21 de diciembre de 2021

Adios

 

1.
Podría caer en el lugar común si digo que los dos últimos años han sido de intensos cambios para la humanidad, ello con la intención de reconfortarme, pero sería injusto pues si bien el COVID 19 en general nos afectó a todos, también lo hizo de forma particular en muchos casos.
 
En el mío hubo una serie de sucesos que al día de hoy no terminan, pues a partir del mes de abril de 2020, mes en el que comienza el enclaustramiento en méxico para detener la propagación del virus, pareciera que lejos de llevarme a un estado de apacibilidad, generaron torbellinos que a estas alturas parecen no tener fin.
 
Sí, cualquiera pensaría que el encierro, protegido por cuatro paredes y frente a una laptop, para cumplir con el home–office (o teletrabajo, le dicen los ignorantes), marcarían fronteras con la mezquindad humana, pero no: el encierro la potencializó al grado de que lo que ya era común se convirtió en perversas obsesiones.
 
2.
Veamos una breve actualización (en espera de que los lectores se acuerden del catálogo de vecinos que me rodean):
 
El que prodigaba más atención a su mascota que a su hija, comenzó a practicar la zoofilia con su perro, situación que hizo delicias del animal. La satánica pasó de matar animales a niños en sus aquerarles. El que prefería meterle mano a sus carros, en lugar de a su esposa, se vio acorralado por el administrador, quien le prohibió ejercer mecánica en los estacionamientos, así que montó un taller de carpintería en la azotea y ahora se siente Pedro Infante interpretando a “Pepe El Toro”, aunque sin “Chorreada”, pues su mujer lo abandonó. Tras el suicidio de su hija, la asalta–cuartos presentó papeles falsos y metió a vivir a su hermano, un monero que se niega a buscar un trabajo decente para mantener a su familia. El posesionado por una entidad demoniaca… bueno, él no se alteró por el virus. El administrador pasó a mejor vida, para felicidad de su infiel esposa. El pedófilo… dejémoslo así para para no alejarnos del objetivo de esta entrada: el adiós.
 
3.
A nivel personal en estos dos últimos años padecí desgracias, al igual que muchos, por el fallecimiento de familiares, no por COVID, pero en otros casos sí teniéndolo como eco en amistades que pasaron a mejor vida por el virus… y su irresponsabilidad al afirmar que no existía.
 
En el plano profesional… tema también agitado, cambio de jefes, de funciones y finalmente mi traslado temporal a otra área donde la actitud que criticaba en mis ahora excompañeros es la misma con los “nuevos”.
 
A nivel literario no pude promocionar el libro “Mi vida con los muertos” haciendo una presentación en un teatro del que por suerte no pagué la renta, pues muchos mexicanos poseedores de estos foros, se quedaron con el dinero que los ingenuos dieron de adelanto, bajo el pretexto de que “ellos no inventaron la pandemia”. En cambio, me dio tiempo de escribir mi siguiente libro, “Muertero” que se publicará en breve.
 
Todo esto y más, reitero, en dos cortos años, pero en este balance destaca la crónica de una muerte anunciada: la pérdida de amistades.
 
4.
No sé cómo se traten ustedes, pero soy el principal crítico de mi forma de ser: todos los días hago un balance de mis actitudes y termino regañándome por mis traspiés y omisiones (excluyo felicitarme para contribuir a matar mi ego, dirían los kabbalistas).
 
Y eso es algo que le agradezco al COVID: haber permitido confrontarme con mis errores, sobre todo con respecto a mi vínculo con la sociedad, lo que me llevó a tomar drásticas decisiones, como dar por terminadas ciertas amistades.
 
¿Ustedes no se cuestionaron a sí mismos durante el encierro? Yo sí, y cuando llegó la hora de aceptar mis culpas lo hice: cogí el teléfono, hice llamadas y en algunos casos se aclararon temas… pero cuando el culpable era sin remedio otro, pese a tratar de justificarle, decidí cortar por lo sano.
 
No se crea que hablo a la ligera, pues terminar con años de amistad laboral y académica, por ejemplo, fue frustrante, pero a su vez saludable cuando vi la magnitud del grado de toxicidad de estas personas, algo que en su momento ya sabía hasta que concluí que aceptar su carácter traspasaba las fronteras de la tolerancia, descubriendo que no podía seguir a lado de ellas/ellos pues no había ningún aspecto positivo que compensara una relación llena de tensiones.
 
En términos de amistad personal, tras de ser maltratado y bloqueado en el celular y las redes sociales, por algunas/algunos, tiempo después trataron de contactarme de nuevo hablándome por teléfono, enviando mensajes o escribiendo largos mails donde aceptaban responsabilidades, culpaban a su miedo por el COVID de sus arranques emocionales contra mí y pedían reiniciar la comunicación apara ayudarme a enfrentar la diabólica pandemia (literal).
 
