22 de diciembre de 2024

La sanación a distancia

 


para Rocío y Julio, ustedes saben

de qué hablo, son testigos…

 

1.

La curación espiritual a distancia es un tema al que por desgracia no suele dársele importancia más que la necesaria, cuando la situación lo exige, incluso ante los incrédulos, para esperar que quienes la hagan nos ayuden ante nuestras dolencias o frente a la gravedad de un familiar.

 

Comúnmente se piensa que el alivio a distancia incluye principalmente el uso de oraciones, de manera que en ellas se proyecte a la persona y su dolencia (aunque también incluir aspectos emocionales, espirituales y mentales), en un plano dimensional para darles alivio.

 

Sin embargo, no se debe confundir este tipo de curación con terapias como antroposófica, reiki, péndulo, visualización, sanación espiritual, cristaloterapia o ciertas corrientes yoga, que entre otras cosas necesita la autorización de la persona enferma para que sus guías espirituales permitan el acercamiento astral, las llamadas imágenes guiadas, para la recepción de la energía curativa.

 

Debo decir que todas las terapias citadas funcionan, me consta, sin embargo, hay algunas más, aunque me centraré en la curación espiritual chamánica, la cual funciona completamente a la inversa.

 

Aunque por lo dicho líneas arriba, está claro, que la curación espiritual a distancia se hace a través del envío de energía, de parte del sanador, al enfermo, lo cual es correcto, pero…

 

2.

En el chamanismo las cosas se manejan de manera diferente, pero antes, para ejemplificar, compartiré una anécdota.

 

Hace varios años un primo mío tuvo un problema y por la gravedad, me preguntó que si habría manera de que se le atendiera a distancia. Le dije que sí.

 

Aquel día tenía que ir a un templo chamán, así que decidí aprovechar la visita para ayudarlo. Estuvimos trabajando todo el día, y cuando terminó la jornada espiritual, planteé el caso y el Chamán aceptó trabajarlo, para lo cual solo se necesitaría el nombre completo.

 

Cuando comenzamos a trabajar, y sin que yo hubiese dado información de ningún tipo sobre mi familiar, el Chamán (de baja estatura), estiró varias veces sus manos hacia arriba como si tratara de alcanzar la cabeza “de alguien”, el cual no era otra cosa más que la presencia espiritual de mi primo, ya que él mide cerca de dos metros de altura.

 

Antes de continuar citaré la llamada Sanación espiritual activa, que es la curación, la cual se realiza con el sanador y el enfermo presentes en una misma habitación, en la cual el sanador coloca las manos a cierta distancia del paciente, sin hacer ningún tipo de contacto físico, para conectar el cuerpo energético con el objeto de modificar el desajuste energético del enfermo.

 

Algunos practicantes de la Sanación espiritual activa señalan que el acercamiento al cuerpo de la persona es para llevarlo a otras dimensiones espirituales donde se realizará la cura.

 

Entender esto es fundamental para seguir leyendo.

 

3.

Creo que con el ejemplo anterior queda claro lo que voy a explicar: el chamanismo hace “sanación a distancia” llevando al templo donde se está trabajando el espíritu de la persona, se le cura y le devuelve a su cuerpo.

 

Sí es así, ¿porque repito que es sanación a distancia? Porque astralmente los Maestros ascendidos que trabajan con los Chamanes son los encargados de ir por el espíritu del enfermo hasta donde se encuentre, como dije, lo llevan al templo, es atendido (en este caso, sanado) y posteriormente devuelto a su cuerpo físico.

 

4.

Vayamos a los detalles.

 

Antes de ir por el espíritu, se informa al mundo espiritual para el “traslado”, quienes acceden, para, posteriormente, el Maestro ascendido llega, avisa al guía espiritual del enfermo lo que hará y a los protectores de lo que se hará, se “llevan” al espíritu, se le hace la sanación y luego lo transporta de regreso.

 

He usado comillas en las palabras “traslado” y “llevan” para señalar que la función del Maestro ascendido es actuar como protector del espíritu del enfermo, de manera que, por decirlo así, cuidan que no le suceda nada malo en el camino, considerando que entidades oscuras y malas intenciones abundan en todos lados.

 

Imagine, amable lector, el festín que se darían las energías oscuras durante la transferencia si, por ejemplo, el origen de los problemas de salud es consecuencia de un muerto obsesor, algún demonio, maldición o por brujería.

 

Finalmente, una pequeña aclaración: el tránsito del espíritu, cuando se lleva y se le regresa, se realiza a través de vórtices de energía, que palabras más o menos, imaginen que son un tipo de tubos impenetrables.

 

5.

Seguramente algunos se preguntarán ¿cómo es posible que, si se “saca el espíritu” de una persona de su cuerpo, siga vivo?

 

Eso puede entenderse si, en primer lugar, se conoce la diferencia entre el alma y el espíritu de una persona, pero, también, entendiendo que otra de las funciones de los vórtices de energía es evitar que se rompa por completo el vínculo entre el espíritu y el cuerpo físico, además de que el proceso de curación de este tipo es cuestión de unos poco minutos.

 

6.

Ahora, volvamos al tema al que pedí se pusiera atención: “llevarlo a otras dimensiones espirituales donde se realizará la cura”.

 

No me gusta hacer la comparación, pero tendré que hacerla para explicar lo siguiente. En el Espiritismo Marialioncero existen las llamadas “cortes” que aglutinan los espíritus de aquellos que murieron y que han decidido trabajar espiritualmente de acuerdo a sus características, su origen o su profesión.

