23 de junio de 2021

Mi muerto

 

para luna
 
1.
Mi muerto se hizo famoso en círculos Espiritistas, Curanderos, Osha e Ifa, por su precisión. Era “tan popular” que empezamos a rechazar invitaciones a Misas de Investigación y Coronación Espiritual, pues dejarlo hablar me desgastaba físicamente bastante.
 
Para los que no conocen sobre el tema diré que la relación con un desencarnado conlleva pagar una factura. Pongamos de ejemplo a los Curanderos: dejar que lo monte su guía (el espíritu de un guerrero, entidad, etc.), trae beneficios inmediatos como la agudización de los sentidos, la videncia y salud, pero a la larga acorta su vida pues “dejarlo entrar” equivale a morir al desplazar su espíritu por unos minutos para que el otro hable.
 
2.
Muchas anécdotas podría contar sobre mi muerto, por ejemplo, como cuando frecuentamos el Ilé de una temida (y mañosa espiritista), oriunda de Varadero: acostumbrada a que sus ahijados la adularan, y dado que mi camino de Eleggua se cruzaba con ella, solía quejarse que no me aparecía entre semana para “saludarla”.
 
–no has ido a velme – reclamó un domingo que coincidimos en un tambor para Obatalá.
–vivimos en el sur y se nos complica aparecernos por sus rumbos entre semana – señalé aprovechando la pausa.
–tu no me buscas – insistió en su queja y me recordó a otra “madrina” cubana que tuvimos, hija de Oshún, obsesiva, pretensiosa y que protestaba por lo mismo.
–… y cuando podemos pasamos por su casa, pero nunca está – y mi muerto me dijo ironizara – sus ahijados siempre la llevan a pasear.
 
Se me quedó viendo, su muerto se asomó burlón tras sus espaldas, más el mío también apareció.
 
–si no me cree, pregúntele a su muerto: yo no digo mentiras – advertí, ella me vio retadora, más supongo que su muerto se encaró con el mío y al ver que yo decía la verdad tuvo que darme la razón.
–venme a vel cuando puedas – dijo en el momento en que el toque de tambor se reanudó.
 
Durante una coronación de Yemaya y Shango apenas y entré al Cuarto de Santo una Santera hija de Yemayá al verme exclamó: “usted tiene un Eggun muy hermoso”. A lo largo de mi estancia en esa casa, cada que me cruzaba con ella lo decía con tal insistencia que llegó a preocuparme que aquello se estuviera convirtiendo en una insinuación.
 
En otra ocasión, a punto de iniciar una Yoko osha de Oya, al llegar el Oriaté encontró errores en el montaje del trono y se negó a realizarla. Ofreció arreglarlo a cambio de una gran suma de dinero, cosa que el Babalowo rechazó. Una vez que se fueron nos preguntó si hacíamos la coronación y mi muerto advirtió que saldríamos cargando gran osogbo. Externé su opinión, todos estuvieron de acuerdo y se canceló.
 
3.
En la vida cotidiana mi muerto me avisaba si la respuesta ante X situación era un o no, me prevenía de peligros, si podía confiar en una persona e incluso llegó a realizar algunas sanaciones, me defendía de Egguns oscuros, me avisaba de ataques psíquicos, me daba consejos al trabajar religión para potenciar una obra, me protegía de brujería y lo más importante: solía mandarlos investigar que planeaban mis padrinos en nuestra contra cuando nos fuimos de sus casas religiosas.
 
¿Maravilloso?... pues no. ¿De dónde vino mi muerto? nací con él y si bien la mayor parte de mi vida sentí que prevenir situaciones era cuestión de sentido común, fue hasta que me rayé en Palo que él se manifestó y con el tiempo ello me llevó a dejar de usar mi videncia.
 
Nunca investigué más sobre su origen, pero hay posibles orígenes: ¿lo maté en una vida pasada? ¿fui su Nfumbe? ¿se le pegó a mi madre estando embarazada? ¿éramos gemelos pero sólo yo nací? ¿es producto de una maldición o brujería? ¿es un Eggun generacional que se ha transmitido de madres a hijos?
 
4.
Toda las consultas que mucha gente me hacía comenzaban con un ¿puedes preguntarle a tu muerto qué sabe de…? y nunca falló.
 
