20 de enero de 2019

Democrazy


Sin quitar parrandas, horas de plática en cafeterías o comidas con amigas, mi mejor velada intelectual la pasé con Eva Reina, tecladista de una de las bandas más propositivas de España, “Hechos contra el decoro” (HCD): un colectivo madrileño que fusionaba rock, electrónico, hip-hop, jazz y reggae con rabiosas letras combativas.

HCD destacó por apoyar al EZLN (el cd Rabiamuffin), rechazar la pena de muerte para Thomas Miller-El (el cd Música contra una ejecución), grabar el tema Ahora Madrid para impulsar la candidatura municipal de Nacho Murgui (ex cantante de la banda), y participar en conciertos a favor de proyectos reivindicatorios.

De esa personalísima tertulia con Eva, tras un cadencioso e inolvidable concierto en méxico, quedó como testimonio el cd “Danza de los nadie” autografiado por la banda, el que más atesoro de todos los que tengo con dedicatorias.

Luego de grabar “Línea de fuga” sus 9 integrantes anuncian su disolución y se disgregan en proyectos como “Desechos”, “La Kermes”, “Alcohol Jazz”, “Queen soul” y colaboraciones con “Radio Bemba Sound System” (Manu Chao), “Ska-P”, “Kontrabanda” (Fermín Muguruza) y “La Raíz”, por citar algunos, con los que mantuvieron su activismo sonoro.

Años después no es de extrañar que una nueva banda como “Democrazy” cuente con 5 integrantes de HCD: Ruso (voz), Eva Reina (teclado y voz), Ramiroquai (batería), Andrés Belmonte (bajo) y Angelo Mancini (trompeta), junto a Javier Pedreira (guitarra): los radicales que no participaron en el otro regreso que presumió la última vocalista de la banda, Minsä", con “Desechos”.

Su disco es una grabación independiente, colaboran los cantantes Paloma del Sol y Enrique Bermúdez, el guitarrista Javier Ruibal y será distribuido por Panda Artist. Fue publicado a fines de 2018 y ha tenido gran acogida entre la crítica.

Sobre su regreso Ruso* dice que se gesta: “de una inquietud compartida por Andrés, Ramiro y yo, que nos ponemos a conversar y de ahí sale un diagnóstico de lo jodido que se está poniendo el presente. Las ganas que tenemos de formar una comunidad para vivir la inquietud de lo que está pasando en el mundo nos lleva a hacerlo a través de la música intentando crear una herramienta de intervención cultural para plantear cosas”.

Agrega que con HCD: “lo que vivimos fue la experiencia de una escuela en la que aprendimos un montón de cosas, no sólo de música, sino de la vida. Democrazy llega 20 años después, con toda una vida acumulada, con una mayor madurez y con un sentido del proyecto más trabajado”.

Su nombre lo tomaron: “de una canción de Femi Kuti ... era un término que además de ser un homenaje a esa familia tan alucinante, nombra muy bien este tiempo en el cual democracia es una palabra profundamente vacía de significado y sentido, vapuleada y prostituida.


Sobre su vigencia dice: “HCD formó parte de un contexto sociopolítico en el que funcionó como una herramienta cultural ligada a lo que fue el movimiento antiglobal y la crítica al capitalismo en aquellos años 90 … grupos como nosotros, 99 Posse o Asian Dub Foundation hicimos el mismo diagnóstico: o se modificaban radicalmente los parámetros en que se construía la vida social y el modo de vivir que teníamos, o el desastre era inminente… pues ahora ya estamos en el desastre”.

Y añade: “a nosotros se nos plantea una desconexión generacional, porque ahora, gran parte de lo que pasa se mueve en las redes sociales y en un universo bastante complejo con el que nosotros somos muy críticos y con el que, además, no tenemos una destreza muy grande”.

Ruso comenta que el cd: “es una radiografía musical de las costuras rotas del presente. Nueve temas cargados de sentido con los que viajamos entre guitarras afiladas, ritmos jamaicanos, guiños jazzísticos y rimas irremediablemente abrazadas al flow”.

“Democrazy” conserva la militancia y denuncia la desconfianza en los políticos y la iglesia, la falta de democracia, los mitos en la historia, los desalojos y la migración, ante lo que proponen la autogestión: ”para crear tribus, bandas y comunidades para hacer sentido en común, vivir de otros modos y contagiar la posibilidad de esa vida otra”, dice Ruso.

El cd es la evolución lógica de la última grabación de HCD, “Línea de fuga”, añadiendo un discreto drum and bass y ratificando la presencia del reggae y jazz: un collage de ritmos (percibidos en los sutiles arreglos de metales,  las ingeniosas guitarras y los lúcidos teclados), acompañado de letras sin tregua que convirtieron en contundentes imágenes, tal como se ve en el provocador video del sencillo “Middle class”.