 

Lo mismo sucede en el mundo espiritual chamánico: tiene una estructura que se diferencia de los marialionceros, en que no sólo incluye espíritus de personas cuya evolución espiritual les permite trabajar en beneficio de los vivos, sino que incluye Maestros ascendidos y muchos otros seres no humanos que no viene al caso explicar (en este caso se les llama mantos), ya que el tema es que efectivamente existen lugares, a veces dentro del planeta o en otras dimensiones, donde se realizan las sanaciones, dependiendo la gravedad.

 

El aspecto más interesante de estas curaciones es que, digamos, y es un ejemplo, si se pide ayuda para un enfermo que padece una neumonía, llegando su espíritu a los templos donde se realizará su sanación, se puede atender más problemas que no se hayan pedido o que los médicos aún no hayan detectado.

 

El mundo espiritual es infinito.

 

— — —

 

Se termina el año 2024 y por desgracia no puedo darles noticias positivas sobre lo que se viene en los próximos meses, y en general para 2025, ya sea para México o para el resto del mundo. Sin embargo, los invito a reflexionar obre los obstáculos o problemas que cada quien tenga en su vida individual, los cuales deben verse como una transición. Sí, de acuerdo al mundo espiritual se vienen grandes tribulaciones, pero las desgracias son necesarias para que lleguen tiempos mejores. No piensen en sobrevivir, crean en trascender.

 

Felices fiestas decembrinas, disfruten teniendo fe en que más tarde que temprano, pero llegarán tiempos mejores. Nos leemos de nuevo cuando ocurra.

 

Weisse / Ujule Rachid


8 de diciembre de 2024

Amor crónico

 


Chris Frantz es un pintor, escultor, productor, fotógrafo, locutor y músico nacido en Kentucky, el cual ha publicado sus memorias bajo el título de “Amor Crónico”, editado con gran calidad, como es su costumbre, por la editorial Libros del Kultrum.

 

Escrito con prosa sencilla, su lectura fluye con rapidez debido a su desenfadado estilo, al grado de que sus más de 500 páginas se pasan en menos de una semana.

 

El texto tiene numerosas virtudes, pues entre su contenido desfilan personajes influyentes en la cultura contemporánea como Rob Verhorst, Deborah Feingold, Andy Warhol, Gijsbert Hanekroot, Patti Smith, William S. Burroughs, Chris Blackwell, Lauren Hutton, el inolvidable Willy DeVille y el insufrible David Bryne.

 

También destaca el nacimiento y consolidación del sórdido club CBGB, del difunto Hilly Kristal, en Nueva York; el legendario Le Bataclan, de Pascal Laloux, en Paris y numerosos centros culturales desperdigados en todo el planeta, lo cual permite darse una idea de cómo se maneja la cultura en general, y la música en particular, en sitios como Londres, Los Ángeles, Berlín, Nasáu, Ámsterdam, Jamaica y Tokio.

 

En ese mismo tono incluye un sinfín de anécdotas con Robert Palmer, Johnny Ramone, Brian Eno, Lou Reed, Debbie Harry, Jerry Harrison, Los Fabulosos Cadillacs, Grace Jones y John Cale, incluyendo a Mick Jagger, borracho y cantando en un club de jazz, una versión obscena de “Killing me softly”, la ñoña canción que hizo famosa Roberta Flack.

 

Si bien es cierto que en “Amor Crónico” está presente de forma permanente su relación con Tina Weymouth, el mundillo cultural y la industria musical, también es la crónica de la ascensión y caída de Talking Heads, la banda donde Chris Frantz tocaba la batería.

 

Hay que reconocerle al autor que no haya desempacado el hacha de guerra contra algunos colaboradores (sobre esto sabiamente Frantz señala en retrospectiva: “el mundo es imperfecto. Solo tenemos que encontrar una manera de que funcione para nosotros”), lo cual hace que el libro sea una disfrutable, optimista, divertida y honesta lectura sobre el underground en la década de los 70’s y 80’s, las cuales tienen otra versión, “Face It”, de Debbie Harry, el cual comenzaré en breve.

 

Si lo ven, no duden en comprarlo.

 

Chris Frantz, Amor Crónico, 540 páginas Editorial Libros del Kultrum, 2021


24 de noviembre de 2024

El Curandero Felipe y el Mago

 


1.
El Curandero Felipe sirvió otra ronda de tragos, brandy con refresco de cola, luego de traer más botana.
 
La noche había caído aquel sábado, era la cuarta tanda y yo sabía que después de la tercera me compartiría alguna insólita historia sobre sus andanzas en el mundo espiritual.
 
—Hace como un mes vino un hombre. Me dio la impresión de que esperó instantes antes de las siete de la noche para tocar el timbre y ser el último en ser consultado.
—Vaya.
—En cuanto lo vi supe que no era una persona común y corriente, pero tampoco sabía decirte quién o qué era en ese momento.
—No entiendo — dije a mi tío, mientras el ambiente oscuro que caracterizaba su casa nos rodeaba en silencio.
—Sí, era especial. Tenía dones, pero no sé cómo definirlos. Quizá era un poderoso Chamán con la virtud de Nahual… o un experimentado Espiritualista… o Psíquico… o Mago.
—¿Trabajaba en un circo? — dije a manera de broma, pero a cambio me miró con dureza. Decidí callarme porque si mis indiscreciones le quitaban el buen humor por los tragos, podía dejar de contarme su anécdota.
—No era ilusionistas ni prestidigitador — reiteró el regaño — los magos de antes, aquellos de origen persa que incluían elementos de babilónicos como la demonología, además de ocultismo, adivinación, alquimia, gematría, astrología y todo lo que puedas imaginar, lo conjuntaron en una palabra: magia — agregó al tiempo que yo ya estaba tomando nota de sus palabras en una libreta.
—Vaya.
—Me contó una historia extraña — dijo Felipe.
 