Los que me tenían confianza y conocían sus dotes curioseaban sobre su origen, idioma, si era hombre o mujer, cómo murió o si tuvimos vidas pasadas en común, a lo que les contestaba con honestidad: “no sé ni me interesa, ya él me contará si quiere”. Fue años después que me enteré de algo durante un Ita: me rebelaron su nacionalidad, la que curiosamente es de una cultura que suelo detestar desde niño, así que supongo que nuestra relación en el pasado no fue agradable.
 
Temas aparte mi muerto tenía un defecto que venía arrastrando desde que tuvo vida: le gustaba el trago y conforme se afianzaba su comunicación conmigo comencé a beber.
 
Los sábados, tras tomar 3 o 4 tragos (nunca fui un bebedor maratónico pues las resacas me atormentaban durante días), solía soltar terríficas profecías que mi esposa anotaba en libretas (por ahí están todavía), y que a los pocos días (o meses y hasta años después) se siguen haciendo realidad: avisos sobre situaciones en otro país, en política nacional o presagios sobre conocidos o familiares. Aquello era un frustrante porque se perdía “la emoción” de recibir una noticia, o en el extremo, evitaba que nos tomara por sorpresa alguna desgracia.
 
5.
Al principio tenía sus ventajas, pero al exigir mayores ingestas de alcohol se convirtió en un problema, no porque me pusiera insoportable (cuando mi muerto dejaba de hacer sus presagios yo solía quedarme dormido por el desgaste), sino por la mencionadas resacas, pero todo ello era más o menos manejable hasta que él cometió dos errores.
 
Uno fue que durante una comida en casa de mis padres, tras ingerir varios tragos, permitió que el espíritu de mi abuelo me montara y conversara con mi padre (él no muy convencido de mis dones, pese a que su madrastra fue una terrible bruja), platica de la que fui tomando conciencia poco a poco y que me inquietó cuando quiso abrazarlo: mi esposa se asustó, me di cuenta de qué se trataba y lo expulsé para que no se saliera con la suya: llevárselo.
 
El otro sucedió durante una evaluación laboral en el cual debía realizar 5 exámenes de los cuales a 4 me dio las respuestas, más un miércoles por la mañana, al salir de casa para realizar el último, se burló y dijo “vas a reprobar”, lo que sucedió al no ayudarme y ello me obligó a instruirme en el tema, por mi cuenta, para aprobar en segunda vuelta.
 
En este caso el enojo no fue por perder la ventaja de hacer trampa, sino darme cuenta de su perversión: no sólo me afectaba su obsesión por el alcohol, sino que él ya se sentía con derecho de tomar decisiones sobre mí sabiendo que me perjudicarían.
 
Tras aprobar, luego de estudiar ante su desconcierto (supongo que esperaba que le pidiera ayuda), un sábado por la tarde lo reprendí: si bien era una ventaja tenerlo para solventar situaciones (sobre todo en la práctica religiosa), el vivo era yo, él era un desencarnado y no iba a permitirle que me jodiera la existencia.
 
Minutos después, a las seis de la tarde (la hora mágica para invocar o alejar muertos), solicité a los tres guerreros aztecas que me fueron asignados durante mi iniciación espiritualista lo maniataran, le taparan los ojos y oídos, lo amordazaran y lo marginaran en mi astral para no tener más contacto con él. Ahí quedó… y ahí sigue.
 
Esto último es importante: de acuerdo a mi Itá de mano de Orunla, dado que al nacer él venía conmigo no se podían cortar nuestros lazos pues alejarlo con un oparaldo (que mi Toyale marca específicamente para los Egguns), me llevaría sin remedio a la muerte: forma parte de mí, como si fuera un órgano más.
 
Reactivados mis guerreros como protectores, otras entidades más que he ido acumulando con el paso del tiempo, mucho más fuertes y eficientes, mi nivel de protección espiritual mejoró notablemente.
 
6.
Hace días tomaba un café con mi nueva amiga D y preguntó si podía hacerle una consulta a mi muerto (supo de él a través del blog Basurero de almas), y como respuesta recibió una carcajada de mi parte. Ello le incomodó, así que tuve que aclararle que mi famoso muerto está marginado desde hace años.
 