–así lo escribió – dije a mi esposa tras hacerle en resumen del mail que mandó un examigo, el último de ya una larga cadena de correos que nunca le contesté – mandó su número y me pidió le llamara.
–¿qué harás? – me interrogó.
–necesito hablar con Alejandro – avisé.
–¿el abogado… para qué?
–esta persona no deja de escribir ni de llamar y aparte me manda mensajes a mi blog sugiriendo libros, videos y películas, como si las majaderías que me hizo nunca hubieran sucedido: sino los publico debería quedarle claro que no quiero restablecer la amistad… así que me declaro oficialmente “víctima de acoso” y voy a consultarle qué dice la ley para una demanda judicial.
 
Con respecto a la familia… guardaré las anécdotas para mejor ocasión, ya que prefiero ceñirme al plano espiritual, donde, como siempre, se presentan los peores ejemplos de la mezquindad humana: desde aquellas/aquellos fans que crean fetiches de barro (y a los 10 minutos cambian de ídolo), hasta las/los falsos profetas que juraron amor eterno y tras cagarla con inexistentes ceremonias, terminaron con amenazas, prometiendo que en breve visitaría el infierno y finalmente enviando audios llenos de insultos que dejan claro que son todo… menos lo espirituales que presumen.
 
Sobre estas/estos últimos fue con quien más sintió alivio mi alma tras alejarme, pues tratarles con “pinzas” para no desatar su furia (que la práctica espiritual no logrará nunca equilibrar), es algo de lo que uno no tiene necesidad.
 
6.
Una pena, sí, porque tan fácil que es terminar con una amistad tóxica sin necesidad de rencores, la gente prefiere engancharse karmáticamente y vivir el resto de sus días ignorando la sabia frase “lo que te choca te checa”.
 
Así que aprovechando el final de este año 2021 y le erradicación del COVID19, para dar paso a un 2022 lleno de cataclismos y OMICRON, adiós a todos aquellos con los que compartí una parte de mi vida, pero que en algún momento no supieron que hacer con la suya.
 
FINALMENTE: FELICES FIESTAS DECEMBRINAS A TODOS 
LOS LECTORES DE ESTE BLOG
 


7 de diciembre de 2021

El miedo a consultarse a sí mismo con Obi tras escapar del padrino

 

1.
Sobre los padrinos abusivos y deshonestos ya se ha escrito bastante aquí, así que no entraré en detalles de cómo huir de ellos, mas en su lugar abordaré el tema sobre el miedo que tienen algunos Santeros a consultarse a sí mismos con el oráculo del coco (obi), como parte de los primeros pasos para establecer la independencia religiosa.
 
Ciertos religiosos minimizan el oráculo del obi al compararlo con  “la supremacía” del diloggun o el epkuele, más el coco da muchas respuestas de las que se pueda imaginar, aunque requiere de pericia para interpretarlo.
 
Se piense o no huir del padrino, el ahijado debe fijarse en las obras y consultas que haga durante las consultas y plantear sus dudas. Si no le quiere responder o pide dinero a cambio, tomará nota sobre el procedimiento, rezos, las 5 posibles respuestas, registrar la moyugba o pedir se la proporcione pues es el primer paso para tener acceso al Orisha con el que consultará.
 
Para evitar malos entendidos, una vez recitada la moyugba, se deberá rezar una oración específica (dependiendo la deidad a consultar), tras lo cual, y antes de preguntar si le recibe para consultarle, le dará conocimiento de que no tiene experiencia con el oráculo, pedirá paciencia y a su vez la guía necesaria para comprender las respuestas: esta es la primera parte del secreto para solventar cualquier deficiencia.
 
2.
Como todos sabemos existen 5 posibles respuestas en el oráculo:
 
Alafia: los 4 pedazos de cocos caen con la cara blanca hacia arriba y responde con un 'SI', se pide firmeza y si repite Alafia no es necesario preguntar más y se da por satisfecha la duda.
 
Etawa: de los 4 pedazos de coco uno cae 1 con la cara oscura y 3 con la blanca y responde con un sí 'PERO' falta algo, se pide firmeza más si responde de nuevo con Etawa se aplica la máxima de “lo que se sabe no se pregunta”, así que debe dejar de molestar al Orisha.
 
Eyeife: de los 4 pedazos de coco 2 caen con la cara oscura y 2 con la balnca, y es un 'SI' rotundo que no necesita comprobación.
 
Okana: 3 pedazos caen con la cara oscura, 1 con la blanca y canta 'NO', manda hacer rogación o ebbo para evitar problemas, más puede indicar que el Orisha pide una atención y se le ofrece oti, oñi o epó.
 
Oyekun: los cuatro pedazos caen con la cara oscura, responde 'NO' y es una de las más temidas o manipuladas, ya sea que les provoque miedo o quieran asustar al paciente, más independiente de la respuesta 'NO', previene: solicita que antes de preguntar al Orisha se pregunte a Eggun si quiere algo. Satisfecha su necesidad se continúa con la consulta.
 
3.
La información anterior es cultura general, de ahí que no abunde en ella, más lo importante al consultar con obi es Apere (patrón), que dibuje el coco al caer al suelo, pues ello complementa la respuesta del Orisha o permite que otra deidad hable.
 