2.
Los tres hombres estaban tranquilos, pese a tener sus pistolas a la mano y listas para disparar. Uno de ellos estaba recargado en la cabecera, el otro sentado en la piecera y el último frente a ellos acomodado en una silla. Consumían ron y aspiraban cocaína de vez en cuando, lo cual, decía uno de ellos, evitaba que se durmieran sus sentidos.
 
Estaban esperando la llamada telefónica de su jefe para deshacerse del líder de una banda rival que comenzaba a disputarles algunas esquinas en la colonia Lindavista para la venta de “su” droga. Y aquello era una afrenta imperdonable.
 
Así como entró salió sin que nadie se percatara de su presencia. Describió la escena, dio ubicaciones y volvió a la habitación del motel. Luego, todo fue muy rápido: el hombre tiró un vaso al piso, se rompió, los tres matones se distrajeron volteando para ver que había sucedió sin saber que era la señal de lo que vendría. La puerta se abrió violentamente para dar paso a cuatro hombres que de inmediato vaciaron los cargadores de sus metralletas sobre ellos.
 
El mago observó cómo las balas se incrustaban en sus cuerpos mientras a él simplemente lo atravesaban para incrustarse en el respaldo del sillón y luego en la pared. Un hombre más entró, les dio el tiro de gracia para luego todos desaparecer por la misma puerta por la que entraron.
 
Salió, sin prisa, mientras los otros iban apresurados. Bajaron las escaleras, llegaron al estacionamiento, subieron a una camioneta, que ya los esperaba con el motor encendido y se largaron. Una vez abajo se plantó ante la ventanilla de un auto donde un sicario mal encarado lo esperaba. En ese momento el copiloto sacó una pistola de entre sus ropas con intención de dispararle, sin embargo, no se escuchó detonación alguna, pues el brazo de uno de los tipos que viajaban en la parte trasera abarcó su cuello y comenzó a apretarlo hasta asfixiarlo. No tenía derecho a dispararle pese a la antipatía que se manifestaron mutuamente desde la primera vez que el sicario lo amenazó para que hiciera “ese trabajo”: usar sus dones para acabar con su enemigo.
 
El piloto ni siquiera se molestó en voltear a ver el recién estrenado cadáver y miró al mago:
 
—Ya nos dijiste quiénes eran los matones que estaban buscándome, ahora solo falta que localices a su jefe para que hagamos lo mismo — dijo observándolo con desprecio y dijo agregó — ya nos volveremos a ver.
—Eso no sucederá, y no vuelvas a cruzarte en mi camino — advirtió.
 
La mirada de desprecio del traficante se convirtió en odio, intentó sacar una pistola de entre sus ropas más en ese momento numerosas y amenazantes sombras se colocaron a sus espaldas, provocándole el peor de los sustos de su vida. Colocó el arma entre sus piernas, sacó un fajo de billetes, se los ofreció y él los recibió más que nada para demostrarle que no le temía, luego encendió el auto y arrancó.
 
Le quedaba claro que no se olvidaría de él, porque semanas después le llamó por teléfono para recordarle que aún estaba pendiente deshacerse de su rival, pero tal como se lo advirtió reiteró que no pensaba hacerlo. Le ofreció doblar el pago pero lo rechazó, así que la llamada terminó con una amenaza: negarse lo pagaría con su vida.
 
3.
—Vaya — dije terminando mi trago — la cocaína es muy cara, por eso solo la consumen los ricos.
—En unos cuantos años verás cómo estará al alcance de la mano de cualquiera — dijo Felipe, sonrió, apuró el suyo, cogió ambos vasos y fue a la cocina a llenarlos de nuevo. Cuando volvió seguía sonriendo, pero con esa sonrisa que no sabía si era de burla, felicidad o ironía.
 
—¿Para qué vino a buscarte ese Mago? — lo interrogué.
—En realidad era su espíritu. Quería saber quién lo había matado — respondió con parquedad, y entonces comprendí que su sonrisa minutos antes había sido sarcástica.
 
4.
—¡¿Cómo, teniendo el don de la videncia no pudo evitar que lo mataran?! — exclamé sorprendido.
—Él no usó videncia para localizar a los matones. Utilizó la transfiguración para ir, ver y salir sin que nadie se diera cuenta. Es una especie de tele transportación invisible. Vas y vienes pero nadie sabe que estás ahí.
—Vaya.
—Además, ningún brujo es inmortal — explicó — siempre hay uno más poderoso que otro, sobre todo cuando saben ocultarse antes de hacer brujería. Y a él lo mató precisamente uno de esos tras hacerle un trabajo negro muy potente.
 
Irónicamente no medí la dimensión de esa afirmación, “siempre hay un brujo más poderoso que otro” y aquellas palabras retumbaron en mi cabeza mucho tiempo después, durante el velorio de mi tío Felipe.
 