–¿tus consultas ya no las haces con él? – me preguntó intrigada.
–no – sonreí.
–¿con qué examinas ahora a la gente? – me interrogó sin salir de su sorpresa.
–mi videncia – señalé divertido – tras deshacerme de él volví a usarla y regresó con gran precisión y con el paso del tiempo se afina más.
–yo quería conocer a tu muerto – dijo con cierta frustración.
–si quieres te lo muestro – la reté tomándola de la mano para mostrarle una imagen – pero no me hago responsable de tu susto – a lo que ella reaccionó soltándomela, provocándome un ataque de risa – pregúntame lo que quieres saber y te darás cuenta que no hace falta su presencia.
 
D me cuestionó sobre varios temas personales y al final quedó satisfecha con las respuestas.


13 de junio de 2021

Cuidado con la Orixa Pombagira


Una de las limitantes que tiene la Umbanda, Kimbanda y Candomblé en américa es el idioma: dado que se practica principalmente en Brasil*, el portugués ha restringido su expansión hacia otros países (aunque recién su influencia ha crecido en Uruguay Argentina).
 
Si bien estas religiones tienen factores en común con la Santería, el Palo y el Espiritismo afrocubano, cuentan con sus particularidades que las diferencian de las prácticas afro-caribeñas, pero que se complican de entender por el aspecto idiomático ya señalado.
 
Esto se debe anotar ya que Omar Hejeile (santero colombiano, locutor y autor de libros esotéricos), dijo en su programa de radio que Pombagira (hay quienes la nombran Pomba gira), es una Orixa y esposa de Exú. No voy a descalificar el trabajo de Omar sobre la difusión de la Osha, ya que suele ser objetivo y casi siempre lo maneja con conocimiento, “casi”, por ello es importante hacerle aclaraciones sobre el tema.
 
En las religiones afro-brasileñas se afirma que Pombagira es la parte femenina de Exú. Hejeile señala que ambos son Orixas: Exú es el dueño de los caminos y Pombagira complace las peticiones amorosas a cambio de una joya, la cual no hace referencia a una alhaja, aclaró, sino al ser más preciado de la familia.
 
Estos señalamientos me recuerdan los falsos mitos sobre la Santa Muerte que incluyen la misma amenaza: si no se le cumple lo prometido, toma venganza robando la vida del familiar más querido del “osado” infractor.
 
Omar acertó con que Pombagira es ideal para consultar sobre el mal de amores o cómo para que un amarre funcione la figura vudú debe hacerse con yuca, explicó cómo realizar una protección contra ella, y dado su espíritu vengativo, dio las razones de por qué es mejor hacer primero cualquier obra con Exú antes que con “su esposa”.
 
Pero cayó en imprecisiones al decir que es una Orixa, la vinculó con Oshún, la acusó de tramposa, insaciable y dijo que para oír su programa de radio donde hablaría sobre ella, la audiencia “debía protegerse” si no quería verse afectada por energía negativa (me recordó la leyenda urbana de los Babalowos que prohíben mencionar de noche a Iyami Oshoronga).
 
Se debe aclarar que Pombagira no es una deidad, ni una Orixa femenina de gran sensualidad, ni amante de la diversión, lujos ni placeres, ni mucho menos un demonio, como los ignorantes afirman, mas se le atribuyen poderes y energías tan fuertes que obliga a investigar cómo tratarla si piensan involucrarse con ella.
 
Su parte oscura atiende a mujeres ambiciosas, de ahí que se le considere astuta, fría, implacable, vengativa, irascible, inteligente para saber si la están engañando; no tiene dueño y posee su propio código moral para definir una “traición”: se dice que es la protectora de las prostitutas y se le llama el poder oculto dentro de todas las mujeres, razón por la cual, estúpidamente, se le está utilizando en tiempos recientes como estandarte del feminismo recalcitrante latinoamericano.
 
En el extremo, se señala, es buena consejera, protectora, guerrera, ideal para quitar hechizos, abrir caminos, alejar Eggun oscuros y proteger bienes materiales: sus huestes se conforman por almas de prostitutas, magas, adivinadoras, brujas, pitonisas, gitanas y se le teme igual por su maldad si está enojada que por la ignorancia, la cual “la representa con patas de cabrío en lugar de piernas” (¿?).
 
