18 de diciembre de 2019

Mas allá de los ritmos yoruba


Amables lectores: antes que nada se les informa que no habrá más Basurero de almas por el resto de 2019, y a continuación los administradores de este blog, seablue y ujulerachid, les desean unas relajantes vacaciones, felices fiestas, abundante salud y prosperidad para el venidero 2020. ¡Infinitas bendiciones para todos y nos leemos en enero!


1.
La práctica afrocubana de la Osha e Ifa ha influido enormemente la cultura universal en expresiones como la escultura, danza, pintura, cine, literatura y obviamente música.

En el caso de músicos cubanos tenemos las extraordinarias grabaciones que hicieron los clásicos “Síntesis”, “Orquesta Irakere” o “Chucho Valdés”, así como bandas que combinan ritmos Yoruba con música electrónica, jazz, rock o hip-hop como Afrekete, La cosa nuestra, Yoruba Andabo, Ibeyi, Osunlade, Quidam Pilgrim, Orishas, Daymé Arocena y Pauza.

La influencia ha traspasado fronteras y ahora en cualquier parte del mundo se encuentran cantantes o grupos influenciados por ritmos afrocubanos o con temas dedicados a deidades Orishas que han alcanzado fama mundial, como Santana, Flex B, Deva Premal, Akin Onasanya, Nsista, David Byrne, Nakany Kanté, Eddie Palmieri, Bando, The Garifuna Collective o los extraños casos de P-18, Mickey Hart, Ife y Transglobal Underground.

2.
“P-18” es una banda formada en 1995 por el francés Thomas Darnal (tecladista, guitarrista, fundador del combo Mano negra y creador del concepto Urban Cuban). Tras vivir tres años en Cuba, donde conoció la Santería, mezcló música electrónica, ritmos yoruba, jazz, rumba y reggae. Después dos ex Mano Negra, Daniel Jamet y Philippe Teboul se le unieron para enriquecer su sonido, apoyados por Yamilka Cardoso, el trompetista cubano Barbaro Teuntor, Esther Teuntor y el grupo “Ire Ire”. Darnal es un permanente viajero con su faceta como DJ, lo que le ha permitido adentrarse en las llamadas “músicas del mundo”. “P-18” ha grabado 3 discos (“Urban Cuban”, “Electropica” y “Viva P18”), de entre los que destacan temas dedicados a Shango, Oggun y Yemaya.


3.
Mickey Hart tiene una historia más extraña: es baterista y co-fundador, en 1965, del mítico grupo de rock piscodélico Grateful Dead, lo que difícilmente lo acercaría a los ritmos cubanos, mas en 1990 funda “Planet Drum” tras publicar el libro Drumming at the Edge of Magic, que lo llevó a interesarse por la música Yoruba y le permitió ganar en 1991 un premio Grammy al mejor álbum de “músicas del mundo” con su primer disco “Planet Drum” donde dejó la batería y se centró en tocar las percusiones; más tarde fundó “Global Drum Project” y ha producido los discos “The Yoruba: Orishas Across the Ocean” y “Drums of Passion: The Invocation”. Durante la gira para promocionar “Planet Drum” destacó un par de temas en honor a Shango.


4.
“Ife” es el nombre de un proyecto encabezado por el baterista y Babalowo puertorriqueño Otura Mun, el cual combina dancehall jamaiquino, soul, rumba, electrónica, rhythm and blues y hasta hip-hop con cantos Yoruba. Recientemente publicaron su primer disco titulado “IIII + IIII”, el cual consta de 9 temas y con el que ha realizado largas giras por Europa y América. Además de Otura Mun, “Ife” está integrado por Rafael Maya, Beto Torrens, Anthony Sierra y la cantante Yarimir Cabán. Aparte de su propuesta musical, cuentan con un documental dirigido por Omid Fatemi y titulado “Conversaciones con Otura Mun”. De su primer disco destacan temas como “Casa del amor” (Ogbe Yekun) y “3 mujeres” (Iború Iboya Ibosheshé).



5.
El caso más atípico de todos sería el de Transglobal Underground, banda inglesa especializada en una fusión de ritmos asiáticos y africanos con música electrónica occidental. El grupo ha tenido colaboraciones de músicos de diferentes países, siendo los permanentes Tim Whelan (teclados, guitarra, voz), Hamilton Lee (percusión y teclados) y Doreen Thobekile (voz, ya fallecida). Han grabado numerosos discos a lo largo de ya casi treinta años, siendo “The Stone Turntable” uno de los más diversos en cuanto a la incorporación de ritmos africanos, de donde destaca la canción “Gunsinger”, en la que se hace mención de Obatalá e Ifa.