—No comprendo. ¿Tú sabías que ibas a consultar a un espíritu?
—No, eso lo supe cuando terminó de contarme su historia. Es impresionante como algunos desencarnados disimulan bien estar vivos.
—Mierda.
—Sin palabrotas, ya lo sabes — me reprendió.
—¿Qué sucedió después?
—Él supo desde un principio que el traficante lo había mandado matar, pero no sabía quién exactamente lo hizo ni qué brujería utilizó.
—Ahora comprendo menos.
—Me contó que aún estado muerto pudo vengarse del traficante.
—¿Lo mató?, ¡¿cómo?!
—Uno de sus sicarios estaba jugando con su pistola frente a él, el espíritu del Mago le provocó un dolor muy fuerte en un ojo y como reacción, por la terrible molestia, apretó el gatillo para liberar una bala que se incrustó con puntería en la cabeza de su jefe.
—Vaya — dije desconcertado y lo cuestioné — ¿le dijiste quién lo asesinó?
 
Felipe cogió su vaso, lo vació de un solo trago y respondió de nuevo con una sonrisa que tampoco no supe interpretar, luego cambió de tema de conversación.

14 de noviembre de 2024

No son merecedores de nada

 

1.
—El día primero de octubre no se trabaja, ya es oficial a partir de este 2024, así que no tienen pretextos para faltar — advirtió Clara al otro lado de la línea telefónica.
—Nos vemos en la entrada del templo antes de las 9 de la mañana — acepté.
 
2.
Hace varios años que la conocimos en nuestro ir y venir por diversos centros espiritualistas de la ciudad. Ella pertenece al antiguo Templo del Medio Día, fundado en el año 1924 y basado en los principios de los Espiritualistas Trinitarios Marianos*, la más conocida de las corrientes espiritualistas en todo el país y parte de Estados Unidos.
 
Es tal nuestra confianza que incluso, en algún momento, Clara nos pidió le hiciéramos un despojo luego de que un brujo la atacó tras salvar a una niña de morir, despechado por no conseguir acostarse con la madre de la pequeña.
 
Nuestra amiga ha ido creciendo dentro del Templo del Medio Día al grado de que tras mucho “desarrollo” (estudio y preparación), alcanzó el nivel de “Facultad” (sanadora), así que más que evitar hacerle un desaire en caso de no asistir a la Cátedra a la que nos estaba invitando, yo en lo personal tenía ganas de ir precisamente a una de las que mensualmente ahí se realizan.
 
Sé que aún tengo pendiente terminar un texto para explicar qué es una Cátedra en un Templo Espiritualista, así que lo resumiré de esta manera: es una celebración que se realiza cada día primero de mes (en algunos es el primer domingo), en donde el Guía entra en meditación para permitir la entrada de la divinidad, quien ofrece sanación colectiva, entrega bendiciones y da consejos “al pueblo”.
 
3.
Así, aquel martes 1 de octubre llegamos al llamado Templo Espiritualista Trinitario Mariano del Medio Día, ubicado en Tlatelolco. Si bien las Cátedras suelen ser similares en casi todos los templos, en este hay ciertas reglas, como colocarse en los lugares permitidos, los cuales son asignados por las “Columnas” (ayudantes), normas que es mejor no contravenir.
 
Obviamente no localizamos a Clara en la entrada y fue ella quien se acercó para saludarnos una vez que nos sentamos, lo cual lo hizo sin mucha efusividad para cuidar las estrictas normas y disciplina que se impone en aquel santuario.
 
Tras varios minutos de oraciones y cantos, entre velas y olor a incienso, apareció “El Sello” (así se le nombra a la Guía mayor del templo, quien representa uno de los Siete Sellos o grados de desarrollo espiritual), hizo algunos comentarios y tras una breve meditación cayó en trance.
 
—“Gloria al Padre, al hijo y al espíritu santo” — frase utilizada por la guía para dar a entender que ha comenzado la canalización.
—Bendito tu nombre, Padre universal, bienvenido seas — saludó la llamada Piedra Fundamental (la segunda persona de importancia dentro del templo).
—En ese bendito nombre yo te saludo y te bendigo, hijo mío, al igual que a toda mi creación aquí presente.
 
Tras aquello, luego de asistir a numerosas Cátedras, me quedó claro que si había llegado el “Padre Universal” es porque habría mensaje importante. Y sucedió tal cual: comenzó señalando que de muchas maneras nos recuerda las normas, comportamientos y valores que debemos respetar, pregonar y llevar a la práctica para actuar de forma moralmente correcta.
 
—… porque amor es lo que les he pedido para evitar las calamidades que amenazan a este planeta — siguió la guía con una voz completamente masculina — más ustedes me han ignorado y viven plenos de pereza, soberbia, egoísmo, violencia, indiferencia, cinismo, ambición, perversión, miedo, envidia, mentira, crueldad, hipocresía, impaciencia, blasfemia, ira, rebeldía y pérdida de fe. Defectos que durante siglos les he pedido y recordado deben evitar.
—…
—En mis templos las puertas siempre han estado abiertas para que mis “Facultades” los curen, sanen a sus familias, quiten sus sufrimientos y les libren de las acciones de aquellos que no creen en mi Luz. Ustedes saben que esa luz existe, pero la han desdeñado aún y cuando en mis templos no se pide una sola moneda a cambio para llenar sus manos de abundancia, paz, dones y consuelo.
—…
—Por desgracia, mis pequeños, mi infinita potestad y amorosa bondad ha sido malmirada por ustedes, la han desdeñado y ante ello no puedo hacer nada más que recordarles que todo lo hagan o dejen de hacer tiene consecuencias, para bien o para mal.
—…
 
4.
Mientras el Padre universal hablaba, observé una vez más el templo, con su color blanco cubriéndolo todo: desde pisos, techos, sillas, barandales y hasta madera, incluyendo la representación del implacable “Ojo avizor” (el que todo lo ve y encuentra), en mármol blanco.
 
