28 de mayo de 2019

Otura Di: no es el Diablo, es Abita



1.
Uno de los Oddus que pone en evidencia la ignorancia de los Babalowos que manejan la vertiente cubana de Ifa es Otura-Idi, también conocido como Otura Di, Otura el Diablo y Otura Diablo, no solo porque hace alusión a la metafórica, incomprendida e injustamente calumniada entidad apodada “El Diablo” (lo que refleja la perniciosa influencia del catolicismo en la religión Yoruba), sino porque de ese signo los religiosos solo saben recitar la pelea entre “El Demonio” y los Ibeyis, repitiendo recibir a los Jimaguas como la solución para vencer enemigos.

Satánica burrada: “El Diablo” (ese señor de piel color roja, con cola, cuernos y trinche), no forma parte del corpus original de Ifa, por lo que debe quedar claro que se refiere a la temida Abita: ya  veremos su razón de ser e importancia en este Odu al momento de hacer ebboe.

2.
Hablemos de Otura Di comenzando por algunos refranes: “al que está de pie, todo el mundo lo rodea y al caído, nadie lo conoce”, “Ifá no liga ni con la suciedad ni con la peste”, “cuando el gato no está los ratones hacen fiesta”, “cuando se pacta un secreto, se juega la vida en él” y “la ignorancia es tan bruta que el ratón reta a pelear al gato”.

Pero hay más: aquí habla Shangó y a él es a quien hay que mantener contento, también nace Eleggua como el dueño de la voluntad; se debe evitar la obsesión por tener relaciones con muchas personas del sexo opuesto, pero sobre todo se deben soslayar los cortejos obvios (gastando dinero que no se tiene o aparentado virtudes que no se posee como el baile o el sentido del humor), las burlas hacia los demás y no ser curioso ni indiscreto pues todo ello le llevará a prisión.

Se debe prescindir de hacer amarres amorosos a sus parejas con la intención de someterlas, pues en este signo todo trabajo negro se revierte a quienes los realicen o al que pague por ellos, aunque los haga otra persona. También exige respetar a los mayores religiosos y trabajar la Osha e Ifa con honorabilidad.

En Otura Di se marca encarcelamiento por otros motivos, no solo por la obsesión por mujeres y hombres (cada quien según su gusto y perdición), sino por su testarudez de querer obtenerlo todo de mala manera al ver que se esfuerza y trabaja mucho y sus manos siguen vacías.

Una de las respuestas a los obstáculos está en hacerle Ifa al hijo varón de quien porte este signo, ya que tiene diversos dones (más antes se investigará si el vástago tiene camino en esas tierras, cosa que ningún Babalowo hace), pero a cambio debe evitarse el sol y sentarse en piedras, no ingerir alcohol, ir a fiestas o aceptar comida (aunque se crea que se le da de buena fe), ni bebidas, regalos y no debe enojarse por cualquier motivo.

3.
Se señala que debe hacerse caso a los consejos de la madre (para evitar de ella maldiciones que le atrasen), no tratar de obtener lo que no le corresponde (el destino es bastante rígido con el religioso), debe cumplir con Eggun o investigar qué es lo que espera de la persona, evitando la soberbia religiosa y respetando a los Orishas.

No se debe comer picante ni sal, no se puede traicionar a nadie, marca prohibición de vender secretos a cambio de sexo (por mucha ventaja que se crea tener sobre la gente ingenua o descuidada ni porque se vaya a obtener beneficios), no se mire a los ojos a los demás y póngase atención a los problemas del corazón que la muerte viene por hacer esfuerzos improvisados, por no revisarse la sangre, por no cuidarse la próstata y los riñones: se debe hacer ebboe constante para evitar la muerte prematura.

El religioso debe ser una persona limpia en su ropa, cuerpo, mente, espíritu y mantener aseados a sus Orishas; no le contará sus planes a nadie (es hablador e indiscreto), y debe considerar que Shangó y Abita comen siempre juntos: de hecho, está obligado a hacer ebboe con Abita, pero sólo si él, el padrino o un mayor sabe cuál y cómo realizarlo.

Todo lo anterior son las recomendaciones generales, pero de la esencia del Oddu poco se conoce y es ahí en donde se debe poner atención.

4.
Otura-Idi obliga a reflexionar sobre la lucha interna en la vida de quien lo porte en su lerí, para lo cual deberá saber cuánto tiempo estará ese odu en su existencia (recordemos que en la Osha e Ifa todo son ciclos), para solventar sus dos principales aspectos.