6 de diciembre de 2019

Ley Varela va contra Paleros y Santeros


Quizá algunos no lo recuerden, pero el 29 agosto de 2018 diversas organizaciones protectoras de animales de la Ciudad de México se manifestaron frente a la Secretaría de Seguridad Pública para exigir se realizaran operativos en el Mercado Sonora (principal punto de comercio de productos de Santería del país) y prohibir la venta de animales.

El tema llegó un poco más lejos y el llamado “Frente Ciudadano Pro Derecho Animal” realizó incursiones en dicho mercado donde acumularon pruebas de que la venta incluye maltrato animal por hacinamiento, desnutrición y enfermedades de las especies que ahí se ofertan, situación que brevemente puso en el ojo del huracán la práctica de las Reglas Conga y Osha.

El tema no pasó a mayores hasta que más de un año después Leticia Varela Martínez, diputada del partido gobernante, plantea una iniciativa de reforma a la “Ley de Protección a los Animales de Ciudad de México” para que se cumpla con las disposiciones legales en el comercio de reptiles y animales, propuesta a la que se la ha llamado “Ley Varela”.

La fuerza que ha cobrado generó ya posiciones radicales entre quienes la apoyan y la rechazan, al grado de que hace un días comerciantes, polleros, locatarios, veterinarios, santeros, ganaderos y criadores realizaron una marcha y mitin para que dichas reformas no sean enviadas al Congreso local, en su caso detener la dictaminación y realizar foros incluyentes donde se escuche a todos los involucrados.

Vale la pena destacar que en caso de aprobarse la “Ley Varela” perjudicaría también a las personas que se dedican a la venta de peceras, correas para perros, jaulas, accesorios y dueños de criaderos, lo cual impactaría en la perversa obsesión que tienen los capitalinos por la adopción de perros como mascotas, que al convivir con humanos, viven más hacinados que los que se ofertan en el Mercado de Sonora.

El argumento de la diputada Leticia Varela Martínez para solicitar los cambios a la ley, es que “se debe erradicar y prohibir todo aquello que atente contra la vida e integridad de los animales, por lo que resulta lícito sancionar a quienes lo realicen”.

Pese a las protestas la iniciativa sigue avanzando: ya fue enviada a comisiones y se procederá a su discusión, y en caso de aprobarse, entre los afectados no serían aquellos que tienen mascotas ante su falta de capacidad para socializar con sus congéneros, estarían los practicantes del Espiritualismo, Satanismo, Islam, Ifa, Chamanismo, Palo Mayombre, Judaísmo, Brujería, Santería, Vudú y demás religiones que sacrifican animales.

Sobre la manera en que afectaría la práctica del Palo y la Santería, la iniciativa señala que "La utilización de animales en la celebración de ritos y usos tradicionales que puedan afectar el bienestar animal, así como también se sancionara a las personas que ofrezcan la realización de dichos rituales y aquellas personas que provean, trasladen o comercien animales no humanos para tales fines”.

Es importante señalar que debido a que estas prácticas se equipararían al maltrato o crueldad animal por los métodos para sacrificarlos, el artículo 350 del Código Penal del Distrito Federal establece que se sancionaría con penas que van de seis meses a dos años de prisión y de 50 a 100 días multa a quien las practique, pero además señala que si las lesiones ponen en peligro la vida del animal, el castigo se incrementarán un 50% de lo ya señalado.

Claro que la “Ley Varela” tiene sus bondades, como que la plaga de perros que asola a la ciudad (con sus consecuentes enfermedades y suciedad) no podría entrar a jardines si carecen de collar, obligaría a cuidadores a no pasear más de cuatro en la vía pública, exigiría que cuenten con placa y prohibiría a los perros ingresar a plazas comerciales, consultorios médicos, hoteles, cines, comercios y parques.

Antes de eso se avecina un encontronazo que dará lugar a largos y airados debates entre los defensores de animales y los practicantes de religiones neopaganas, ya que en medió quedaría la “Libertad de cultos” y la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

Sobre la “Libertad de cultos” el artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que “todo individuo es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”.

Por su parte la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce que “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

En caso de aprobarse la “Ley Varela” se generaría un mercado negro de animales para los practicantes de las religiones afrocubanas, lo que llevaría a un incremento de su ya de por sí abusivo precio, aparte de obligar a nuevos sistemas de distribución como la entrega a domicilio (que en algunos casos ya sucede), lo que incrementaría su costo... y la represión policíaca.

