20 de noviembre de 2017

Memento mori

Un asesino serial comienza a dejar cadáveres por distintos rumbos de Valladolid, mientras el Grupo de Homicidios de la ciudad hace hasta lo imposible por tratar de detenerlo aunque sin mucho éxito”.

El anterior es el argumento de "Memento mori", del vallisoletano César Pérez Gellida, misma que tuvo éxito en las mesas de bestsellers* en España, y si bien la editorial Suma de letras lo publicita como “novela negra”, es una novela típicamente policiaca.

Gellida nació en Valladolid, estudió geografía, marketing e historia, trabajó en el sector de las telecomunicaciones hasta que en 2011 se muda a Madrid para dedicarse a la literatura; ha publicado seis novelas, ganó el premio “Racimo de literatura” 2012, escribe para la prensa y actualmente vive exiliado en Argentina.

"Memento mori" (el primero de una trilogía), tiene aspectos positivos y negativos. En los aciertos está una narrativa accesible que permite a la historia desarrollarse con soltura y cumplir con los cánones del género, atrapando al lector en los momentos dramáticos de la historia, pero hasta ahí: lo demás son cientos de páginas plagadas de lugares comunes en las que la trama y desenlace lo hacen uno más del montón.



En las debilidades los personajes poseen los rasgos del típico thriller: Augusto Ledesma: atractivo, deportista, exitoso, hacker, diseñador y asesino serial… Ramiro Sancho: alcohólico, soltero, fanático del rugby y policía encargado el caso… y Armando Lopategui: irritante ex miembro de la Stasi y KGB, criminalista y que resulta ser (el poco creíble) cerebro detrás de los crímenes… acompañados, obvio, del policía corrupto, los jefes que buscan apartar al inspector del caso, la novia que se convierte en víctima y la fiscal que apoya al policía.

Gellida abusa al detallar escenas y diálogos insulsos que podrían haber ahorrado 100 páginas del libro, más el colmo son las citas de asesinos seriales famosos como Jeffrey Dahmer, Ted Bundy y John Wayne Gacy que el autor quiere vender como novedosos, cuando han sido aludidos con mayor fortuna por autores como Dan Wells, Ann Rule y Roy Wenzel, lo que podría haber evitado otras 150 páginas… por si fuera poco la manera de referirlos se asemeja a una consulta de Wikipedia, lo que es una señal de las limitantes del autor sobre el tema.

El final de la novela es por demás aburrido, lleno de obvias lagunas e imprecisiones que el autor incorporó, sin mayor astucia, para vendernos los dos siguientes volúmenes de su trilogía…

En suma: "Memento mori" no es malo, pero el exceso del cliché suena al plagio del conjunto de la historia de la literatura policiaca, lo que hace a la novela apta para los que dan sus primeros pasos como lectores del género y se creen todo lo que un copycat les quiere contar.

*curioso: en las librerías de la ciudad de méxico está en oferta, si bien un libro cuesta $300 en promedio, éste se vende en $99… será síntoma de su calidad?

César Pérez Gellida, Memento mori, 588 páginas, Suma de letras, 2013



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