Sin embargo, tuve que reconocer que había mucha razón en la llamada de atención que la gente estaba recibiendo, pues los tiempos han cambiado, se ha perdido el respeto por estas ceremonias de tal manera que entre las 120 personas que, calculé, asistimos (poco considerando que todavía hace algunos años llegaban multitudes), de las que a lo mucho seríamos 25 los que habíamos asistido vestidos de blanco, además de numerosas mujeres usando pantalón, cuando antes estaba prohibido.
 
Seguí mirando el templo: mantenían sus escaleras de 7 escalones, sus floreros con rosas rojas, blancas y laureles, las 3 sillas donde se sientan en orden la Guía, la Piedra Fundamental y la Tercera Guía. Todo estaba igual que desde hace años, excepto el corazón de la gente.
 
—Así, ante sus hechos, sentimientos y palabras, debo decir que en este momento ustedes, no solo los hijos de este pueblo, sino todos sus semejantes que habitan en los cuatro puntos cardinales, no son merecedores de absolutamente nada.
 
Si ya de por sí suele imperar el silencio durante este tipo de ceremoniales, al escuchar estas palabras mucha gente se movió incómoda en su asiento, otros clavaron su mirada hacia el techo o piso y solo los más atrevidos, pocos, hicieron algún comentario en voz baja.
 
—Antes de irme, les pido un gesto simple, pero que me dejaría complacido porque entendieron mis palabras. Miren a su alrededor, a los rostros de quienes comparten su fe en mí y véanse en ellos. Tómense un momento para saludar a quienes están a su lado, al frente y atrás, no olviden que todos son mis hijos y ellos sus hermanos. En este acto, no solo están creando vínculos, sino también están fortaleciendo la familia que he querido formar entre ustedes.
 
La gente obedeció, estoy seguro, más por miedo que por otra cosa, pues en los rostros de la mayoría no se reflejó verdadero convencimiento por la petición.
 
—Así como se les pidió muchos ciclos atrás pintar con sangre de cordero una cruz en la puerta de sus chozas para ser protegidos, así ahora les digo: pinten una cruz en su corazón con la luz dorada de mi amor infinito.
—…
—Hoy me despido de ustedes, mis hijos, en espera de que cada uno retome las riendas de su destino tras entender mi consejo. Mi amor por ustedes no decae, en cada latido de sus corazones y en cada gesto de bondad seguiré guiándolos en silencio.
 
Después de aquello el Padre Universal se despidió entregando bendiciones, mismas que eran recibidas por la gente sus manos, ansiosas, con las palmas hacia arriba.
 
Luego, la Guía mayor salió de trance y de inmediato fue asistida por la Piedra Fundamental y la Tercera Guía, acomodándola en una silla para que terminara de recuperarse.
 
5.
Cualquiera diría que aquello fue contradictorio, pues si la divinidad dijo que no éramos merecedores de absolutamente nada, entonces ¿por qué entregó bendiciones? Bueno, si alguien se lo pregunta es porque no entiende la esencia del Padre Universal ni la del espiritualismo.
 
6.
Propuse a mi esposa ser de los primeros en salir, sin embargo, me avisó que antes conseguiría Bálsamo espiritual y Aceite sagrado, el cual es obsequiado por dos Columnas a cualquiera que lo solicite, por lo cual tardamos unos 20 minutos en abandonar el templo.
 
Ya no intentamos de localizar a Clara. Seguramente ella nos buscaría por teléfono ese mismo día para pedir nuestra opinión sobre “el regaño”, sobre todo en las posibles consecuencias que tendría para la humanidad no merecer nada.
 
* El Espiritualismo Trinitario Mariano es una práctica espiritual (aunque sus creyentes la consideran religión), establecida en méxico en 1921, que combina elementos del cristianismo con estados de trance usados en el espiritismo kardeciano.

 


26 de octubre de 2024

Presentación de Mi vida con los muertos y Muertero

 


Se acerca el día de los aquelarres, la magia, los fantasmas y los sucesos paranormales del Día de Muertos de este 2024 y tengo el gusto de comunicarles que gracias a mi amigo Cutberto Enríquez, inquieto antropólogo creador de innovadores proyectos relacionados con historia, brujería y religión, realizaré la presentación de dos de mis libros, “Mi vida con los muertos” y “Muertero”, este 31 de octubre en el aterrador evento “Magicae, encuentro con el más allá”. 


El programa estará colmado de actividades que darán inicio a partir de las 2 pm hasta las 9 pm e incluirán desde vistas guiadas, y exposiciones hasta obras de teatro, mercadillo, mesas redondas, podcast en vivo y mi presentación a las 7 pm. 


La cita es en el “Fungi Bar Condesa”, un agradable restaurante de tres pisos ubicado en la calle de Tamaulipas # 106, en el corazón de la colonia Condesa, alcaldía Cuauhtémoc, 06170, Ciudad de México, CDMX.




10 de octubre de 2024

Indiferencia


1. 

Hace muchos años conocí en una Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería a John T. Smith, representante de asuntos internacionales del El Partido Comunista de los Estados Unidos de América (en inglés CPUSA), quien atendía un stand de libros.

 
Entre algunos de los que adquirí estaba una traducción al español de “La Cuestión Palestina”, el clásico de Edward W. Said, donde el autor, analista y teórico literario expone su interesante teoría sobre el orientalismo. Aquella tarde mantuve una conversación con John T. sobre diversos temas, destacando, obviamente, el conflicto árabe-israelí, que me hicieron comprender por qué la obsesión de Israel de invadir el territorio palestino. Y desde entonces le doy seguimiento al tema.
 