Pero a su vez esto lleva una velada amenaza para los practicantes de Palo, la Osha y sus creencias, como en su momento también lo fue la advertencia y posterior creación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, en el año 2001, la cual perjudicó gravemente a Hierberos, Curanderos y Chamanes al prohibir la venta de plantas medicinales que ya alcanzó las 500 especies de hierbas.

29 de noviembre de 2019

Parfait


Habían pasado tres años desde que atendí a Emelie y a su esposo, https://basurerodealmas.blogspot.com/2014/06/es–lo–malo–de–los–libros–15.html, así que no me quedaba claro el motivo de su llamada para agendar un encuentro.

Me citó en un restaurante ubicado al sur de la ciudad, cómodamente cerca de mi casa; mi esposa pasó de ir y optó por comer con S, su amiga judía y excelente tarotista que en esos días estaba estrenando programa de radio.

“Cluny” obviamente es un establecimiento especializado en comida francesa y acepté vernos ahí el sábado, pero hasta la tarde (a la hora del café), sugerencia que no objetó.

Llegó puntual hasta la mesa en la que yo me había sentado minutos antes, nos saludamos con propiedad (a fin de cuentas empleada de la embajada francesa), pero ocultó su gusto por verme. Pedimos café y sin más pregunté por su esposo (pensé que la intención de vernos era pedir ayuda por nuevas brujerías), pero su informe fue hablar maravillas sobre él y lo bien que van sus hijos en la escuela.

tout va bien, parfait – remató la descripción de su vida actual.
– me da gusto.
– ¿dónde aprendiste mi idioma? – me cuestionó en español.
– en ningún lado: mi reencarnación anterior fue en el Haut Rhin francés, por eso se me facilita entenderlo, pero no lo hablo – expliqué – aunque quizá debería estudiarlo – agregué, sonrió y concluí que seguro muchos mexicanos la considerarían más que guapa.

Hicimos algunos comentarios más, luego agradeció de nuevo haber salvado su matrimonio y cambió de tema al preguntarme, con cierta emoción, si me gustaba leer al francés Michel Houellebecq.

– como lector tengo una relación ambigua con él – señalé – le he leído unos cuatro libros y su posición anti–todo y sus críticas contra el mundo occidental me parecen infantiles… creo que con los años sus textos van de interesantes a menos… de seguir así dejaré de leerlo.
– ¿parce que? – me interrumpió mirándome extrañada.
– quizá para ustedes Houellebecq sea un profeta, pero para mi es más un provocador que un concientizador, no lo encuentro propositivo… acepto que entiende a Francia, pero sabe que es una sociedad con muchas debilidades, defectos que sólo utiliza para asustarlos con la posibilidad de perder sus comodidades en la vida, lo cual me extraña tomando en cuenta que ustedes son bastante cultos…
– ¿vous le considérez comme un menteur?
– buena pregunta – concedí reprimiendo mis ganas de pedirle que hablara en español – acabo de leer una entrevista a la escritora Virgine Despentes y si mal no recuerdo en una parte afirma que no le parece que Houellebecq “tenga una mentalidad tan simple como lo que deja entrever en sus últimos escritos, pienso que hay un punto de provocación, de dar a la gente lo que quiere, de personaje”… como verás, coincidimos: escribe lo que la gente quiere leer.
cette opinion ne laisse pas si mal – señaló ella.
– pareciera que no, pero por los 666 Demonios Sumerios que controlan este planeta, sus libros son meras bravatas, mordaces y llenos de odio contra los propios franceses: vulgar fanfarronería… en cada fotografía de los últimos 20 años mantiene la misma pose burlona, despeinado y con su eterno cigarrillo entre los dedos… ello habla ya de un producto y no de un autor… es tan patético que ser acusado de pornógrafo, xenófobo, misógino y racista lejos de perjudicar su imagen la enaltece. 

Tras oír esto último Emelie suspiró, abrió su bolso, sacó una bolsa de la librería Gandhi, me lo entregó, sonrió con tristeza (pero dado que eso podría ser contradictorio, digamos que lo hizo con frustración), se levantó en silencio (hasta podría afirmar que con elegancia) y se fue sin mayor drama (como acostumbran lo europeos).