Un grave error que comete Hejeile es decir que es esposa de Exú, o que es su lado femenino, asignándole un camino más a los 21 que el Orixa ya tiene, llamándole el “Exú del amor” o Exua. Y lo peor que hizo: emparentarla con “Bombogira”, deidad femenina de los malos espíritus en la cosmogonía Bantú.
 
Independiente de lo señalado, reitero que Pombagira no es una Orixa ni deidad: es una entidad (o unidad) y su vínculo religioso es vía el Espiritismo, la principal influencia en la Umbanda, en concreto con los seguidores de la corriente kardeciana por la concepción de que no hace distinción entre el bien y el mal.
 
Algunos la comparan con Iyami Oshoronga (de ahí que le pinten –otra ves la ignorancia- una personalidad demoniaca) y con Oshún, pero está más vinculada** a “Maria Padilla”, “Rosa Caveria”, “Maria Farrapo”, “El Ánima Sola”, “María Lionza” y “Mipfhukwa” (deidad muertera de la Santería en Mozambique), dando esto la respuesta al por qué no es una Orixa y es un espíritu: como entidad ella incorpora (la cual se caracteriza por la comunicación oral) a través del médium, mientras que un Orixa se posesiona del cuerpo físico (lo ocupa) y se comporta como tal.
 
No puede pensarse en ella como un desencarnado evolucionado, ya que acepta “La Ley Divina”, mientras su otra comparación, con los Eggun, es que estos son caprichosos y se mueven a su antojo entre los espiritistas y médiums: Pombagira no juzga la petición, cumple y deja que el Karma pase la factura, algo que Hejeile no explica, y por el contrario, le asigna erróneamente la ya citada personalidad vengativa.
 
Hay más elementos por los cuales surge la confusión: algunas líneas de Kimbanda la entregan cuando se corona a Exú (¿?), mas ella se recibe aparte, como una imagen, y luego en piedra u otán, si es que el iniciado no practica el Espiritismo. Esto último forma parte de las nuevas formas de practicar la Santería en Latinoamérica, como aquella en la que se jura a Santeros en Ozaín o se entrega Odudwa a un Aleyo: estafa vil.
 
Finalmente, el factor determinante de por qué no se le puede vincular con Exú: mientras la deidad Candomblé es una unidad, se reitera que Pombagira no es una energía individual, integra la esencia de aquellas mujeres que padecieron desengaños de amor o que en vida sufrieron desgracias (lo que la hace más cercana al “Ánima sola” o al “Espíritu Intranquilo”, por ejemplo).
 
Así que a tener cuidado de lo que dice cualquier religioso (a veces la honestidad o buena fe no van de la mano del conocimiento), ya que las mentiras y/o ignorancia de los Babalorixá (al igual que muchos Santeros y Babalowos en la Osha), pueden hacerles creer que tratar con Pombagira establece tratos indisolubles, requiere complicadas ceremonias, o incluso, peligrosamente, que se puede asentar.
 
* para fines de lectura se debe traducir Orisha por Orixa y Eshu por Exú.
** curiosa la obsesión de relacionarla con entidades llamadas “Maria” (sin acento).

9 de junio de 2021

Nuevo proyecto literario

Hace días reflexionaba sobre los logros que ha tenido Eva Fraile a sus 28 años (escritora, agente editorial y crítica literaria nacida en Cáceres), me pregunté hasta dónde llegará dentro de 10 años en el medio literario y le vi gran prestigio. Luego traté de imaginármela en 20, y sí, todo un éxito, pero ya no pasé de ahí porque seguramente para esas fechas su servidor será un desencarnado más en el más allá haciendo travesuras a los vivos que aún están acá.

 

Como sea, la visualicé como una persona pletórica de logros, fama y reconocida mundialmente por su trabajo editorial, lo cual, entre otras cosas obedece no solo a su inteligencia, creatividad, perseverancia, profesionalismo y honestidad, sino también a una particularidad: su inagotable energía para trabajar 34 horas al día.