2.
Hace un par de semanas dos académicos, Peter Singer y Martin Skladany publicaron ensayo titulado “¿Es lo mismo la protesta ética que la protesta legal?”, en la página web del Project Syndicate, una organización internacional de unión de editores y asociación de periódicos, considerada como la mayor fuente de artículos de opinión del mundo.
 
En una parte de su interesante texto, señalan: “Sugerimos adaptar el principio internacionalmente reconocido de proporcionalidad en la guerra. Ese principio prohíbe las acciones militares cuando el daño causado a los civiles es desproporcionado en relación con la ventaja militar obtenida. Atacar a un solo comandante enemigo, previendo que el método utilizado matará a cientos de civiles inocentes, es un error”.
 
Si bien el análisis se centra en el tema de los límites legales en las protestas por razones humanitarias, el párrafo anterior aplica a la perfección la invasión que viene haciendo Israel a Palestina desde 1948 (la etapa más reciente a partir de octubre de 2023), con el pretexto de asesinar a los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica.
 
Sí, hace un año el primer ministro Benjamín Netanyahu dio la orden de atacar la franja de Gaza, la cual ha sido prácticamente destruida, muriendo 43,000 palestinos, principalmente mujeres, ancianos, niñas y niños, ya que el ejército israelí tiene entre sus objetivos destruir mezquitas, escuelas, hospitales, campos de refugiados, incluyendo edificios de la ONU que sirven de apoyo para las víctimas (donde a su vez han sido asesinados 317 trabajadores humanitarios).
 
Además, se calcula otros 10 mil fallecidos aún bajo los escombros tras la destrucción israelí, incluyendo el 62% del mobiliario arquitectónico urbano, entre casas habitación, comercios y edificios.
 
3.
Los líderes de Hamás ya fueron asesinados, sin embargo, Israel sigue atacando día y noche Palestina, además de haber extendido acciones militares contra Cisjordania, Líbano, Yemen, Siria, Irak e Irán, lo cal contradice la afirmación de Peter Singer y Martin Skladany sobre la proporcionalidad en la guerra.
 
Ahora, no se debe olvidar que los ataques iniciaron luego de que Benjamin Netanyahu fuera acusado por el fiscal general de Israel de fraude, soborno y abuso de confianza, usando el conflicto bélico para desviar la atención sobre los cargos y que solo consiguió durante algunos meses, ya que el proceso judicial ha sido reanudado por el Tribunal de Distrito de Jerusalén.



 
Más allá de las implicaciones geopolíticas de la agresión israelí, (con el apoyo de su proveedor de armas estadounidense), nunca en la historia de la humanidad se ha visto tal indiferencia ante el asesinato de tantas personas (ni siquiera por las masacres tribales en África), de ahí que hoy tengan más vigencia que nunca las palabras de Antoni Soler, escritor catalán, cuando señaló: “La guerra no es solo posible porque unas personas asesinas la decidan, sino también porque millones de personas no hacen nada y permiten que suceda”.
 
4.
Seguramente algunos lectores recordarán a Mafalda, el personaje creado por el historietista argentino Quino, concretamente la tira en la que Susanita (protagonista secundario caracterizado por una niña vanidosa, racista y arrogante), en la que dice con desprecio: “Por suerte el mundo queda tan, tan lejos”.
 
Sin embargo, ese mundo no está distante (tal como piensan millones de mexicanos, dados a predicar la indiferencia ante calamidades como esta), Oriente no queda lejos, Europa no se ve tan remoto, y de ahí, con pequeño salto, América tampoco estará lejano y ello nos lo están demostrando los ataques de Israel a sus vecinos, lo que significa el inicio de una guerra regional, y como dicen los analistas, señal de que en breve “estaremos ante un conflicto bélico global” que hará entender a 8 mil millones de personas que el planeta en realidad estaba a la vuelta de la esquina y que la misma barbarie que ignoraron ya está a la puerta de su casa.
 
5.
Lo dijo Dave Mustaine y me encanta repetirlo: “A la gente no le importan los problemas de los demás hasta que no les ocurren a ellos mismos, y entonces se sorprenden por qué nadie les ayuda”, lo que bien podría complementarse con las palabras de António Guterres, Secretario General de la ONU, cuando declaró que: “La pesadilla de Gaza es más que una crisis humanitaria, es una crisis de humanidad”.
 
No se rían, les juro que el mundo NO queda tan, tan lejos.


16 de septiembre de 2024

Estoy en una nueva antología literaria

 


Por lo regular busco ser incluido en un par de antologías literarias al año sobre los temas que comúnmente se abordan en el blog Basurero de almas.


Es un placer compartir con los amables lectores de este blog la reciente inclusión de su servidor en una compilación de la prestigiada “Editorial Rubín”, concretamente en su sello “Luna Roja”, dedicado a la ficción, terror, misterio, suspenso, slasher y demás subgéneros relacionados con la literatura sobrenatural.



Comparto el gusto con ustedes no solo con su organización, atención, respeto y calidad de sus publicaciones, sino porque hasta la fecha ha sido una editorial que ofrece un trato respetuoso a sus autores. No dudo que haya otras editoriales que ofrezcan la misma calidad, pero por lo pronto, luego de tantos años de navegar en el medio literario, “Editorial Rubín” me tiene complacido.



Luego de un largo proceso de selección, en donde el principal requisito fue contar con los estándares de calidad literarios que la editorial pide, su servidor fue elegido para participar en la antología “Letras bajo la Luna roja”, con el texto “El hijo del Curandero”.




