15 de julio de 2021

Video de entrevista sobre Mi vida con los muertos


Luego de dos intentos infructuosos finalmente este miércoles se realizó a su servidor la entrevista pendiente en instagram: un interesantísima conversación con la escritora y representante editorial Eva Fraile, donde abordamos temas no solo sobre mi libro, “Mi vida con los muertos”, sino también sobre desencarnados, hechos sobrenaturales, literatura, cine de terror y experiencias personales.
 
Aquí el link: https://www.instagram.com/tv/CRUML-Qoh5q/?utm_medium=share_sheet 


8 de julio de 2021

Se vienen tiempos oscuros

 

para cutberto


1.
Como siempre, tratando de mantener un equilibrio en la temática de las publicaciones, terminan por quedarse en algún lugar de mi usb textos relacionados con temas como el COVID19 y demás desgracias que bailan alegremente entre nuestros pies sin darnos cuenta: ahora he recordado uno que escribí hace semanas sobre si valía la pena vacunase contra el virus, pero dadas las recientes noticias del mundo espiritual, la entrada quedará en el olvido y me centraré en esta.
 
2.
He seguido reuniéndome con Curanderos, Chamanes y Espiritualistas, sí como Santeros, Paleros y Babalowos e igual Rabís y Angelólogas, donde se han tratado varios temas, entre ellos la pandemia que está por cumplir dos años asesinando al ser humano, reuniones parecidas a la que se compartió en esta entrada: https://basurerodealmas.blogspot.com/2020/10/implicaciones-espirituales-detras-del.html, , a veces presenciales, la mayoría vía zoom.
 
No ahondaré en el tema porque la única novedad es que la situación se está agravando a pasos agigantados, ni remotamente cercanos a las mentiras que cuentan las autoridad encargadas a nivel mundial (OMS) sobre el contagio, o por los gobiernos en cada país, sobre todo el de méxico (AMLO).
 
Pero tal como lo predijeron los sabios se pondrá peor con nuevas variantes del COVID190 y otros virus que ya están surgiendo, sin embargo, destacaré un tema en el que todas mis amistades, sin conocerse entre sí, han coincidido: se vienen tiempos oscuros… de hecho, ya empezaron.
 
No se trata de enlistar los terremotos (Sumatra), formación de grietas y socavones (méxico), aumento de temperatura (Canadá), erupciones (Edna), alteraciones en el mar (méxico), descongelamiento de polos (Alaska) y demás: para quienes les invada la flojera de buscar esas profecías en este blog simplemente ya les di un resumen de lo sucedido la semana pasada.
 
Va más allá y por desgracia tiene que ver con la vida cotidiana, pero antes de entrar al tema usaré dos frases que llevan siglos repitiéndose en la historia de la humanidad, quizá con algunas variantes, aunque el mensaje es el mismo: “después de la tormenta viene la calma”, sobre todo esta, que me la enseñó un campesino “cuando más oscuro está es porque ya va amanecer”… sí, pero antes.
 
Insisto en dejar claro: no hablaré de desgracias, me referiré a energías oscuras que en este momento están afectando toda la psique de la humanidad. A TODA, pero tampoco ahondaré en su origen pues ello me desviaría del tema.
 
3.
El asunto es que todos aquellos que están en busca de la evolución espiritual a partir de hoy deben buscar la manera de practicar lo siguiente.
 
En términos mundanos, de la vida cotidiana:
 
No discutir con nadie (ni familiares, vecinos, desconocidos, amantes, autoridad, ni socios, etc.).
No contradecir a nadie (ni jefes, ni padres, hermanos, ni hijos ni empleados de negocios, etc.).
No intentar dañar a nadie, pese a que se tenga la razón (aunque sea en incidentes de la calle, tránsito, con vecinos, en el trabajo, no iniciar demandas, etc.).
No violentar la dignidad de nadie, ya sea por venganza, deseo sexual o por burla (aunque sean amigos, conocidos, empleados o compañeros de trabajo, etc.).
 
Por más que se piense en que lo que se vive es una injusticia, cualquier acción o decisión contraria a la sabiduría, diplomacia y la discreción, terminará por volverse en su contra, les hará paganos, hasta por años, de sus decisiones, ya que esa obscuridad se ha posesionado de millones de aquellos, proclives a la maldad, quienes piensan que la vida es destruir a diario todo lo que tienen a su alrededor.
 
REFLEXIONEN ANTES DE ACTUAR.
 
4.
Resígnense a padecer la muerte de un familiar o tener pérdidas materiales, sentimentales o económicas.
 
No busquen venganzas.
Olvídense de intentar resarcir las pérdidas jodiendo al prójimo.
No roben, difamen, mientan, engañen, calumnien ni agredan.
Amárrense las manos.
Busquen contacto con la naturaleza.
 
5.
Sin embargo, se necesita más si quieren protegerse y resguardar a sus familias:
 
Hagan ebboe con Obatalá, Yemaya y Olokun.
Refresquen su lerí.
Practiquen yoga a diario.
Dense 7 baños de hierbas con hierbabuena, albahaca o siempre viva (en el blog se ha explicado hasta el cansancio cómo prepararlos).
Realicen meditación todos los días.
Usen agua de coco frío en su cabeza para mantenerse ecuánimes.
 
6.
Si todo marcha bien en eso de los equilibrios, esto terminará en el mes de octubre, ya publicaré una actualización sobre el tema.
 
¿Exagerado?, no, ni se trata de hipocresía ni de dar clases de moral, simplemente de no dar pretextos a nadie de jodernos la vida: no es lo mismo pasar el resto de la vida en la cárcel por un arranque de furia que seguir llegando cada noche del trabajo y disfrutar de la familia.

