado por las películas de Sergio Leone y lo que él llama “las dramáticas cornetas de Semana Santa”… el resultado? fue alabado por la crítica y lo puso a dar conciertos en gran parte de Europa…

Reconoce que desde pequeño escuchaba jazz y rumba: “silbaba y me acompañaba con la guitarra los temas de los discos hasta que con trece años escuché "Electric Ladyland" y me cambió radicalmente hacia el blues”… enfatiza: “en casa suena variado: a la mañana Pavarotti; al mediodía AC/DC, que me levanta el ánimo; y a la tarde cualquier otra cosa, sin complejos”… ahora se declara fan del soul y ello se nota en “He matado al ángel”, que resulta una obligada evolución del primer disco pues a sus influencias agrega ritmos tropicales, bolero y mucho rock…





En el disco participa su banda fija: Roque (batería), Pepe (bajo) y Kini (trompeta), aunque Andrés aclara que si bien “Pájaro” es su apodo, en realidad es: “una banda, no soy sólo yo. Somos un gran equipo de músicos en el que todos aportamos, intentamos hacer buenas canciones y respaldarlas con buenos conciertos”... colaboran también Los Saxos del Averno, Julián Maeso y Guadalupe Plata, quienes le ayudan a expandir sus inquietudes sonoras…

El álbum destaca por varias razones: ejecución instrumental intachable, cuidada producción, metales ocurrentes, equilibrio entre temas cantados e instrumentales, percusiones afrocubanas oportunas, coros precisos, teclados discretos y guitarras estridentes o mesuradas, según lo amerite el caso…

Las comparaciones son odiosas, pero para dar una idea de qué estamos hablando “He matado al ángel” es una mezcla de Joe Pass, Ketama, Los Straitjackets, Mozart, Elvis Presley, Pérez Prado, The Mavericks, Tom Waits, Raimundo Amador, Jimi Hendrix, The Blasters, Fito & Fitipaldis y JJ Cale… contradictorio? quizá, así que mejor digamos que el disco suena a Pájaro y que en él destacan los temas “El padrino”, “Guarda che luna”, “Viene con mei” y la virtuosa “El pudridero”…

En suma, un excelente disco lleno de algoque ya es difícil encontrar en la música actual: pasión, razón por la cual la prensa lo apuntala como lo mejor de 2016 en España… además Andrés afirma estar trabajando en nuevos temas y musicalizando un poema de Charles Bukowski llamado “El Pájaro Azul”…