13 de mayo de 2018

Cómo lavarse la mano religiosa del padrino


para liliana rojas

1.
Todo iniciado en Osha e Ifa ha sentido en algún momento de su vida un sentimiento de orfandad cuando una diferencia con su padrino deja entrever un rompimiento entre ellos, lo que implicaría un alejamiento de la casa religiosa que vio nacer sus iniciaciones.

Ante el posible desamparo la mayoría opta por someterse a caprichos, arbitrariedades y hasta abusos sexuales, pues los padrinos “tienen el poder concedido por los Orishas” para salvar su vida o destruirla; otros ser sujetos a multas, majaderías, amenazas, prohibiciones y chantajes que sólo “se levantarán” hasta que el ahijado regresa a humillarse, entregue ofrendas a la corte africana del padrino, organice una comida en desagravio o pague por pretextos poco claros.

Hay otros “castigos”, pero el que más genera terror es cuando el ahijado es expulsado, se le recogen sus atributos religiosos, se le niega su Itá, queda sin opción a regresar pese a los ruegos y las lágrimas, se le prohíbe trabajar religión, se le cierran sus caminos (con brujerías y maldiciones) y se le hunde en la miseria.

Finalmente, los pocos asumen con sabiduría que llegó el momento de partir para adquirir nuevo aprendizaje, forjarse como religioso en otras condiciones, defender su dignidad y se alejan sin mayores dramas.

2.
Para el ahijado expulsado, al siguiente día apenas y se despierta lo domina no solo un sentimiento de desgracia, sino también de miedo pues sabe que pende sobre su cabeza la represalia del padrino, quien ha comenzado a azuzar a los Orishas para ejecutar una de las venganzas más estúpidas de todas las religiones paganas que existen en el mundo.

Ese miedo lleva a cometer errores que lejos de proteger su vida y continuar con su evolución espiritual, provocan mayores problemas si busca un nuevo padrino con actitud desesperada.

3.
Qué es un padrino en la Osha? es un ser humano (corriente y bastante común), que tras recibir las consagraciones pertinentes está en posición de realizar iniciaciones, dar consejos, entregar atributos y guiar a una persona en el camino de la evolución espiritual, y si bien como sacerdote puede realizar consultas y determinar obras para pacientes, aquellos que se miren con él no se convierten en sus ahijados.

Lo anterior se debe considerar al buscar un nuevo Ilé, pues no es lo mismo encontrar quién le siga atendiendo y se convierta en su padrino, que solicitar la entrega de un atributo o una iniciación, sin que se establezca una relación padrino-ahijado.

Está claro que al momento de la búsqueda se debe observar cómo el posible padrino atiende a sus ahijados, familia y pacientes, pues de esa misma manera los tratará: si algo no les convence sigan buscando y pidan a sus Orishas les lleve por el camino adecuado.

Y qué pasa con las maldiciones, obstáculos y brujerías que lanza el padrino contra el ahijado? mucho o poco, dependiendo de la experiencia del que vaya a ser su guía, pues antes de recibir al nuevo discípulo debe lavar la mano religiosa del viejo padrino.

4.
Tratándose de Aleyos: si un Aleyo enfrenta la negativa a entregársele el Itá, se le ponen trabas y se le hunde en la miseria, su nuevo Babalowo deberá lavar atributos y bañarlo con omiero, hacerle un rompimiento, darles de comer cuatro patas compartiéndolos con los suyos, sustituir Elekes e Idefá, realizarle una consulta al pie de Orunla y rogar su cabeza.

Es importante que NUNCA les digan (como requisito para ser aceptarlos en otro Ilé), que su Mano de Orunla está mal hecha, ni que debe repetirse ni parirles nuevos atributos por que los anteriores “no sirven”.

Al abordar el tema de la falta del Itá del Aleyo, el Babalowo debe hacer consulta ante Orunla planteando la situación del recién llegado para saber si está dispuesto a repetir los signos (se necesita gran pericia religiosa para esto, así que quien no la tenga ni lo intente), en caso contrario se sacarán nuevos oddus, los cuales si bien no sustituyen al Itá original, servirán de referencia y guía para el nuevo ahijado. Una vez realizada la “limpia de la mano del padrino”, todas las prohibiciones (y brujerías) decretada quedarán obsoletas.