Se percibe pulcritud musical, aunque esto no implica que su sonido se suavizara, por el contrario: conservan la fuerza pero instrumentalmente se expanden hacia la búsqueda de nuevas estructuras y sonidos, experimentación que da excelentes resultados que se perciben en temas como “Manifiesto” y “En medio del fuego”. 

Hay vida después de HCD y “Democrazy” es el esperado regreso del grupo emblemático de las Brigadas musicales del EZLN, y del irredento mestizaje musical: 9 canciones que nunca decaen, cuya calidad, ejecución y eso cercano a la poesía transgresora de las letras, empeñada en poner el punto sobre la “i” en la desigualdad que permea al planeta, conllevan la certeza de que la toma conciencia individual, de la mano de la solidaridad, generan el cambio.
  
* las citas son de entrevistas concedidas por la banda a diversos medios (el  gira discos, muzikalia, emergentes y ctxt). 

10 de enero de 2019

Postales negras



Quizá muchos no ubiquen a Dean Wareham, así que no conocerán a “Galaxie 500” y “Luna”, pero de esas bandas fue su guitarrista y cantante en una época en la que aún no se popularizaba el término “indie” y a los grupos cuya propuesta no era comercial se les llamaba “alternativos”.

A finales de los 80s Dean (Nueva Zelanda, 1963), conoció a Naomi Yang (bajo), Damon Krukowski (batería) y formaron a “Galaxie 500” en Harvard, cuya mezcla de alternativo y slowcore les dio gran éxito. Entre 1987 y 1991 publican tres discos hasta que Wareham los abandona (sobre ellos, cierta ocasión dijo: “la estructura del grupo -un trío, donde los otros dos integrantes son pareja- era muy incómoda e inequitativa”), y con ello los convierte en un grupo de culto.

Wareham fundó después “Luna” con Stanley Demeski (batería), Justin Harwood (bajo) y graban ocho discos. Tuvo fama, pero no la misma de su banda anterior (la revista Rolling Stone los definió como “la mejor banda de la que nunca has escuchado hablar”), se desintegran en 2005 y Dean, junto a Britta Phillips, bajista de la banda (y actual esposa), editan varios cds y de paso él escribe “Postales negras”.

Ahora es más sencillo para un músico vender una autobiografía que publicar un disco”, dice, “los de Clapton o Keith Richards son entretenidos, pero no los han escrito ellos, ni tienen voz propia … en el de Glen Matlock  o en el de Dee Dee Ramone les oyes a ellos”.

“Postales…” fue aplaudido por la crítica al no ser la autobiografía llena de excesos, sino confesiones de un músico que no logró la fama, más no todos lo halagaron y Krukowski lo criticó duramente, a lo que Dean aclara: “dejar un grupo es como romper una relación. Siempre hay uno que se siente traicionado y se dedica a echar mierda. Aunque me asombra que después de tantos años todavía me guarden rencor. Entiendo que con una cerveza encima digas esas cosas, pero que las cuelgues en tu web…”.

Con “Luna” las cosas no cambiaron: la manera en la que se desintegró, a punto de empezar una gira y tras iniciar Dean un noviazgo con la bajista Britta (algo que acordaron entre todos antes de contratarla que no sucedería), los dejó bastante molestos.

Wareham va más allá de lo anecdotario y se revela como un mordaz narrador que describe lo que es dormir en hoteles de quinta, de cómo la infidelidad destruyó su primer matrimonio, sobre la cancelación de conciertos por no vender boletos, acerca de las relaciones incómodas con sus compañeros, de la baja venta de discos y reconoce la toma de malas decisiones, sin dejar fuera historias donde la cocaína y el sexo a veces son los actores; mas no se justifica, acepta que “Luna” no alcanzó el éxito de “Pixies”, pero ironiza: “no hay nada como tener un pequeño fajo de billetes en el bolsillo obtenido por la venta de camisetas”.

Además, la banda fue uno de los primeros afectados por la aparición del grunge y el mp3: “las malas noticias no dejaban de llegar ... la directora de Jetset Records nos dijo que el sello no podría pagarnos el avance estipulado en nuestro contrato en una situación como la de aquel entonces, con las ventas de CDs cayendo y las distribuidoras quebrando”.

El medio musical no se salva de sus reflexiones: ¿mejoraron las cosas con la aparición de Nirvana? no, ¿se llenaron las ondas de estupendo rock alternativo? no, todo empeoró, porque las radios alternativas se convirtieron en un negocio mucho más grande, podría decirse que Nirvana arruinaron todo”… y destruye el mito de la estrella de rock: “mi foto salía en la portada de la sección de arte del New York Times, pero yo seguía sin un centavo”.