Más allá de ser seleccionado, “Editorial Rubín” conforma un proyecto democrático en donde pone a consideración de los autores elegidos el título de la colección y la portada. Una actitud participativa que no había encontrado antes. Sin embargo, si ello no fuera suficiente, nos proporcionan todo el material visual que acompañan esta entrada.




La antología “Letras bajo la Luna roja” consta de dos volúmenes y el primero es donde tengo el honor de ser incluido. Nada más que compartirles mi satisfacción esperando que los futuros proyectos literarios planteados a “Editorial Rubín” fructifiquen.


6 de septiembre de 2024

Cuidado al adoptar a un desencarnado

para rocío y julio


1.
Son pocos los servicios funerarios en la ciudad de México que cuentan con velatorios dentro de cementerios. El Panteón Francés es uno de ellos, sitio ideal para buscar experiencias entre tumbas, pues a cada visita me suceden anécdotas para contar, como el texto “En el cementerio”, incluido en mi libro “Mi vida con los muertos”.
 
Iba a titular esta entrada “Cosas que no se deben hacer en un velorio”, al ser testigo de hasta dónde llega la pendejez de la gente en trances fúnebres, pero me pareció más interesante compartir lo que viví caminado entre sepulcros, mientras los dolientes fingían lamentar la muerte de una persona que, en vida, me consta, fue de lo peor.
 
2.
Aburrido de ver al espíritu contemplar su cadáver sin entender por qué estaba dentro de un féretro, miré el reloj y era casi media noche. Salí de la capilla, caminé hacia la entrada del velatorio y en el recibidor encontré a un primo político de mi esposa platicando con dos mujeres. Nos llevamos bien, así que en alguna reunión familiar en la que nos encontramos, nos saludamos gritándonos “¡primo!”
 
Había dejado de llover. Volteé hacia la derecha y luego a la izquierda, tratando de saber hacia dónde caminaría, lo que los desconcertó.
 
—¿Estás bien, primo? me preguntó.
—Sí, sólo estoy decidiendo a dónde iré.
—¿De qué hablas?
—Ya me conoces — dije y decidí por la izquierda.
—¿A dónde vas? — gritó una de las mujeres, enfundada en un ajustado pantalón de piel y una escotada blusa de seda, ambos de color negro.
—Daré un paseo — respondí luego de recordar que era prima del primo.
—¡Estás loco! — protestó la mujer — te puede pasar algo…
 
Levanté los hombros y comencé el trayecto.
 
3.
Caminé unos cinco minutos alejándome de la zona de capillas, luego pasé dos calzadas y entré en la tercera, la cual me llamó la atención durante el primer recorrido que hice al medio día y del que tomé una fotografía.
 


Avancé varios metros, me detuve y comencé a tomar imágenes con mi celular mientras a mi lado derecho oí algo parecido a una conversación entre mujeres. Supongo que se dieron cuenta que trataba de escucharlas, así que callaron. Durante un par de minutos se impuso la quietud, como debe ser en un cementerio, hasta que una desencarnada voz femenina advirtió:
 
—No uses destellos para hacer tus retratos — refiriéndose al flash, algo que no estaba empleando, más que nada para no llamar la atención del personal de vigilancia.
—¡Déjanos en paz! — exigió la otra.
 
“Retratos”, me dije pensando que ya solo los ancianos usan esa palabra, así que con seguridad las desencarnadas eran arcaicas. Reí y continué mi camino, pero metros adelante me detuve, por curiosidad vi las primeras fotos y pese a que no había salido ninguna luz, todo se veía iluminado. Vaya con los filtros de las cámaras.
 
Tomé otra foto, guardé mi celular y quedé en medio de la oscuridad: algunas nubes tapaban el cielo, ocultando de vez en cuando los rayos lunares. Avancé mientras el sosiego de los sepulcros me absorbía. Detuve mis pasos y decidí que era el momento de disfrutar la falsa paz para los vivos que solo los muertos la entienden: había llegado la hora de poner atención a los ruidos que me rodeaban.
 

Son placenteros los sonidos nocturnos en un cementerio, sobre todo porque no tan fácil se adivina si los causan animales, insectos, el viento, desencarnados o entidades que la mayoría de la gente no tiene idea cómo condicionan la vida de los humanos y que entraron a nuestro plano dimensional por los portales que algún malicioso dejó abierto para que en ellos entren y salgan a su gusto.
 
El llamado de un muerto vino del lado derecho, un murmullo que no entendí, pero me convocaba. Cogí mi teléfono, saqué otra foto sin flash, la revisé, pero los mausoleos se veían de nuevo iluminados. Me interné en el corredor, pero apenas había dejado atrás el árbol que casi ocultaba el pasaje sentí el golpe en la espalda. ¡Se me había pegado un muerto!
 

4.
El porrazo me dolió, pero no me asustó, pues tal como compartí en una vieja entrada del blog, la energía de los muertos es especial. Me encanta, como la vez que la Santa Muerte me abrazó o cuando se me subió el muerto mientras dormía. Placer total. Si la sabes disfrutar equivale a un breve éxtasis, aunque lo siguiente muchos lo definen “espeluznante”.
 
Sentí cómo la espalda comenzaba a pesarme, la energía del fantasma penetró mi espalda y llegó a mi pecho, se aferró a mis hombros, apretó mi cabeza y mi cuerpo tembló un poco. No dije nada, salí de aquel lugar para retornar a la calzada y volví a la zona de velatorios.
 