Aquello me tomó por sorpresa, pero al menos su diplomática partida me evitó un bochorno público (algo que tomamos con vergonzoso drama los latinos). Pedí otro café, abrí la bolsa y contenía la nueva novela de Michel Houellebecq, “Serotonina”, en cuya primera página había una dedicatoria que decía: “avec ma gratitude éternelle”.

Días después, tras haber intentado leer el regalo (debo reconocer que lo abandoné en la página 119), sigo sin entender el refinado drama que hizo Emelie en la cafetería (aunque… tampoco es que importe: puedo esperar otros tres años a que me busque para preguntarle el origen de su agravio). Lo que sí, tras el pésimo “Serotonina”, jamás volveré a leer a Houellebecq.

Michel Houellebecq, Serotonina, 352 páginas, Editorial Anagrama, 2019

22 de noviembre de 2019

Cada día me siento más solo


Este blog se ha vestido de luto varias veces por la muerte de importantes guías, sabios o religiosos que han sido definitivos para la formación espiritual de su servidor. Si bien no siempre escribo sobre todos aquellos que han cumplido su ciclo físico, a veces el aspecto sentimental se impone y termino por manifestarme por las ausencias.

Así, esta vez tocó su turno al irrepetible Salvador Freixedo Tabares, un filósofo, escritor, investigador, exsacerdote católico y exjesuita, ordenado en 1939, quien dejó los hábitos en 1969 tras señalar que la agonía del cristianismo: “está paradójicamente en sus cosas sagradas, está en sus creencias, está en su biblia, está en la misma idea que tiene de redención y de salvación, está en la total falta de respeto con que sus teólogos y  predicadores han manipulado el concepto de Dios y está finalmente en ese personaje vengativo y tiránico que encontramos en el Pentateuco y que se nos ha querido imponer como Dios”.

Su confrontación con la Iglesia Católica no fue sólo por su posición crítica a su predominio religioso carente de humanismo: entre muchas otras cosas sacó a la luz pública las tenebrosas prácticas esotéricas (para referirse a ellas acuñó atinadamente el término “crimen de magia”), que se realizan al interior del Vaticano, muchas de ellas opuestas a la creencia teológica monoteísta de un Dios bondadoso.

Autor de más de 30 libros, quizá sean “La granja humana” y “Defendámonos de los dioses”, sobre todo este último, los que mejor representan sus críticas a la religión y a otros poderes sobrehumanos que condicionan nuestro destino, donde trató de contestar la pregunta de si los dioses que nos presentan las religiones son unos embaucadores.

Para su servidor una de las frases que resume su filosofía espiritual es: “El hombre ha cumplido ya mayormente su misión y, o evoluciona radicalmente, o no tendrá más remedio que dar paso a otras maneras de enfocar la verdad”.

Asiduo visitante de méxico, platicar con él era un placer durante horas, sin que uno se atreviese a interrumpirlo para no perder un ápice de su interminable conocimiento espiritual.

En una de esas conversaciones Salvador se explayó sobre el tema de los desencarnados, explicando que era muy difícil deshacerse de los conceptos del mundo como lo conocemos, para adentrarse en el más allá, ya que éste ha sido monopolizado por todas las religiones, sobre todo las institucionalizadas, las cuales siempre lo han presentado como algo “aterrador”.

Sobre los muertos, un tema que conocía ampliamente y manejaba con tal lógica que me dejaba atónito, advertía que se dividían entre “buenos” y “malos” y que lo único que buscan al entrometerse en la vida de las personas, era “su propio bien”, llegando a influir en sociedades enteras.

Freixedo señalaba que si los desencarnados se encaprichaban con una persona o un pueblo, podían hacerlos víctimas de “bromas” pesadas e incluso algunas que definía como “macabras”, sin que nadie llegara a darse cuenta de que estaban siendo manipulados.

Ahondaba diciendo que por su experiencia le constaba que los desencarnados tienen “cuerpos físicos compuestos de campos de ondas” y que disfrazaban sus actividades a través de lo que llamamos “fenómenos naturales”, “coincidencias” o “circunstancias” a las que no poníamos la suficiente atención. En una ocasión me dejó perplejo al explicarme que la lógica de las acciones de los desencarnados era diferente a la nuestra, por lo cual a veces no entendíamos sus acciones y mucho menos sus motivos.

Insisto, como muertero todo ello era lógico, pero me impresionaba la sencillez con que lo exponía, simplicidad que en ocasiones contrastaba con la necesidad de usar oráculos, o la arriesgada videncia, para determinar la presencia de un desencarnado en la vida de un paciente.