Cuando se trata de ahijados que no encuentran casa religiosa que los cobije, se debe tener paciencia y para evitar que el expadrino le joda la vida, se pueden realizar estas obras para quitarse su mano de encima:

- deberá darse 7 baños con hierbas abre camino, espanta muerto y quita maldición y uno más con hierbabuena; si el caso lo amerita se dará tres baños con sal del mar muerto (es de color rosa), el cual se prepara con tres puños dentro de una cubeta con agua tibia.
- dejará de usar los elekes y manillas entregados en el anterior Ilé.
- para el caso del idefá se lo quitará explicando a Orunla el motivo y lo dejará en un bosque sin que se pierda ninguna de sus cuentas (si no desea deshacerse de él lo colocará ante su soperita de Orunmila y con dos velas dará la queja de lo que le hacen y hará la petición de conseguir nuevo padrino).
- si sus atributos fueron incautados, encenderá dos velas: invocará a Orunmila en un rincón limpio y tranquilo de su casa y explicará lo sucedido pidiendo le abra camino para llegar a un nuevo Ilé.
- si los conservó hará lo mismo con el idefá, pero lo colocará ante su soperita de Orunmila y con dos velas dará la queja de lo que le hacen y hará la petición de conseguir nuevo padrino.
- para que el guía deje de molestar: se buscará a un Santero, le pedirá permiso de hablar ante la sopera del Orisha tutelar de su expadrino y le dará cuenta de las mentiras con las que le volteó a los Orishas (se podrá quejar sin mentir ni exagerar ni pedirá algo malo en contra, de manera que el Orisha limpie los caminos y haga justicia).

Conseguido el padrino: la nueva entrega de los Guerreros deberá hacerse como ya se comentó al inicio de este inciso: compartiendo los animales con el Ifa de su nuevo padrino, se tomará nota de los signos que arrojen y comentarlos con él quedando claro que no van a sustituir el Itá original.

5.
Tratándose de Santeros: si se piensa abandonar la casa religiosa  y el padrino tiene sus atributos religiosos, búsquese cualquier pretexto para recuperarlos: el que nunca falla es avisar que desea llevarlos a su casa para que donde vive se “impregne” de la energía de los Orishas: no se coja pleito directo si antes no los ha recuperado. Una vez libre, tómese las cosas con calma para dar su siguiente paso en la religión.

Si las soperas le fueron decomisadas, su nueva entrega deberá realizarse durante una coronación de Osha de su mismo Orisha tutelar, se deberá tomar nota de los signos que arrojen y tratarlos con su nuevo padrino quedando claro que no van a sustituir el Itá.

Cuando en el extremo no encuentran casa que los cobije, se debe tener paciencia y para evitar que el expadrino le joda la vida, más ante cualquier inquietud se pueden realizar estas obras:

- deberá darse 7 baños con hierbas abre camino, espanta muerto y quita maldición y uno más con hierbabuena; si el caso lo amerita se dará tres baños con sal del mar muerto.
- dejará de usar los elekes, manillas, ildés, aketes, amuletos y cualquier atributo entregados en el anterior Ilé.
- para el caso del Idefá (si fue entregado en la misma casa religiosa), podrá quitárselo tras explicarle a Orunla por qué lo hace y lo colocará ante su soperita de Orunmila y con dos velas hará la petición; si le fue entregado en otro Ilé, podrá conservarlo sin problema.
- para evitar que el expadrino lo mortifique: si no conservó sus atributos se buscará a un Santero, le pedirá permiso de hablar ante la sopera del Orisha tutelar de su expadrino y le dará cuenta de sus desdichas y las mentiras con las que le volteó a los Orishas (se podrá quejar sin mentir ni exagerar ni pedirá venganza, de manera que el Orisha limpie caminos y haga justicia); si los conservó, hágase lo mimo con la sopera que corresponde al Orisha tutelar de su padrino: denle la queja.
- si conservó sus atributos y no encuentra nueva casa religiosa, él podrá lavarlos con omiero y esperar a encontrar un Ilé.
- si cuenta con sus atributos su nuevo padrino deberá lavarlos y bañarlo con omiero, hacerle un rompimiento, darles de comer cuatro patas compartiéndolos con los suyos, sustituir Elekes e Idefá, rogar su cabeza y realizarle una consulta al pie de su Orisha tutelar.

Si no desea tener padrino, pedirá a un Babalowo lave la mano religiosa del padrino, aclarando que no busca tener un nuevo guía, pero esto lo hará sólo si sabe ya consultar con obi y diloggun para que él mismo pueda resolverse cualquier problema.

6.
Ya lo he dicho: no se puede vivir con miedo dentro en la religión, los Orishas no son vengativos ni mezquinos como los humanos, y los padrinos no tienen derecho a comportarse como matones: deben ser honestos, servir de guías y recordar que también van al baño y cagan.