En la entrada el primo y las dos mujeres ya no estaban. Marqué el teléfono de mi esposa y avisé que era hora de irnos. Salió un tipo a fumar, le pedí un cigarrillo, lo entregó, encendió y me alejé unos pasos (yo no fumo, una señal de lo que el desencarnado pretendía si le permitía quedarse).
 
Ella salió minutos después, la luna brillaba, subimos al auto y al salir del cementerio le dije que se me había pegado un muerto. Solté una carcajada y me miró extrañada. Fuimos a cenar y de ahí a casa. Luego, antes de dormir, le dije al desencarnado:
 
—Esta es mi vida. Tú dices… te quedas para ayudarme, te doy luz y evolucionamos juntos o que cada quien siga su camino — propuse el pacto, pero como respuesta recibí una risotada.
—Perfecto — sentencié, hice marcas en mi cuerpo con cascarilla para que me no me molestara mientras dormía, las molestias por traerlo encima se esfumaron y me acosté. Dormí como si no tuviera karmas.
 
5.
Al siguiente día mi esposa y yo nos levantamos temprano, desayunamos, entré a la ducha y las incomodidades por el muerto volvieron al lavar la cascarilla con el agua y jabón.
 
—¿Dormiste bien? — preguntó mi esposa en algún momento.
—Como muerto — ironicé.
—¿Y tú nuevo inquilino?
—No entendió, hay gente que es pendeja estando viva y muerta.
—Pareciera que quieres adoptar un desencarnado — cuestionó y me limité a levantar los hombros.
 
Evité usar ropa negra y opté por la mezclilla. Guardé una cascarilla, un par de frascos con polvos y un clavo de ferrocarril. Volvimos al panteón.
 
6.
El desfile de millonarios, políticos e intelectuales para dar el pésame fue la constante desde temprano, a los cuales rehuí lo más que pude, aunque no pude evitar que me presentaran a alguno en la cafetería, con su pésimo menú de siempre. Ahí saludé a algunos de los famosos de siempre y crucé frases diplomáticas con un escritor (por aquello de su recelo hacia la temática de mis libros), a quien no veía… desde el último velorio.
 
Avanzó la mañana, el medio día se esfumó durante la llamada “misa de cuerpo presente”, de la cual escapé a los dos minutos de haber empezado, luego de ver la retahíla de sandeces que pretendían seguir haciendo los dolientes, pensando que con eso rendían honores al amasijo de huesos y carne rancia que los ignoraba dentro del ataúd.
 
Luego, la tarde marcó la hora de la cremación al tiempo que el muerto insistía en aferrarse a mi espalda. Mientras esperábamos las cenizas llegó la noche. Comenzó el desarme de las ofrendas, cogí un gran ramo de flores blancas, salí de nuevo rumbo a las tumbas, pero esta vez no caminé mucho ni me interné demasiado para lo que pensaba hacer.
 
—Era por la buena, pero no lo quisiste. Te vas a la chingada por la mala. Perdiste tu oportunidad — avisé al desencarnado — ni siquiera pienso llevarte con alguien para librarme de ti, porque eso sería darte luz y no te la mereces. Aquí te quedas, cabrón.
 
Vislumbré la tumba donde lo dejaría. Tomé una foto. Quedaba a la mano, debajo de un árbol y en una zona más o menos iluminada. Era de una mujer. Apareció su espectro. Coloqué una flor en la entrada del pasillo, asintió, me adentré, saqué una cascarilla y pinté unos signos en su lápida. 
—La flor del muerto (el fallecido por el que estábamos ahí), por el muerto (el ánima que se me pegó) y para el muerto (la dueña de la tumba) — recé en voz alta, pinté otros signos, saqué polvos y los esparcí encima, hice más símbolos y de inmediato sentí como el fantasma se desprendía de mi cuerpo, saqué el clavo de ferrocarril, hice un trazo en la cabeza y lo activé con un rezo. Lo clavé al pie del sepulcro, lo hundí por completo con el pie y lo cubrí con otros polvos: con eso quedó anclado y la trampa oculta. Puse las flores y la desencarnada asintió de nuevo.
 
7.
—¿Todo bien? — preguntó mi esposa apenas salí de la penumbra, quien sin que yo le avisara lo que haría, me esperaba de pie sobre la calzada.
—Por supuesto.
—En cuanto vi que cogiste un ramo de flores blancas supuse en qué lo usarías — dijo.
—Ya me conoces.
—Vámonos, los desencarnados se están alborotando — propuso.
 
Esa noche cenamos en casa mientras interpretaba a mi esposa las chorradas que hizo la gente en la capilla.
 
8.
Al siguiente día regresamos para estar presentes en el depósito de las cenizas. Obvio que en cuanto los dolientes comenzaron frente a los nichos una vez más con idioteces, me alejé para caminar entre sepulcros y mausoleos para tomar fotografías. No había riesgo de que se acercara otro espíritu chocarrero. Llevaba una cascarilla en el bolsillo. Tomé fotos.
 
Una familia llegó de última hora, incluyendo a dos niños. Al poco el más pequeño comenzó a llorar. Le calculé unos cinco años. Un muerto se le había pegado. No era asunto mío.
 

9.
Solo una vez he capturado la imagen de un desencarnado y fue hace años. Es una historia que aún no escribo. Ya lo haré. Sucedió en un gimnasio y ese sí que era un espíritu chocarrero.
 
Claro, tampoco es que haya buscado a conciencia fantasmas en las imágenes que ando tomando por todos lados. Así que si el lector encuentra alguno en las fotografías que acompañan esta entrada, recibirá un premio: ser invitado a mi siguiente recorrido en un cementerio a la media noche.