Alguien escribió al blog pidiendo que se publicara
una entrada sobre el signo Iwori-Rote, también llamado Iwori Irete, Iwori Rete
o Iwori Birete, y lo hago para aprovechar, e insistir, que en una ceremonia de
Mano de Orunla siempre deben estar presentes cuatro Babalowos, ni más ni menos,
pues como advierte el oddu: El mundo está soportado por cuatro esquinas.
Una mano de Orunla sin cuatro Babalowos
está mal hecha, o en el pejor de los casos, incompleta. Deben ser cuatro porque
representan las cuatro columnas de Ifa, representan los cuatro puntos
cardinales, representan los cuatro nuevos cuerpos (con los que renace el
iniciado), además de que cada Awo realiza funciones específicas durante el
plante.
Sin embargo, en ese signo se incluye más
información relacionada con el número cuatro, como “La calle no se dobla por la
esquina (ninguna de las cuatro), sino por el centro” y porque en él nacen “Las
cuatro estaciones del año”.
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Claro que en Iwori-Rote hay otra
información interesante para quien lo porte, como, por ejemplo, por qué el Awó les
hace misa espiritual a sus muertos, pero también hace duros señalamientos, como
que en casa todos los días hay pleitos entre la familia y ello puede acabar en
desgracias, avisa sobre varias enfermedades al mismo tiempo (entre ellas
parásitos intestinales) y que la persona no consigue recuperarse de una dolencia.
Avisa que el hombre deja siempre a una
mujer por otra y por otra… y que será su perdición volver con alguna pues ello
le costará la vida, ya que la mujer también tiene sus intereses ocultos.
Previene de desconfiar de todo mundo para
que le llegue la suerte (le llegará un dinero que le servirá para atender su
salud), pero también que tendrá un hijo al que deberá hacerle Ifa si quiere
salvarle la vida.
Las mujeres son determinantes en la vida
de la persona, ya que pueden hacerle amarres de amor (a un hombre o a una mujer).
Advierte también sobre las mujeres que tienen amantes: habla de una que anda
con tres hombres, uno de ellos comerciantes, que le robará a la mujer el dinero
que consigue de otro amante (el dueño del signo).
Recomienda evitar lugares altos, se debe dar
dinero a la gente de la calle (indigentes, pordioseros, etc.), no debe ser caprichoso,
no le conviene robar porque después le despojarán el doble de lo que cogió, advierte
de tener cuidado con el fuego para evitar la quema de la casa y evitar ofender
a la gente, cuidando lo que se diga, aún y cuando no se tenga intensión de
hacer sentir mal al otro.
Es importante no estar en la calle
después de las 12 de la noche para evitar problemas con Egguns. En este sentido
se exhorta hacer oparaldo a la persona de este signo, ya que tiene un
desencarnado que simula ser bueno y ayudar, pero en realidad es oscuro. También
se debe hacer rogación de cabeza continuamente para evitar la mala cabeza.
La persona debe cuidarse pues lo están
vigilando para arrestarlo o asesinarlo, dependiendo de las cosas a que se
dedique. Señala que la persona es voluble, déspota, parlanchín, irresponsable, bromista,
caprichuda y abandonada.
Se debe destacar que en este signo nace Olori-merin,
una deidad a la que ya no se le rinde culto, pero a la que antes se le
sacrificaba un recién nacido de no más de tres días (cuatro veces al año), donde
un sacerdote degollaba al niño y la sangre, recogida en una calabaza o vasija
de barro, se depositaba en un montículo, luego la carne se cortaba en pequeños
trozos y se enterraba ahí mismo. Durante este sacrificio la madre debía estar
presente.
Esto último se debe tomar mucho en cuenta
para evitar la sentencia del signo donde “El gallo pica al pollo porque ve en él
a un posible rival”, o sea, para que el padre no maltrate o asesine al hijo por
envidia, aunque también hace alusión a las rogaciones de cabeza para evitar
pensamientos disparatados (por aquello de los caprichos de Olori-merin).
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