Si el ahijado opta por hundirse en la ansiedad y acepta la extorsión de dar una comida o dinero, tiene oportunidad de acusarlo cuando se ofrezca el pago exigido y el indignado padrino ordene pagarle a sus Santos. En el extremo, búsquese la manera de convencerlo de ofrendarle un 4 patas a su Orisha tutelar y aprovéchese para acusarlo de ser un canalla (insisto en advertir que en esta opción jamás deberán contarse mentiras) y no vuelvan a pararse por ahí.

2 de mayo de 2018

La Galería


1.
RS era de origen suizo, poco atractiva, con cierta aristocracia (su madre era embajadora), y para alarma de su familia era pintora. Cuando la conocí yo tocaba la batería en un grupo: nos presentó H, el guitarrista. Los primeros encuentros fueron etílicos hasta que con el tiempo, conversando por separado, confesamos nuestras vocaciones: ella estaba ampliando sus horizontes hacia la escultura y yo, más que músico, estaba dejando salir mi faceta como escritor.

Dejamos de vernos hasta que de nuevo nos juntó H: el grupo había desaparecido, él dejó la guitarra y experimentaba con teclados, RS comenzaba a ser reconocida como pintora vanguardista y yo publicaba en periódicos y revistas sobre música. Un mal rato con H – borracho era pesado - hizo que nuestra amistad se enfriara y con el tiempo se esfumara.

En otra parranda, RS me dijo que estaba trabajando para la (en aquel entonces) Coordinación de Extensión Cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana, había conseguido le auspiciaran una exposición y quería que escribiera un texto para las invitaciones. Acepté.

2.
Se llamaba “Baguettes humanas”: en él narraba cómo la tierra era invadida por espacianos gigantes que arrasaban con la humanidad y los sobrevivientes se convierten en un exótico alimento en exclusivos restaurantes: las personas vivas eran separadas por edad, sexo, tamaño, color de piel y eran ofrecidos en pan para deleite de los invasores. Sí, era disparatado, pero RS quería algo provocador. Se lo entregué, le gustó y al siguiente día ya estaba en la imprenta de la UAM.

La exposición recibió excelentes críticas en revistas de arte y mi texto tuvo buena acogida: la Coordinadora me ofreció participar en una compilación de nóveles escritores, más una posterior discusión entre ella y RS (a la que debí poner atención), dio al traste la invitación y con el empleo de mi amiga.

Tras la exhibición alcancé a publicar en una revista cultural, también de la UAM, un ensayo sobre los años psicodélicos de Salvador Dalí, y su vínculo con los alemanes Tangerine Dream, que recibió buenas notas. Después fui vetado.

3.
Una tarde RS me invitó a su estudio, confesó su vocación ecologista, su interés por la escultura con basura, me mostró desperdicios ya clasificados y varias esculturas sin terminar. Semanas después me pidió viera su “gran obra”: una figura humana con rasgos robotizados. Invertí una hora reconociendo los desperdicios con los que la armó hasta llegar a un brazo en cuyos dedos había dos láminas a manera de portada y contraportada de un libro. Mi amiga vio mi curiosidad y dijo:

- es un androide con consciencia humana… y aquí es donde entras tú: es un libro sin hojas y tendrás que escribirlas, necesito un texto que caerá al suelo si las personas descubren que en la escultura hay algo que leer. Tu escrito se extenderá como un papiro… ¿qué opinas? - me quedé pensativo y al verme dudar, agregó - esta escultura y otras más, junto con algunas pinturas, se expondrán en la “Galería del taco artístico”.
- cuánto tiempo me das para escribirlo?
- una semana – avisó.
- no jodas – me quejé…
- ya aceptaste – sonrió burlona.


4.
- qué es el “Galería del taco artístico”? – pregunté al entregarle el texto.
- un museo que dentro tiene una taquería... o una taquería con un museo.
- vaya – dije sintiendo que se burlaba de mi.
- ya la verás: está en la colonia Condesa.

5.
Escribí sobre un poblado, en un país invadido por un lejano ejército, cuyos habitantes no se habían resistido pues los veían como salvadores de su tiránico gobierno. Una tarde reunieron a los pobladores en una plaza con el pretexto de brindarles atención médica, más la intensión era matarlos.

Un grupo de artistas sabía de los planes y estaban pintando un gran lienzo donde plasmaban las masacres cometidas en otras aldeas. Así, agazapados en una azotea lo desplegaban ante sus vecinos, quienes impresionados por los rastros de exterminio se revelaban contra los militares e inician una revuelta.