El primero: es un signo donde se siembra pero no se cosecha, por lo cual quien lo porte deberá vivir con ese estigma de que es otro quien se beneficia de su trabajo y ello debe aceptarse con humildad y sin rencor. Por desgracia el apego al sexo es el mayor obstáculo para desarrollar la espiritualidad y darle sentido a este tema esencial para la evolución de la persona en su actual reencarnación.

El segundo: es un oddu de polaridad negativa, pero el secreto para llevarlo al lado positivo radica en los 
Ibeyis, a quienes que se debe recibir lo más pronto posible, pero no se trata de vencer a la maldad, sino de convertirla en un aliado que le ayude, ya que “El Diablo” (Abita), no representa al mal absoluto, sino el relativo y ella actuará sobre la vida de la persona dependiendo sus apegos a lo material, los placeres en general y al sexo en particular, o en el extremo, por su tendencia y afinidad hacia el mundo espiritual y la búsqueda de la verdad.

Para comprender lo anterior se debe entender a Abita como la máxima forma de la maldad, mas en Otura-Idi es esta Orisha la que cuenta con la sabiduría y los dones para erradicarla pues precisamente la malignidad destruye todo lo malo.

5.
Otura-Idi manda a Ifa (sobre todo a los hijos de Shangó y Eleggua), pero quien lo porte NUNCA deberá lavar Santo (el segundo error de los Babalowos afrocubanos), por el contrario: deberá investigar si antes tiene camino en el Espiritismo o el Palo (esto es importante, ya que estando en Ifa puede sustituir el culto a Eggun por el de Odudwa y ello le podría atrasar), luego pasará a la Osha y podría jurarse como Babalowo, cumpliendo con la distancia de un año entre una iniciación y otra.

Cualquier consagración deberá consultarse (puede tardar hasta un año en las manos religiosas adecuadas), con diversos oráculos para tener la certeza de que el iniciado caminará en la tierra religiosa correcta, ya que la única manera en la que el oddu consigue estabilidad en la vida es recibiendo los “poderes” religiosos (atributos), adecuados para hacer frente a cualquier adversidad siempre y cuando entienda su origen.

Aparte de tomar a los Ibeyis, los debe reforzar con dos tamborcitos y hacer rogación de cabeza constantemente, pero si tiene camino de Ifa, debe recibir Odudwa, Orun, Osain, Ayan y Olokun, de acuerdo a los tiempos que vayan marcando las consultas al pie de Orunla.

20 de mayo de 2019

Desde África


Mi debilidad es la música negra y ello es consecuencia de reencarnar en una zona donde África colinda con Arabia (por ello la contraparte es mi pasión por los ritmos árabes), de ahí que lo que más se escucha en casa son ritmos negros (soul, world beat, blues, reggae, algo de jazz y hiphop, rhythm & blues, funk, góspel y demás), a los que suelo agregar las novedades que descubro en la web como el grupo Delgres.

Definir la música de este trío afincado en Francia es un reto, de ahí que la crítica opte por lo fácil y los ponga a medio camino entre Ali Farka Toure y Tinariwen mezclado con The Black keys, otros lo llaman afro-pop e incluso blues criollo: y con todo sigue sin ser sencillo.

Delgres está integrado por Pascal Danaë en la guitarra y voz, Rafgee en el sousafón, Baptiste Brondy en la batería y definen su estilo como una mezcla de “blues del delta, lamentos caribeños y un toque africano”. Sobre el blues de los negros, Danaë dice que en Francia tienen una visión errónea: “ya sabes, que cantan el blues porque eran esclavos. Yo digo que no. Lo cantan porque vienen de África y en África cantas todo el tiempo. Lo celebras todo: muerte, pasaje, nacimiento, todo. Solo cantas y tocas música. Es una cosa universal en África".

Delgres no es una banda de improvisados: Pascal viene de tocar con músicos de la talla de Manu Katché, Peter Gabriel, Morcheeba, Yael Naim, Souad Massi y David Rhodes, mientras que Baptiste Brondy hizo lo mismo con Awa Ly, Aubert C. Houellebecq y Grèn Sémé, lo cual les permitió la acumular experiencia que plasman en su disco debut “Mo Jodi”.

“Mo Jodi” está plagado de música africana (principalmente de Mali), blues, racine haitiano y un poco de garage, ritmos a los que se deben agregar reflexivas letras con fuerte contenido social que en ocasiones incursionan en lo político por su actitud abiertamente contestataria.