De entrada los cubanos dicen que para consultar con coco deben usarse 4 rodajas lo más redondas que se puedan, más un testigo, que se coloca a lado de un vaso de agua. En África se usan 4 trozos de coco y el testigo, sin importar la forma, mas aquí recomiendo usar aquellos con los que el religioso se sienta a gusto: rodajas o pedazos.
 
En algún momento, para aquellos Santeros que NO deben pasar a Ifa, les recomiendo conseguir 5 cortezas de coco (igual, redondas o trozos), por cada Orisha (como si fueran chamalongos), lavarlos con omiero, darles de comer en una ceremonia de Osha y tenerlos a un lado de su respectivo Orisha, esto es, 5 rodajas de corteza para Eleggua, 5 para Yemayá, 5 para Oshun, etc.
 
Una vez obtenidas las cinco rodajas o cortezas, procedemos a usarlas tras moyugbar. Veamos:
 
Si 3 pedazos de coco forman un triángulo isósceles y uno queda fuera en línea recta con el ángulo menor, está formando una espada y habla Shango donde dice que él servirá de guía, pero el consultante deberá tener más carácter. Por ejemplo, si entrega Etawua deberá hacerle una ofrenda con un racimo de plátanos verdes.
 
Si los 4 pedazos de coco forman una curva habla Oshun, avisa de la entrega de todo lo necesario para tener una vida satisfecha. Por ejemplo, si arroja Eyeife el mensaje es que el consultante es bien visto por la Orisha, pero requiere ebboe con telas amarillas.
 
Si 3 pedazos de coco forman una línea recta y el 4 en la esquina superior de cualquiera de los dos extremos, habla Babalu Aye, donde él avisa de problemas de salud. Por ejemplo, si dice Okana exige que el consultante no blasfeme y haga ebboe con legumbres.
 
Si 4 pedazos de coco forman una línea recta entre el Orisha y el consultante habla Eleggua, avisa de su intervención para cerrar o abrir opciones. Por ejemplo, si arroja Okana se deberá pedir firmeza para al final advertir que es un ‘NO’ y que que el Orisha dará solución más allá de las decisiones humanas.
 
Si 3 pedazos de coco forman un triángulo isósceles y uno queda fuera, habla Oggun, donde él asegura el éxito pero previene de traiciones y otras advertencias. Por ejemplo, si proporciona Eyeife se deberá hacer un ebboe con frutas que no sean rojas.
 
Si 4 pedazos de coco forman una ola, habla Yemaya, donde ella advierte sobre cambios negativos en la forma de ser de la persona que no serán de su agrado. Por ejemplo, si arroja Etawa previene la oscuridad que invadirá al consultante y él deberá determinar quién es el enemigo a quien no deberá dejar entrar en su casa durante 21 días.
 
Si 3 pedazos de coco forman una línea recta y el 4 otra línea con la pieza central Oya, donde ella entrega bendiciones, pero previene de caos. Por ejemplo, si dice Oyekun habla de la presencia de un Eggun y debe hacerse oparaldo.
 
Si 4 pedazos de coco forman un paralelogramo, habla Obatala, donde él pide pureza (incluyendo limpieza física y orden), en todos los aspectos de la vida del consultante. Por ejemplo, si arroja Alafia deberá hacer rogación de cabeza.
 
Si 3 pedazos de coco forman un triángulo equilátero y el 4 forma una línea recta con la punta del triángulo, habla Agayú, donde él advierte de las actitudes del consultante. Por ejemplo, si da Oyekun le amenaza con consecuencias si ofende a niños, pobres y ancianos.
 
Si 3 pedazos de coco forman un triángulo equilátero y el 4 queda en línea recta, está formando una flecha y habla Ochosi, donde él garantiza el triunfo, pero antes previene inestabilidad. Por ejemplo, si entrega Alafia se pide tener fe en el Orisha para que él enfrente a los enemigos, siempre y cuando el consultante se comporte con honestidad.
 
4.
El complemento del secreto para zanjar fallas al consultar con obi tiene que ver con la seguridad con la que se comporte el religioso, más no se trata únicamente de la certeza en lo que se hace (por ello se pide la ayuda y comprensión del Orisha), sino en el convencimiento de que se busca una guía para solventar un problema.
 
Mientras tanto, antes de sentirse seguros, se sugiere que el uso del oráculo vaya de menos a más, esto es, se vaya de preguntas sencillas a complicadas y se cuente con material de consulta para las respuestas recibidas.
 
Si es mucha la inseguridad del religioso al tratar de consultar, pueden hacerse “ejercicios” cumpliendo todo el ceremonial sin tener a un Orisha enfrente, advirtiéndolo de antemano y para evitar que hable Eggun, antes la moyugba, que el proceso carece de validez religiosa, colocando una cascarilla frente a ustedes, y reiterando que se está en proceso de aprendizaje del oráculo.
 
Para mayor información recomiendo a todo Santero tener como libro de cabecera: “Obí, oráculo de santería cubana”, escrito por Ócha´Ni Lele: IMPERDIBLE.