 

Más no se piense que este texto pretende destilar adulación. Nada de eso, y quienes me conocen saben que no es mi estilo, mas estos párrafos fueron escrito tras darme cuenta que todos los proyectos que ella emprende resultan exitosos, algo que suelo admirar y tomar mucho en cuenta todos los días, sobre todo aquellos en que me levanto de la cama más con el espíritu de escritor que como Curandero, Muertero y demás desvaríos espirituales.

 

En teoría Eva Fraile no necesita que alguien escriba un texto hablando bien de ella, pues su trabajo en el ambiente editorial y literario dice más que un puñado de palabras aglutinadas en un par de cuartillas, sin embargo, algunos de sus proyectos, dada su originalidad, sí que lo merecen.

 

Tomando en cuenta lo anterior es que traigo aquí la reciente publicación del primer número de “La reina magazine”, que como su nombre lo advierte, es una revista literaria que ella tenía en mente desde hace algunos años y que finalmente ha podido concretizar, con creces, para quienes sabíamos de su existencia y estábamos esperando con ansia tenerla.

 

Obviamente que tuve la suerte de ser incluido en este primer número con mi libro “Mi vida con los muertos”, pero tampoco ese es el motivo por el cual publico esta entrada, lo hago por la gratificante sorpresa de la calidad de la revista, producto de la dedicación que durante meses que realizaron Eva y Javier: ella en la edición del contenido, estructura y selección de participantes, y él en el impresionante trabajo de maquetación, diseño y gráficos que acompañan cada página de las 62 que la componen.

 

Sé que a Javier (oriundo de Toledo), no le gustan los reflectores y prefiere estar en segundo plano cuando se trata de citar todo lo que hay detrás del proyecto “La reina lectora”, pero no por eso dejaré de aplaudir la gran calidad artística que ha impreso en cada una de las portadas de libros y en la corrección de estilo que desarrolla como parte de las actividades editoriales de Eva. 

 

Podría enlistar a otros participantes de “La reina magazine”, como la artista Inmaculada Dura, la cual hizo un excelente trabajo artístico con mi artículo, al igual que muchos de los sponsors que apoyaron el nacimiento del proyecto, pero ello podría ser riesgoso y hasta tedioso para ustedes, así que diré que detrás hay mucha gente cuyos créditos encontrarán en la revista.

 

Así, “La reina magazine”, de distribución gratuita, es una revista más que recomendable, incluso podría decirse que obligatoria no solo por su contenido y diseño, sino porque marcará un antes y después en el medio editorial y en el mundo de las publicaciones electrónicas.

 

Se puede descargar desde aquí:

 

https://drive.google.com/file/d/1RLdvSICA7P2hw0ik06AgOn5Ou-e-xwOY/view?usp=drivesdk

 

Para más información: https://www.lareinalectora.com

 

2 de junio de 2021

Audio de la entrevista sobre Mi vida con los muertos

 


En días pasados tuve el honor de ser entrevistado por Hans Alcerro para su podcast “Real stories, gente real”, sobre mi libro “Mi vida con los muertos”, plática programada para durar 45 minutos, pero se convirtió en una conversación de 2 horas.

 

Hansn nació en Honduras y lleva viviendo en Miami 23 años. Se graduó  en “Business management” y “Environmental science”. Es técnico en todos los tipos de muestreo, rehabilitación ambiental y actualmente trabaja realizando inspección ambiental en el área de petróleo.

 

Sobre su proyecto periodístico dice: “no somos unos profesionales de la comunicación, pero queremos contar historias, historias reales de gente real. Estamos nada más que con un micrófono y una computadora, tratando de hacer lo mejor que podemos para producir esto”.

 

Agrega: “queremos que todo sea más real posible, que la gente se sienta como si estuviera en un cuarto real sin alta tecnología y sin toda la parafernalia de un estudio de grabación... somos gente real, con historias reales, somos Real stories, gente real”.

 

Resultó muy gratificante para su servidor conversar con Hans, pues fueron precisamente sus infinitas inquietudes espirituales y culturales las que dieron pie a un conjunto de interesantes preguntas que propiciaron se extendiera agradablemente la charla.

 

Aquí el resultado:


https://open.spotify.com/episode/1yrZH6MZGu3kEVvfYWAUFZ?si=bTFssJi9Qia77oo4lqe3YQ&utm_source=whatsapp&nd=1