Danaë señala: "toda la música de Mali es una parte muy importante de mi vida” … "siempre me ha gustado porque es muy trance, de nuevo, te hace viajar. El espacio abierto está ahí cuando escuchas esa música y se detiene el tiempo. Es el puente entre el blues, especialmente el Delta del Mississippi, el blues del país y la música africana están ahí".

Destacan temas como “Anko”, “Respecte Nou”, “Pardone Mwen” y uno que con el paso de los meses se están convirtiendo en un clásico, “Mr. President”, en dónde preguntan a los gobernantes: "Sr. Presidente, siendo tan inteligente, podría decirnos qué está pasando?".

"Trato todo esto como un regalo", dice Danaë sobre el disco, “al principio quería que fuera divertido. Y eso es lo que hemos hecho durante dos años. Si hay algo que espero es que la gente mantenga la fe y la esperanza en el lado bueno de la vida. Si pueden ir a casa y sentir que están listos para enfrentar otro día con fe de que algo bueno va a venir, entonces estoy feliz".

Delgres grabó uno de los discos más importantes de 2018 con 12 temas cantados en francés, creole e inglés, en los que ninguno sobra. Alejados de cualquier tufo comercial y del top-ten, “Mo Jodi” es un refrescante debut cargado de riqueza musical, ritmos sincopados, sinceridad, emotividad y lo más extraño de encontrar en los tiempos que corren: plagado de indiscutible razón.



10 de mayo de 2019

Intrusión



La vida son desafíos constantes: imaginemos a una escritora cuyo reto es que el lector la lea… o que para el lector sea llegar al final de una novela “difícil”… o qué tal que para la autora sea ella misma?

Tana French (nació en Vermont en 1973, pero vive en Irlanda), es una escritora, economista y actriz cuya primera novela, “El silencio del bosque” (2007), ganó tantos premios que la llevaron a olvidarse de los cálculos econométricos y de la actuación (era miembro de la respetable “Purple Heart Theatre Company”), para dedicarse a la literatura.

Ha publicado 6 libros y es en el género policiaco donde se siente cómoda. El diario “The Independent” la nombró Primera dama del crimen Irlandés por su personaje Antoinette Conway: una policía llena de rabia y en cuya investigación se le dificulta diferenciar a los culpables de su resquemor con los hombres.

La novela “Intrusión” fue considerada por diarios como “Time” y “The Washington Post” como el mejor thriller de 2016, poniéndose al tú con “Volar en círculos” de John Le Carré y “Los ángeles de hielo” de Toni Hill: lo mejor de la novela policiaca de ese año.

¿Qué destaca de “Intrusión” en un género que lleva décadas con éxito en manos de escritoras como Fred Vargas, Patricia Highsmith, Äsa Larsson y Louise Penny? Tana da una pista: “No estoy interesada en escribir en blanco y negro, de buenos y malos; el mundo es mucho más complejo y toda persona tiene su lado oscuro y su lado luminoso”.

French parte de un asesinato y ese será el único elemento tradicional del género, pues lo que sigue es una serie sucesos en los que no basta la astucia de los investigadores, ni las pistas falsas, ni los errores del asesino, ni los hechos que permitirán descubrirlo: su virtud son los interrogatorios, desafío que lleva extremo enfrascando a detectives y sospechosos en duelos mentales, en franco reto y/o sincero diálogo, sin caer en la demagogia ni el lugar común.

Sobre el ambiente adverso en la investigación, declara: “Hay casos que son claros, pero me resultan más interesantes los que son más complejos y en los que la mujer no es un elemento pasivo. En los dos escenarios, el de la mujer muerta y el de la detective acosada, se trata de poder”.

French va más allá del libelo militante y arrasa con temas como la familia: ”Me gustan las emociones intensas, y eso lo encuentras en las familias”, y los secretos: “Todos tenemos secretos de algún tipo, ocultamos en casa cosas que no queremos que nadie encuentre … en la vida todos vamos ocultando cosas y descubriendo cosas, y a veces son las mismas”.

Dueña de un estilo pulcro, obsesivo e intenso, Tana trabaja con inventiva sus personajes (desde los oscuros protagonistas y los anodinos secundarios) y desarrolla una trama atemporal y auténtica con giros imprevistos a los que se agrega la narración en voz de la investigadora, de la que el lector pasa de ser su cómplice a cuestionar la paranoia con la que juzga a sus compañeros y con la que roza un feminismo visceral.