- cabrón – gritó RS al otro lado del teléfono – has plasmado el espíritu revolucionario de la pintura… te queda claro, al igual que a mi, que la cultura es el motor de cambio de la humanidad: es lo que motiva la lucha de clases, la destrucción de los valores obsoletos de… (bla bla).
- eres una exagerada – me burlé.

6.
El día de la inauguración llegué con varios amigos y una cuasi-novia. No nos costó trabajo dar con el lugar: la “Galería del taco artístico” era llamativa por sus colores y por los reflectores que alumbraban hacia todos lados de la avenida.

Fuimos recibidos por una edecán con copas de vino. Al poco apareció RS para saludar y soltar un tengo preparada una sorpresa. Minutos después comenzaron a sonar las notas de un saxofón tocado por un joven que entraba y salía de la galería por puertas y ventanas, se paseaba entre cuadros y esculturas o bailaba sobre las mesas.

La “Galería del taco artístico” era un concepto kitsch irritante, pero tenia un leve encanto: sus salas llevaban nombres de tacos o de sus ingredientes: ”sala al pastor”, “sala de cabeza”, sala con cebolla“sala de suadero”, “sala de buche”, “sala de queso fundido”, “sala de salsas” o "sala para comer aquí o para llevar".

7.
Mi acompañante destacaba por su personalidad neo-dark y como en esos lugares nunca faltaba la competencia, una guapa mujer, enfundada en ajustada ropa de piel negra, trató de llamar mi atención: ello me divertía, no sólo por sus desplantes, sino por los celos de mi amiga.

En algún momento la guapa se me acercó, sacó una chequera y llamó a gritos a RS para preguntar el precio de una pintura, anotó la cantidad sin regatear y exigió que fuera colocada en ese momento en su auto, pero ella se negó.

El vino tinto me hizo buscar un baño, más tuve que formarme varios minutos para entrar. Al regresar la compradora estaba sentada, seria y pálida, rodeada de sus amigas, mientras mi compañera sonreía burlona. Imaginé lo sucedido y me incomodó, así que decidí recorrer los pasillos mientras RS platicaba con sus fans. En algún punto encontré una larga fila, me acerqué para saber el motivo y vi la escultura del androide donde una par de jovencitas leía mi texto.

Me quedé cerca, al terminar lo acomodaron respetuosas y se retiraron mientras un tipo con pinta de músico iniciaba la lectura. Me fui detrás de las dos jóvenes y en algún momento una de ellas le soltó a la otra:

- qué te pareció la historia?
-extraña – respondió - quién la escribió? me gustaría conocerlo…

Volví con mis amigos. En algún momento RS gritó un “a cenar” y varios meseros aparecieron con charolas de tacos a manera de bocadillos. Seguimos con el vino, regresé a la escultura y descubrí que la fila era más larga. Me encaminé a la sala principal, pero fui interceptado por el músico.

- hola – saludó.
- qué hay? – dije sin mucho interés.
- me reconces?
- podría decirte que sí, pero mentiría, así que seré sincero: no.
- me llamo MS... te he visto en algunos conciertos. Tengo una banda con mi hermano P y recien incorporamos a R: somos “Cabezas de Cera”.
- tú fuiste el que le robó R a Tajobase? – pregunté sorprendido.
- tanto así como robo, pues… – dijo nervioso.
- es un decir – lo tranquilicé – el medio musical es muy promiscuo…
- RS me dijo que el texto de la escultura es tuyo – explicó – y también que escribes y publicas sobre música.
- lo intento – me interesé por la conversación.
- haremos una gira por europa y necesitamos un boletín de prensa – dijo – RS te recomendó porque eres bueno en eso.
- no le hagas caso: todo lo exagera.
- nos harías ese favor? – preguntó.
- invítame a su próximo concierto – ofrecí - les hago una reseña, la publicamos y si te gusta escribo su boletín.
- gracias – atinó a decir y se disponía a irse cuando le pregunté.
- qué instrumento tocas? - pregunté tras intercambiar números de teléfono.
- la guitarra – dijo agregó – y estoy comenzando con el stick.
- felicidades - nos despedimos.

Voví a la sala principal en busca de RS para preguntarle por los comentarios sobre mi texto, pero su solitaria figura me detuvo.

- está y se siente sola – dijo mi amiga dándome un copa de vino.

La observé y sí: se veía desolada pese a estar entre docenas de sus amigos, cruzamos miradas, por educación levanté mi copa para brindar, ella hizo lo mismo. Mi compañera me abrazó y vi en el rostro de RS tristeza: ahí entendí por qué buscaba mi colaboración en sus proyectos (y el pleito con la directora de Extensión Cultural): estaba enamorada. Terminé mi vino, me despedí con un ademán y salimos con mi intención de no volver a verla.