Enrique Blanc es un escritor, productor,
conferencista, musicólogo, guionista, periodista y locutor de radio mexicano,
aunque por desgracia sus actividades culturales no las practique necesariamente
en ese orden pues si bien su faceta literaria no es muy prolífica, su
creatividad y estilo tan personal de diseccionar la realidad es por demás
auténtica…
Nació en el Distrito federal un 1961, aunque su
vida transcurre en un ir y venir entre Jalisco y California… para este escritor
su gran pasión es la música, de ahí que él mismo se defina como “periodista
musical” y enfoque sus inquietudes a la publicación de textos en los más
variados medios, lo que le permitió entre otras cosas concretizar textos como
“Conversaciones con Molotov y De mis pasos” y “Conversaciones con Julieta
Venegas”...
Más la literatura siempre lo llama y termina
convenciéndolo de que deleitarnos con libros como “No todos los ángeles caen
del cielo” y “Así como de Cicatrices del bolero”, junto con su más reciente
publicación: “Sudor añejo y sardina”…
Su desarrollo como escritor siempre ha ido de la
mano de ese extraño caso que es Editorial Moho: propuesta editorial
independiente creada por el también escritor Guillermo Fadanelli y por la coreógrafa
Yolanda M. Guadarrama, proyecto que se ha mantenido más o menos con dignidad
dentro del pálido y vergonzoso mundo de la literatura mexicana… fue fundado en
1995 como resultado de la necesidad de expandir la idea propositiva de la
revista anti-cultural Moho, creada en el año de 1990…
Una de las primeras publicaciones de Editorial Moho
fue precisamente la debutante propuesta con la que Enrique Blanc incursiona en
la literatura: “No todos los ángeles caen del cielo” (1996), el cual puede
considerarse un discreto parteaguas (por aquello de que fue aclamado por los
conocedores, no por sus ventas), dentro de las letras mexicanas…
Enrique Blanc
Mal catalogado por Rogelio Villarreal como un texto
influenciado por el estilo de Charles Bukowski (y en consecuencia por los aires
rencorosos y maldicientes del propio Auguste Céline), dicho libro consigue
renovar esa manera tan desesperanzada que tienen los mexicanos de vivir su
destino a través de descriptivas y contundentes vivencias existencialistas…
Sin embargo, a lo largo de sus páginas el escritor
no sólo nos arroja sin piedad en el rostro una realidad incuestionable, la
miseria humana inmersa en sombrías y claustrofóbicas atmósferas, sino que
además le da a sus personajes la oportunidad de rebelarse desesperadamente a su
destino, consiguiendo cada protagonista diferentes vías de escape a sus
infiernos personales, convirtiéndolos ocasionalmente en entrañables antihéroes…
“No todos los ángeles caen del cielo: cuentos para
migrantes” (nombre completo del libro*), llamó la atención gratamente en un
momento en el que en México la propuesta cultural en materia de cine, pintura,
música, escultura y literatura estaba sobresaturada en su mayor parte de
basura…
Pese a esta inquietante propuesta que el mismo
escritor define como “experimental”, este texto y los subsiguientes libros no
están plagados de un pesimismo al que pudiera acusársele de asfixiante… en
todos siempre se vislumbra otro modo de vida como opción ante la desesperada
búsqueda de una puerta que al abrirla no necesariamente será la entrada a un
mundo necesariamente mejor, pero sí diferente…
Esa lucha existencial por sobrevivir a diario sufre
interesantes mutaciones en la prosa de Enrique Blanc, por lo que en su
siguiente y casi simultáneo libro “Así como de Cicatrices del bolero” (también
de 1996), si bien permanece el desencanto en esta ocasión este no anida
exclusivamente en los barrios bajos ni en las diferentes expresiones que suele
tener la miseria humana, transitando así del encanto urbano a la marginación a
través de ese sueño libertario-musical, ahora ya rentablemente domesticado por
la mass-media, llamado “rock”…
16 años después Enrique Blanc nos asombra de nuevo
con otro libro de textos cortos titulado “Sudor añejo y sardina” (2012), en el
que fiel a la evolución de su estilo narrativo y manteniéndose en su papel de
agudo observador de la realidad, da un giro radical y nos ofrece otro grupo de
personajes desencantados inmersos en tramas existencialmente oscuras, pero sin
el valor para tomar decisiones radicales para dejar atrás la incertidumbre que
proporciona vivir con un pie en la entrada del infierno…
Es de destacar que en este nuevo libro, y al igual
que en el despiadado “No todos los ángeles caen del cielo”, el autor se da
siempre un espacio para “contarnos” las andanzas de un fracasado de origen
mexicano y sus andanzas en Los Ángeles, California, quien siempre en la
búsqueda de mejores oportunidades de vida, al igual que millones durante ya una
interminable cantidad de años, termina siendo víctima de su propia mediocridad…
Quizá alguien se preguntará: si los protagonistas
de la obra de Enrique Blanc son tan miserables y siempre están por la lucha
diaria para alcanzar la sobrevivencia, por qué habría el lector de torturarse
el alma con la leída de tan opresivos panoramas?... una respuesta rápida sería
porque gracias a los abundantes y a su vez precisos recursos literarios del
autor, todo ese infortunio no logra incomodar
a quien lo lee… pero si se tratar de dar una respuesta profunda,
entonces sólo quedaría argumentar a su favor que gracias a su libros, y si se
compara uno con los personajes, el lector debe reconocer que nuestra vida
personal tiene mucho de placentera y nada de desafortunada…
Y por si fuera necesario, cabe hacer la siguiente
aclaración: las historias y los personajes plasmados en las obras de este interesantísimo
escritor no son deprimentes, en realidad son agresivas, violentas como la
propia naturaleza humana…
Si bien es cierto que en este texto me he referido
exclusivamente a la faceta literaria de Enrique Blanc, la cual comprende sus
tres libros de relatos, en realidad la lectura de sus escritos periodísticos o
de cualquiera de otra de sus obras, como es el caso de su libro “Flashback: La
aventura del periodismo musical”, suelen ser por demás disfrutables…
Enrique Blanc, Sudor añejo y sardina, 133 páginas,
Editorial Moho, 2012.
* Gracias a este texto descubrí la música del
excelente grupo Aztlan Underground, a cuyos integrantes curiosamente, y por
esos caprichos del destino, tuve oportunidad de conocer y establecer una
interesante amistad llena de profundas enseñanzas...
1 comentario:
Camara¡¡
Xclnt :)
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