Compré “Intrusión” por error, pensando que era novela negra, pero valió la pena pues me dejó tres certezas: una, que el género policiaco aún puede dar textos excelentes, dos, vale la pena seguirle la pista a Tana French, y tres, estamos ante una escritora impredecible que afirma: “Si te quedas con el mismo personaje, corres el peligro de escribir una y otra vez la misma novela”, así que no habrá más Antoinette Conway, pero sí sorpresas con futuros protagonistas.

Y enfatiza: “Las fronteras entre novela negra y literatura han desaparecido. No creo que nadie se crea ya el cliché de una novela negra con un argumento muy bueno pero sin personajes”.

Tana French, Intrusión, 528 páginas, AdN - Alianza Editorial, 2017

2 de mayo de 2019

Hablando con el alma de Oshun


1.
– ¡desgraciado, idiota! – gritó VB refiriéndose a J, su aún esposo*, un actor que recién la había dejado por irse de vacaciones al Caribe con una mujer 30 años más joven, y a su regreso, tras acomodarla en un departamento de lujo, le pidió el divorcio.

– ¡cabrón! – vociferó tras arrojar un paquete de revistas y periódicos sobre el medio artístico a la mesa de centro de su sala, en los que se narraba con detalle los amoríos de la pareja en la playa y las erráticas declaraciones VB como resultado de su ego herido.    

Ella tenía 57 años, aunque su porte y buena figura la hacían verse de unos 40. Era una presencia constante en programas de variedades nocturnas desde hacía tres décadas y su matrimonio con J había sido duradero, considerando la promiscuidad del medio artístico mexicano.

2.
Había más: era hija de Oshun y J hijo de Shangó, coronaron Osha juntos (la combinación los hacía una pareja llena de atractivos y misterios), aunque no practicaban la religión ni tenían padrinos a la vista. VB llegó a mi casa por intervención de una joven que atendimos antes (https://basurerodealmas.blogspot.com/2014/07/como-viven-los-muertos-2.html).

Mi primera respuesta fue negarme a recibirla (no veo la tv y ese medio me parece inmundo), más mi esposa me recordó mi camino de Eleggua y previno un enojo de Oshun, así que accedí a consultarla un lunes.

3.
– no vengo a pedir que le hagas daño a la fulana – señaló despectiva mientras encendía un cigarrillo.
– no hago brujerías… de ningún tipo – advertí reprobando con la mirada la presencia del tabaco en mi casa, rechazo que ignoró.
– tampoco quiero hechizos – avisó – si de eso se tratara yo podría hacerlos: para eso soy hija de Oshun, la reina bruja del Panteón Yoruba.
– ¿en qué te ayudo? – me armé de paciencia, arrepentido de que mi esposa estuviera tomando un café en ese momento con sus amigas.
– quiero endulzar a mi marido para que no se vaya – soltó – y no porque lo ame, sino porque no pienso ser la burla de nadie.
– me temo que si eres hija de Oshun y endulzas a un hombre sin estar enamorada de él, estarías cometiendo un suicidio espiritual.
– ¿de qué hablas? – me increpó.
– por no trabajar religión no sabes cómo funciona la energía Orisha, y en consecuencia, no entenderás nada de lo que te revele.
– vengo por explicaciones… – remarcó.
– estás aquí por una recomendación – la ignoré – no buscas obras para conservar a tu marido, sino confirmar mi videncia y saber cuál es tu futuro en el amor – VB bajó la mirada y las lágrimas brotaron, apagó el cigarrillo y me pidió un vaso con agua.
– sí – dijo tras beber la mitad de un trago – vengo porque… ya confirmaste que eres buen vidente con lo que has dicho y…
– quieres olvidar a tu marido: su traición te deprimió y odias sentirte así, sobre todo porque tienes un adinerado pretendiente que ve tu posible divorcio como una puerta para llegar a ti.

4.
VB estaba perdiendo el interés en ocultar su madurez: en su mirada se percibía que había vivido lo suficiente para saber qué esperaba de la vida y lo que no le aceptaría. Si bien era alta, exuberante y con clase, su atractivo menguaba por ese algo que quiebra el alma: una traición, lo que se veía en la dejadez del arreglo de su cabello y uñas.

Durante media hora hizo preguntas sobre Santeros, Babalowos, Paleros, y obviamente Videntes, así como de qué manera modifican el entorno del paciente para armonizar las energías que le rodean.