1 de julio de 2021

Mamá voy a ser santero

1.
En mi ingenuidad e ignorancia de confiar en las mentiras de mis padrinos de que la Santería todo lo solucionaba, pasé por alto las punzadas en el estómago cada que tocaban el tema sobre mi próxima Yoko Osha (hay numerosas entradas sobre esa sensación de advertencia de peligro a lo largo del blog), misma que, “resignado”, fui comentando con mis círculos cercanos.
 
2.
Las reacciones variaron: muchos manifestaban preocupación, varios sorpresa, otros burla, algunos incredulidad y los pocos fueron de condena al grado de que casualmente (por aquello de que no estaba planeado), escuché los comentarios de estos últimos sobre mi decisión:
 
En una comida con “amigos” del trabajo aproveché y les compartí sobre mi próxima iniciación y al terminar avisé que me iba para continuar con un trabajo pendiente y me despedí, más mi muerto me advirtió que debía regresar y sorprenderlos en un improvisado juicio sumario en mi contra, mismo que por su incendiaria pasión argumental impidió se dieran cuenta que había vuelto, y que al percibir mi presencia, provocó una palidez colectiva (a la par de un lúgubre silencio), dignos de una fotografía. 
 
3.
Hubo rechazo, pero también inquietud de verdaderas amistades cuya ignorancia sobre la Osha era obvio, pero influenciados por el vox populi que unía la Santería con el Satanismo (curioso, las dos comienzan con “Sa”, que en sánscrito significa “con semilla”), creyeron que el paso que iba a dar era delicado.
 
Ello me sucedió con los buenos deseos de S y E, cuya amistad se remonta a más de 30 años, y que no ocultaron su inquietud tras oír la noticia. Ironías de la vida, tras iniciarme cierta noche SR y su esposa llegaron a mi casa pidiendo los ayudara con un problema relacionado con su hijo (estaba desaparecido), y luego para rayar en Palo a su hermana (que no daba una).
 
4.
Lo fundamental de esa parte de la historia de mi inopia fue no haber hecho caso a las señaladas punzadas estomacales al avanzar en los preparativos, pinchadas que eran aviso de que la solución a mis problemas de salud no iban por los senderos de la mezquindad humana de los iniciados en Osha e Ifa que juraban ser mis padrinos y guías, infamia practicada ante la mirada complaciente de los dioses Yoruba.
 
Ni que decir que mi esposa y yo llegamos a muchas madrugadas, tras consultarnos al pie de Orunla, conversando sobre la falta de dinero para cubrir los gastos de la iniciación mientras se acercaba la fecha: ella más que optimista con los beneficios que nos aseguraban obtendría, mientras yo seguía ignorando las señales estomacales.
 
Eran largas horas indagando en la web, estudiando libros o hablando por teléfono con ya iniciados (no aclaraban mis dudas ni daban pormenores de en la que me metía), tratando de no dejar ir ni un detalle, pero sobre todo buscando no cometer errores que incordiaran a los Orishas.
 
6.
Quedaba pendiente decírselo a mis padres, sobre todo a mi madre: si bien a mi progenitor le eran indiferentes esos temas (aparte de ser poco proclive a manifestar emociones), ella no veía con buenos ojos que su hijo sobreviviente fuera Brujo (no entendía la diferencia entre Brujo y Curandero), así que hacerse Santero… ¡uops!
 
No es que ella argumentara que yo estaba a punto de ofender a Dios para tratar de disuadirme (digo, ante un acuariano recalcitrante no serviría de mucho lo que de ello opinara El Señor), pero mi discurso lleno de ignorancia y fe, insisto, tampoco le daban certezas.
 
7.
aaah, los padres tan sabios y los hijos tan necios.
 
8.
Lo que sí debo reconocer es que tuve una omisión con ellos: no les conté sobre mi iniciación en Palo Mayombe (de saberlo, sobre todo explicando que sería al estilo africano y ello me dejaría golpeado y bañado en sangre), seguro les habría provocado un ataque de histeria.
 
Algo interesante fue que a los días de salir del trono llegué a casa, donde mi progenitora relajó su alma al ver que tras haberse iniciado en la Osha, su hijo seguía siendo un cínico.
 
Más lo irónico no fue decir “Madre, voy a ser Santero”, sino que tras coronar Osha mis progenitores recibieron con mi Itá el aviso sobre la urgencia de hacer algunos ebosses, pues mi iniciación les perjudicaba gravemente su salud (¿?). Aceptaron entre gustosos (él), y resignados (ella) las obras, no sin antes preguntar: “¿entonces nos va a ir mejor?”.
 
9.
Seis meses después mi esposa siguió mis pasos y también coronó Osha. Si bien lo tenía marcado por Itá, en su caso no era urgente, así que días antes de entrar al trono mi padrino la cuestionó:
 
- ¿por qué quieres coronar Santo tan rápido?
- porque ya no lo entiendo – me señaló haciendo alusión a nuestras conversaciones cotidianas en las que había notado cambios tanto en temática como en mi forma de expresarme.
 
Mi madre siempre ha sido poco observadora, así que no percibió alteraciones en mi carácter, pero aprendió a cambiar con gran rapidez el tema de la Santería en las reuniones familiares, así que cuando por envidia su hija dijo que coronaría Osha, se lo tomó primero a la ligera y luego a guasa hasta que el ignorante de mi padrino le avisó que sería un jueves de Semana Santa: aquello sí que lo consideró una blasfemia.
 
10.
Mucho tiempo después, conforme descubrí las mentiras de la Santería (como religión), me enfrentaba a la mezquindad de los padrinos (como personas con tendencias asesinas) y me daba de topes por la falta de objetividad de los Orishas (como aparentes deidades sabias), concluí que ni siquiera valía la pena decirle a mi madre que las cosas no eran como me las vendieron.