La última vez que vi a Salvador fue en junio de 2017, durante su participación en un congreso: si bien trataba de mantenerse activo, sus 96 años de edad ya se manifestaban físicamente, pero su lucidez y elocuencia volvieron a sorprenderme.

Una pérdida irreparable su fallecimiento, sobre todo por el silencio de los alineados medios de comunicación, quienes buscando quedar bien con los jerarcas de la Iglesia Católica dejaron pasar la noticia, sin embargo, en medios independientes se rindieron justos e interesantes homenajes a sus infinitos logros.

Independiente del consuelo que pudiera significar que Freixedo nos deja un legado extraordinario (entre libros, videos, entrevistas y conferencias), junto con la gratificante experiencia de haber conocido otros guías y religiosos ya citados en este blog, tantas pérdidas en poco tiempo generan en mí una terrible sensación de soledad: ¡nos estamos quedando sin sabios!

14 de noviembre de 2019

Orishas, penal de topo chico y narcotunel de tepito


Dos temas de la insidiosa nota roja mexicana, relacionados con la práctica de la Santería, ocuparon en semanas pasadas sus principales titulares.

El primero de ellos relacionado con el cierre del penal “Topo Chico” el pasado 30 de septiembre de este 2019, (localizado en Monterrey, Nuevo León, al norte del país), y que un periódico consignó que con ello “oficialmente terminaron 76 años de horror, crimen, rebeliones, autogobierno y los sucesos más oscuros de esta penitenciaria”.

El excelente periodista Héctor de Mauleón visitó dicha cárcel y escribió una crónica digna de leerse y en la que señala: “caminar hoy por las celdas abandonadas y llenas de sensaciones, es como sumergirse en el reino de la oscuridad. Ratas, basura, coladeras tapadas, imágenes en todos lados de la Santa Muerte, así como de la religión Yoruba: el escenario de la peor miseria humana imaginable ha quedado prácticamente intacto tras el cierre del centro penitenciario”.

En otros periódicos se dio detalle sobre un altar dedicado a la Santa Muerte que ocupaba toda una cancha de basquetbol, pero destacando otro a Elegua que abarcaba una celda completa y con ofrendas en grandes cantidades de dulces, pelotas, abundantes cochecitos de plástico, veladoras, juguetes, fruta y señales de haber recibido sacrificio de animales.

Por si no fuera suficiente la prensa se regodeó semanas después (el 22 de octubre), con otra noticia relacionada también con las oscuras prácticas que se hace en la Santería mexicana, donde se señaló que tras un operativo en el delictivo Barrio de Tepito, en la capital del país, se encontró “un narcotúnel, laboratorios para elaborar metanfetaminas, armas de alto poder y hasta un altar de Santería fue lo hallado durante el operativo de la Policía capitalina junto con la Marina”.

Más aquí el hallazgo alcanzó tintes grotescos cuando se contabilizaron 42 calaveras, restos óseos y hasta fetos en un altar dedicado principalmente a Oggun, combinado extrañamente con Satanismo, culto a Eggun, Palo Mayombe, la Santa muerte y Espiritismo cruzado (la prensa, para no variar, se ha inventado el término de "Santería negra" para aglutinar todos los objetos encontrados), cuyas fotografías recuerdan irremediablemente al culto de los "Narcosatánicos".

Tras este descubrimiento oficialmente se especificó que “la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México reveló imágenes al interior de la vecindad de la calle Peralvillo y llamaron la atención aquellas donde está un altar Santero con cráneos humanos manchados de sangre”.

Sin embargo, lo que sucedió horas después de difundirse la noticia es una excelente señal para los practicantes de Osha e Ifa que buscan impunidad con sus iniciaciones: en el operativo originalmente fueron detenidas 31 personas y casi al instante fueron soltados 30 de ellos cuando un juez “determinó que fueran liberadas al no encontrar elementos para vincularlos con ningún hecho delictivo”.

Las fotos y videos relacionados con ambas notas, concretamente sobre los dos altares para el culto a los dioses Yoruba en los respectivos lugares, podrían definirse como “macabras” al punto de que opté por no incluirlas en esta entrada.

Tampoco considero necesario volver a soltar otra perorata para criticar el mierdero que se está haciendo en méxico con la Santería, Ifa y el culto a los Orishas, así que dejemos este texto como un recordatorio de la existencia de una práctica religiosa en la que religiosos mexicanos y deidades se hunden por sí mismos en la peor de las decadencias espirituales.

Una vergüenza.