Tras responder le expliqué que las relaciones sentimentales traen detrás vidas pasadas, karmas, destino, pendientes, evolución, errores (y si te descuidas), nuevas cuentas por pagar. Ella se quedó en silencio varios minutos mientras para mi irritación fumaba su tercer cigarrillo.

– ¿y cómo diablos saco a J de mi corazón? – se sinceró finalmente.

5.
– hay dos maneras: una de ellas es con brebajes y la otra…
– ¿sólo con beber algo dejas de estar enamorada? – me interrumpió.
– no… se trata de que todas las noches tomes un té que te relaje hasta que la persona deja de importarte.
– ¿de verdad? – cuestionó intrigada.
– la otra es que me dejes hablar directamente con tu alma.
– ¿con mi alma? – se extrañó – pero si ya estás conversando conmigo…
– no, estoy platicando con la VB de esta reencarnación, pero dentro de ella eres una alma sin personalidad ni lastres mundanos.
– no entiendo – confesó.
– digámoslo así: necesito conversar con tu yo superior, ese que sabe que no está enamorada de J y al que tampoco le duele su traición.  
– ¿puedes hacer eso? – preguntó.
– sí – reconocí levantando los hombros para no darle importancia.
– ha de ser impresionante tener dones como los tuyos – exclamó.
– es terrible, pero no tengo opción – me levanté, entré a la cocina y preparé el té; regresé con una taza llena de líquido color naranja, se lo entregué, pedí que lo bebiera y seguí explicándole – para hablar con tu alma necesito que me des permiso pues lo haré mientras duermes.
– ¿te meterás en mi cama a platicar conmigo? – cuestionó con picardía.
– es algo complicado de explicar, pero digamos que tras conversar con tu alma te quedará claro que no estás enamorada de J.
– no entiendo – suspiró.
– si confías en que te ayudaré a superar esta etapa de tu vida, entonces mañana cuando despiertes te darás cuenta que valió la pena.  
– ¿apenas te conocí y quieres que te confíe mi alma? – se quejó.
– tienes otra opción: salir por donde entraste y no hacerme perder el tiempo – agregué, me miró retadora, pero al final cedió y bebió su té.
– confío en ti – aseguró.
– no – la interrumpí – debes decir que aceptas que hable con tu alma para que tu Guía espiritual me deje acercar.
– acepto que hables con mi alma – repitió y luego sonrió.
– necesito te des un baño con miel color rosa: te embarras todo el cuerpo, cuentas hasta 150 y después te bañas normal.
– de acuerdo.
– mañana me dices cómo te sentiste con el té: si estás mejor te daré los ingredientes – añadí – y me cuentas cómo va tu ánimo con respecto a J.
– te marco – prometió, pagó su consulta y se fue.

6.
Esa noche dormí sobre sobre una estera, en el cuarto de Santo, ante mi sopera de Oshun.

7.
VB no llamó al otro día sino hasta el sábado: dijo que estaba segura que el té y mi plática con su alma sirvieron para tomar ciertas decisiones.

– J llegó al día siguiente con una propuesta irrechazable – contó – que incluía propiedades y dinero a cambio de firmar el divorcio.
– vaya – exclamé – en eso no tuve nada que ver.
– debo reconocerlo: cuando llamó por teléfono para decirme que estaba cerca de casa, pensé que sólo de verlo mi seguridad se derrumbaría.
– ¿y?
– cuando llegó me provocó indiferencia – dijo y me hizo reír.
– si hubieras escuchado lo que opina tu alma sobre J, te quedaría claro que “indiferencia” se queda corto.
– ¿qué dije? – sintió curiosidad.
– no lo repetiré: llegar a ese punto de conciencia es trabajo tuyo y lo conseguirás evolucionando espiritualmente… intenta meditar o la yoga.
– en fin… acepté su oferta y estos días fueron de firmas de papeles, cartas compromiso y demás asuntos legales – cambió de tema.
– vaya… espero que le hayas sacado ventaja.
– bastante, pero de todos modos siento una basurita en mi ánimo.
– el resto lo hará el té – le di los ingredientes, agregué 5 baños con la miel rosa, uno cada sábado, y sugerí usara ropa interior amarilla.

7.
Semanas después, leyendo en el local de la esquina de mi trabajo los encabezados de los periódicos, la portada de una revista mostraba una foto de VB con el millonario pretendiente antes de abordar su avión particular rumbo a Portugal: se veía feliz, rejuvenecida y destilaba de nuevo glamour.

* ciertos aspectos de los involucrados se modificaron para no ser identificados; la protagonista aprobó la difusión de su anécdota.