Explica el contenido del libro: “me arrepiento de algunas cosas: nombres que habría cambiado, o un par de personas que accidentalmente insulté, pero no me arrepiento de contar la historia de Galaxie 500; si algo tengo claro es que tenía que contar mi versión de la historia. De todas formas, no puedes escribir un libro sin que alguien no se enfade contigo”.

Por si esto no fuera suficiente, el texto despide una incuestionable virtud: puede leerse sin que se haya escuchado algún disco de los grupos donde tocó Wareham, e incluso, aunque su estilo musical no sea del agrado.

“Postales negras” es un relato sincero, emotivo y a su vez delirante que no deja indiferente, pese a los altibajos de la vida de Dean, en donde la descripción de su existencia, plagada de pocos éxitos y muchos fracasos, no tiene por qué ser dolorosa, sobre todo si quien lo cuenta tiene el don de la literatura.

Dean Wareham, Postales negras, 404 págs, Editorial Libros de ruido, 2012

1 de enero de 2019

La letra del año para méxico 2019


El signo que ha revelado Orunmila es: EYIOGBE
Lo acompañan como testigos:
Primer Testigo: Ogbe Ogunda
Segundo Testigo: Ogbe Otura
Los Orishas que rigen son: Olokun y Oshun.
El signo viene en su parte positiva.
Ire Aje Timbelaye
(Bien de ganancias económicas y materiales)
Refranes del Signo:
* Principio y fin de todas las cosas.
* Una corona muy grande para una cabeza tan pequeña.
* Olodumare le da barba al que no tiene mandíbula.
* El perro tiene cuatro patas y elige un solo camino.
* Un rey solo, no puede gobernar un pueblo.
* Nadie se come la tortuga con el carapacho.
* Nadie se come el carnero con todo y cuernos.
* El que oculta sus males será supultado con ellos.
* Oreja no pasa cabeza.
* Las palmas jovenes crecen más altas y frondosas que las viejas.
 Consejos del signo:
Eyiogbe es el primer signo del Oráculo de IFA. Se dice principio y fin de las cosas porqué aquí Olodumare le confirió el poder a Obatala de crear al género humano y establecer leyes de convivencia para eniyan (la humanidad).
En Eyiogbe el cuerpo fue coronado con la cabeza, pero por no hacer ebbo y no seguir recomendaciones, frecuentemente rueda pir el suelo.
Eyiogbe es un signo de indecisiones, porque a pesar de tener un trabajo, salud y una familia. No se esta conforme con lo que se posee (todo lo tengo, todo me falta).
Eyiogbe es un signo de faltas de respeto de los menores hacia los mayores; Donde inclusive puede haber enfrentamientos por el poder.
Aquí se recomienda a los Padrinos y Madrinas ser muy cuidadosos con las personas a quienes se les haga cualquier tipo de consagración, porqué aquí los ahijados abusan de la confianza y del poder que se les confiere.
Eyiogbe es un signo que dice que ante los ojos de Olodumare no escapa ningún acto. Aquellos que sean justos y honestos con la religión y sus ahijados serán ampliamente recompensados; Sin embargo para aquellos que falten a la ética y a los juramentos realizados tanto en el cuarto de Santo e IFA, Olodumare anticipa la caida de cabezas.
Eyiogbe es un signo que anticipa problemas y grandes retos para quién posee cargos. Porqué aquí nace la soberbia y el autoritarismo.
En este signo esta completamente prohibida la bebida alcohólica. Aquí Obatala empezó a faltar a su encomienda dada por Olodumare, ya qué abusaba de su poder y empezó a moldear a los seres humanos con defectos.
Eyiogbe es un signo donde aquellas parejas que deseen tener hijos deben tener cuidado con enfermedades como la trisomia del par 21 (Síndrome de Down), acondroplasia y demás padecimientos genéticos. Aquí nacen los hijos legítimos de Oduduwa.
Eyiogbe es un signo de grandes sequias y pérdida de cosechas, porque aquí el cielo y la tierra se distanciaron.
Eyiogbe es un signo de peligro porque Iku se encuentra al acecho en todo momento; para evitar a iku se recomienda vestir de blanco y anaranjado para ahuyentarla.
Tambien se inmola un chivo pequeño a Eleggua y después se tuesta la cabeza y se mancha uno la cara x siete días paea que Iku no te reconozca.
Para el vencimiento de guerras y dificultades IFA nos aconseja ser como el Igbin (caracol). Lento para hablar y actuar o dicho en otras palabras “mesurado”.
En muchas latitudes, el signo Eyiogbe es muy temido, porque representa la corona que rueda y la caida de alguna cabeza importante. Pero la realidad es qué IFA asi como nos da un vaticinio, también nos da el Ebbo y las ceremonias correspondientese para el bien vivir. Porqué en su misma traducción Orunmila nos deja siempre un mensaje de esperanza.
”El cielo sabe cual es tu salvación”.