Sí, ya se dijo que a LL le gusta leer, que
tiene excelentes y variados gustos literarios, que regala libros (y también los
presta), que cuenta con una interesante conversación en la que combina
sabiamente lo que ha leído con todas las experiencias adquiridas en los países
que ha visitado en los rincones más disímbolos del planeta… y que por si fuera
poco posee una personalidad que deja siempre a casi todos con ganas de más por
aquello de que “hipnotiza con sus palabras”…
Pero tiene más virtudes que esconde
perfectamente y por lo mismo escasas personas le conocen: también escribe… y se
le da muy bien…
LL nunca da un paso si no sabe qué tanto
podrá controlar una situación en términos de salir airosa… y eso se nota hasta
en la adquisición de libros pues en alguna ocasión sufrió un poco para regalar
uno… y tuvo la suerte de salir airosa de las ganas que tenía de regocijarle el
alma a una persona que le gusta leer…
Y sin embargo para un gran consumidor de
libros repetir aquella experiencia podría resultarle desgastante, de aquí que
LL prefiera mejor pedir una lista para hacer sentir que al recibirle se es de los
pocos afortunados en eso de sus grandes detalles…
Pero aquí el asunto interesante es decir
que LL escribe, y lo hace de una manera tan fluida, que incluso ya tiene en su
haber un premio que ella ha tratado de ocultar celosamente… y aunque argumente
lo que quiera en contra de ese galardón, al final de cuentas es un texto
premiado por un sinfín de motivos… pero sobre aquellos que no sea el de la
virtud de la palabra, no hablaré aquí…
LL escribe… un ejemplo de ello?
Está la historia sobre un libro… vamos a
suponer que todo comenzó con una idea… y digo presumamos porque a veces el
inicio “de las cosas” siempre tiene un origen en ocasiones impreciso… y esa
idea comenzó cuando decidió regalar un–en-un-principio-incierto libro… así que
fue a la librería, vivió una historia particular en eso de conseguirlo y finalmente
lo obtuvo con el extraño nombre de Låt
den rätte komma in, la afamada novela de ese John con los apellidos
impronunciables de Ajvide Lindqvist: ese extraño caso de literatura de terror sueca…
Y es que eso de la extraña manera en que lo consiguió fue lo que dio pie a que yo
conociera otra de las tantas virtudes que ella posee…
Así que de acuerdo a su propio testimonio
narrativo, ella tenía ya el libro pero le faltaba una dedicatoria, la cual se
convirtió en algo cercano a un poema, pero faltaba la historia detrás de… y
curiosamente, quizá por una extensión de esa inspiración poética de la
inscripción, se decidió a plasmarla en un texto más o menos largo… pero eso
sucedió una vez que hice labor de convencimiento y hasta que tras varios días
finalmente conseguí que LL la escribiera…
Sería injusto decir que fue el único texto que LL escribió para regalar, porque hay otros igual de extensos que también fueron creados para disfrutarles… o al menos en los últimos 6 años su palabra escrita tuvo siempre a una razón: que alguien los conociera…
Obviamente que con ella las cosas nunca
funcionaran de manera tradicional… jamás… no sólo en lo que a ella se le
ofrezca y que esotéricamente todo mundo se desvive por darle, sino en lo que también
entrega selectivamente al universo que la rodea, que en eso igualmente hay razones
justificadas…
Es quizá esta elección la que cualquier persona podría usar como “razón”
para un hipotético entendimiento de por qué ella tarda tanto en volver a
escribir… pero pensar así es tratar de resumir con cínica simpleza que todos los sentimientos que puede padecer
un ser humano son los que van desde la letra A y hasta la B…
Incluso no faltaría el burlón que afirme
que ella ya no quiere “regalarle” más de su inspiración al afortunado (si alguien
se llegara a enterar que LL escribe… o peor: por escribir podría dar pie a
inventar falsas teorías tremendamente complicadas)… pero acá debemos recordar
que un “burlón” suele estar emparentado con “los payasos” y que a estos se les
toma muy poco en serio…
Ah, creo me olvidaba especificar algo: me
he referido todo el tiempo solamente a sus textos, pero por si no he sido claro
entonces considero prudente aclarar que si se trata de escribir, LL escribe a
diario frases o pequeños párrafos, lo que en su momento hace que su creatividad
literaria se convierta en necesaria… pero incluso en este aspecto ella puede
darse el transformador lujo de que sólo entregue monosílabos, importándole una
soberana fumada si con eso fuera suficiente…
Pero regresando al tema: qué tienen de
especial los textos de LL?
Una impresionante cadencia: ya sea en 5
palabras de cualquiera de sus dedicatorias en la página de un libro o las
redondas historias que puede plasmar cuando se lo propone… ya sea en varias
cuartillas o en su cotidianas breves líneas, ella da una pista de todo lo que
guarda en su enigmático universo…
Cualquiera que pudiera tener la suerte de
poder leerla seguramente quedaría sorprendido no sólo por su creatividad, sino quedaría
atrapado por esa particular manera que tiene la óptica con la que ve la vida…
porque ella a va y viene… sube y baja… ve, escucha y vive… lo que en su
conjunto permitiría definirla como una mujer que tiene lo que a mucho(a)s
neo-escritores les falta en la actualidad: inspiración…
Una pequeña muestra?... muy sencillo,
supongamos que existe algún favorecido que tuviera la oportunidad de conversar
con LL por espacio de media hora… con toda seguridad el afortunado en algún
momento podría quedar algo así como suspendido
en el tiempo, mientras observa su mirada y se preguntará: “y que estará
pensado en este momento ella de todo lo que estoy diciendo?”...
Pero dejando de lado esta impresión debemos
regresar al pequeño gran detalle, uno de los tantos que caracterizan a LL, de
que hace lo que quiere y cuando quiere, si es que finalmente desea hacerlo… lo
que significa que escribirá cuando simplemente a ella se le antoje, porque en
eso de las ganas para hacer o deshacer cualquier cosa ella es inamovible… pero
creo que seguiré presumiendo: si me lo propongo podré convencerla de que
escriba más seguido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario