29 de noviembre de 2019

Parfait


Habían pasado tres años desde que atendí a Emelie y a su esposo, https://basurerodealmas.blogspot.com/2014/06/es–lo–malo–de–los–libros–15.html, así que no me quedaba claro el motivo de su llamada para agendar un encuentro.

Me citó en un restaurante ubicado al sur de la ciudad, cómodamente cerca de mi casa; mi esposa pasó de ir y optó por comer con S, su amiga judía y excelente tarotista que en esos días estaba estrenando programa de radio.

“Cluny” obviamente es un establecimiento especializado en comida francesa y acepté vernos ahí el sábado, pero hasta la tarde (a la hora del café), sugerencia que no objetó.

Llegó puntual hasta la mesa en la que yo me había sentado minutos antes, nos saludamos con propiedad (a fin de cuentas empleada de la embajada francesa), pero ocultó su gusto por verme. Pedimos café y sin más pregunté por su esposo (pensé que la intención de vernos era pedir ayuda por nuevas brujerías), pero su informe fue hablar maravillas sobre él y lo bien que van sus hijos en la escuela.

tout va bien, parfait – remató la descripción de su vida actual.
– me da gusto.
– ¿dónde aprendiste mi idioma? – me cuestionó en español.
– en ningún lado: mi reencarnación anterior fue en el Haut Rhin francés, por eso se me facilita entenderlo, pero no lo hablo – expliqué – aunque quizá debería estudiarlo – agregué, sonrió y concluí que seguro muchos mexicanos la considerarían más que guapa.

Hicimos algunos comentarios más, luego agradeció de nuevo haber salvado su matrimonio y cambió de tema al preguntarme, con cierta emoción, si me gustaba leer al francés Michel Houellebecq.

– como lector tengo una relación ambigua con él – señalé – le he leído unos cuatro libros y su posición anti–todo y sus críticas contra el mundo occidental me parecen infantiles… creo que con los años sus textos van de interesantes a menos… de seguir así dejaré de leerlo.
– ¿parce que? – me interrumpió mirándome extrañada.
– quizá para ustedes Houellebecq sea un profeta, pero para mi es más un provocador que un concientizador, no lo encuentro propositivo… acepto que entiende a Francia, pero sabe que es una sociedad con muchas debilidades, defectos que sólo utiliza para asustarlos con la posibilidad de perder sus comodidades en la vida, lo cual me extraña tomando en cuenta que ustedes son bastante cultos…
– ¿vous le considérez comme un menteur?
– buena pregunta – concedí reprimiendo mis ganas de pedirle que hablara en español – acabo de leer una entrevista a la escritora Virgine Despentes y si mal no recuerdo en una parte afirma que no le parece que Houellebecq “tenga una mentalidad tan simple como lo que deja entrever en sus últimos escritos, pienso que hay un punto de provocación, de dar a la gente lo que quiere, de personaje”… como verás, coincidimos: escribe lo que la gente quiere leer.
cette opinion ne laisse pas si mal – señaló ella.
– pareciera que no, pero por los 666 Demonios Sumerios que controlan este planeta, sus libros son meras bravatas, mordaces y llenos de odio contra los propios franceses: vulgar fanfarronería… en cada fotografía de los últimos 20 años mantiene la misma pose burlona, despeinado y con su eterno cigarrillo entre los dedos… ello habla ya de un producto y no de un autor… es tan patético que ser acusado de pornógrafo, xenófobo, misógino y racista lejos de perjudicar su imagen la enaltece. 

Tras oír esto último Emelie suspiró, abrió su bolso, sacó una bolsa de la librería Gandhi, me lo entregó, sonrió con tristeza (pero dado que eso podría ser contradictorio, digamos que lo hizo con frustración), se levantó en silencio (hasta podría afirmar que con elegancia) y se fue sin mayor drama (como acostumbran lo europeos).

Aquello me tomó por sorpresa, pero al menos su diplomática partida me evitó un bochorno público (algo que tomamos con vergonzoso drama los latinos). Pedí otro café, abrí la bolsa y contenía la nueva novela de Michel Houellebecq, “Serotonina”, en cuya primera página había una dedicatoria que decía: “avec ma gratitude éternelle”.

Días después, tras haber intentado leer el regalo (debo reconocer que lo abandoné en la página 119), sigo sin entender el refinado drama que hizo Emelie en la cafetería (aunque… tampoco es que importe: puedo esperar otros tres años a que me busque para preguntarle el origen de su agravio). Lo que sí, tras el pésimo “Serotonina”, jamás volveré a leer a Houellebecq.

Michel Houellebecq, Serotonina, 352 páginas, Editorial Anagrama, 2019

22 de noviembre de 2019

Cada día me siento más solo


Este blog se ha vestido de luto varias veces por la muerte de importantes guías, sabios o religiosos que han sido definitivos para la formación espiritual de su servidor. Si bien no siempre escribo sobre todos aquellos que han cumplido su ciclo físico, a veces el aspecto sentimental se impone y termino por manifestarme por las ausencias.

Así, esta vez tocó su turno al irrepetible Salvador Freixedo Tabares, un filósofo, escritor, investigador, exsacerdote católico y exjesuita, ordenado en 1939, quien dejó los hábitos en 1969 tras señalar que la agonía del cristianismo: “está paradójicamente en sus cosas sagradas, está en sus creencias, está en su biblia, está en la misma idea que tiene de redención y de salvación, está en la total falta de respeto con que sus teólogos y  predicadores han manipulado el concepto de Dios y está finalmente en ese personaje vengativo y tiránico que encontramos en el Pentateuco y que se nos ha querido imponer como Dios”.

Su confrontación con la Iglesia Católica no fue sólo por su posición crítica a su predominio religioso carente de humanismo: entre muchas otras cosas sacó a la luz pública las tenebrosas prácticas esotéricas (para referirse a ellas acuñó atinadamente el término “crimen de magia”), que se realizan al interior del Vaticano, muchas de ellas opuestas a la creencia teológica monoteísta de un Dios bondadoso.

Autor de más de 30 libros, quizá sean “La granja humana” y “Defendámonos de los dioses”, sobre todo este último, los que mejor representan sus críticas a la religión y a otros poderes sobrehumanos que condicionan nuestro destino, donde trató de contestar la pregunta de si los dioses que nos presentan las religiones son unos embaucadores.

Para su servidor una de las frases que resume su filosofía espiritual es: “El hombre ha cumplido ya mayormente su misión y, o evoluciona radicalmente, o no tendrá más remedio que dar paso a otras maneras de enfocar la verdad”.

Asiduo visitante de méxico, platicar con él era un placer durante horas, sin que uno se atreviese a interrumpirlo para no perder un ápice de su interminable conocimiento espiritual.

En una de esas conversaciones Salvador se explayó sobre el tema de los desencarnados, explicando que era muy difícil deshacerse de los conceptos del mundo como lo conocemos, para adentrarse en el más allá, ya que éste ha sido monopolizado por todas las religiones, sobre todo las institucionalizadas, las cuales siempre lo han presentado como algo “aterrador”.

Sobre los muertos, un tema que conocía ampliamente y manejaba con tal lógica que me dejaba atónito, advertía que se dividían entre “buenos” y “malos” y que lo único que buscan al entrometerse en la vida de las personas, era “su propio bien”, llegando a influir en sociedades enteras.

Freixedo señalaba que si los desencarnados se encaprichaban con una persona o un pueblo, podían hacerlos víctimas de “bromas” pesadas e incluso algunas que definía como “macabras”, sin que nadie llegara a darse cuenta de que estaban siendo manipulados.

Ahondaba diciendo que por su experiencia le constaba que los desencarnados tienen “cuerpos físicos compuestos de campos de ondas” y que disfrazaban sus actividades a través de lo que llamamos “fenómenos naturales”, “coincidencias” o “circunstancias” a las que no poníamos la suficiente atención. En una ocasión me dejó perplejo al explicarme que la lógica de las acciones de los desencarnados era diferente a la nuestra, por lo cual a veces no entendíamos sus acciones y mucho menos sus motivos.

Insisto, como muertero todo ello era lógico, pero me impresionaba la sencillez con que lo exponía, simplicidad que en ocasiones contrastaba con la necesidad de usar oráculos, o la arriesgada videncia, para determinar la presencia de un desencarnado en la vida de un paciente.

La última vez que vi a Salvador fue en junio de 2017, durante su participación en un congreso: si bien trataba de mantenerse activo, sus 96 años de edad ya se manifestaban físicamente, pero su lucidez y elocuencia volvieron a sorprenderme.

Una pérdida irreparable su fallecimiento, sobre todo por el silencio de los alineados medios de comunicación, quienes buscando quedar bien con los jerarcas de la Iglesia Católica dejaron pasar la noticia, sin embargo, en medios independientes se rindieron justos e interesantes homenajes a sus infinitos logros.

Independiente del consuelo que pudiera significar que Freixedo nos deja un legado extraordinario (entre libros, videos, entrevistas y conferencias), junto con la gratificante experiencia de haber conocido otros guías y religiosos ya citados en este blog, tantas pérdidas en poco tiempo generan en mí una terrible sensación de soledad: ¡nos estamos quedando sin sabios!

14 de noviembre de 2019

Orishas, penal de topo chico y narcotunel de tepito


Dos temas de la insidiosa nota roja mexicana, relacionados con la práctica de la Santería, ocuparon en semanas pasadas sus principales titulares.

El primero de ellos relacionado con el cierre del penal “Topo Chico” el pasado 30 de septiembre de este 2019, (localizado en Monterrey, Nuevo León, al norte del país), y que un periódico consignó que con ello “oficialmente terminaron 76 años de horror, crimen, rebeliones, autogobierno y los sucesos más oscuros de esta penitenciaria”.

El excelente periodista Héctor de Mauleón visitó dicha cárcel y escribió una crónica digna de leerse y en la que señala: “caminar hoy por las celdas abandonadas y llenas de sensaciones, es como sumergirse en el reino de la oscuridad. Ratas, basura, coladeras tapadas, imágenes en todos lados de la Santa Muerte, así como de la religión Yoruba: el escenario de la peor miseria humana imaginable ha quedado prácticamente intacto tras el cierre del centro penitenciario”.

En otros periódicos se dio detalle sobre un altar dedicado a la Santa Muerte que ocupaba toda una cancha de basquetbol, pero destacando otro a Elegua que abarcaba una celda completa y con ofrendas en grandes cantidades de dulces, pelotas, abundantes cochecitos de plástico, veladoras, juguetes, fruta y señales de haber recibido sacrificio de animales.

Por si no fuera suficiente la prensa se regodeó semanas después (el 22 de octubre), con otra noticia relacionada también con las oscuras prácticas que se hace en la Santería mexicana, donde se señaló que tras un operativo en el delictivo Barrio de Tepito, en la capital del país, se encontró “un narcotúnel, laboratorios para elaborar metanfetaminas, armas de alto poder y hasta un altar de Santería fue lo hallado durante el operativo de la Policía capitalina junto con la Marina”.

Más aquí el hallazgo alcanzó tintes grotescos cuando se contabilizaron 42 calaveras, restos óseos y hasta fetos en un altar dedicado principalmente a Oggun, combinado extrañamente con Satanismo, culto a Eggun, Palo Mayombe, la Santa muerte y Espiritismo cruzado (la prensa, para no variar, se ha inventado el término de "Santería negra" para aglutinar todos los objetos encontrados), cuyas fotografías recuerdan irremediablemente al culto de los "Narcosatánicos".

Tras este descubrimiento oficialmente se especificó que “la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México reveló imágenes al interior de la vecindad de la calle Peralvillo y llamaron la atención aquellas donde está un altar Santero con cráneos humanos manchados de sangre”.

Sin embargo, lo que sucedió horas después de difundirse la noticia es una excelente señal para los practicantes de Osha e Ifa que buscan impunidad con sus iniciaciones: en el operativo originalmente fueron detenidas 31 personas y casi al instante fueron soltados 30 de ellos cuando un juez “determinó que fueran liberadas al no encontrar elementos para vincularlos con ningún hecho delictivo”.

Las fotos y videos relacionados con ambas notas, concretamente sobre los dos altares para el culto a los dioses Yoruba en los respectivos lugares, podrían definirse como “macabras” al punto de que opté por no incluirlas en esta entrada.

Tampoco considero necesario volver a soltar otra perorata para criticar el mierdero que se está haciendo en méxico con la Santería, Ifa y el culto a los Orishas, así que dejemos este texto como un recordatorio de la existencia de una práctica religiosa en la que religiosos mexicanos y deidades se hunden por sí mismos en la peor de las decadencias espirituales.

Una vergüenza.

8 de noviembre de 2019

Emillio, el sanador espiritual y vidente


En memoria de Emillio*, uno de los Sanadores espirituales y videntes más asombrosos del planeta. Para entender el contexto de la anécdota, leer primero: http://basurerodealmas.blogspot.com/2013/03/mi-vida-en-la-santeria-4-me-borraron.html

1.
Una mañana recibí la llamada de T (amigo mío, Sanador espiritual y compañero de trabajo).

- mi estimado – saludó efusivo como siempre.
- salud, embajador de la oscuridad – me burlé aludiendo al apodo que alguien nos puso en la oficina, junto con R (un practicante de Reiki),  que al vernos juntos nos definió como “Los tres Ministros de las Iglesias oscuras”. Ambos soltamos la carcajada.
- ¿interrumpo algo? – preguntó.
- pueeees – le di a entender que no estaba solo.
- te explico rápido: necesito que me hagas el favor de presentarme a un Curandero para que me desatore un problema.
- ¿tú, pidiéndome ese tipo de ayuda? – exclamé, sorprendido, pues él fue de los primeros en criticar mis iniciaciones en Palo y Santería.
- ya te contaré – atajó - ¿conoces a alguien que sea de tu confianza?
- claro – lo tranquilicé – en breve te mando un mail con los datos de un conocido que vive en la colonia Observatorio.

No me contó los detalles como prometió, pero de ello me enteré por R: me llamó al siguiente martes por teléfono para decirme que estaban por llegar al Templo espiritual para “realizar las obras que le determinaron a T” (debí poner atención a esa frase).

Al poco obtuvo una jugosa jubilación y por meses le perdí la pista. R me dijo que Emilio, el Guía espiritual de T, llegaría de Filipinas para cumplir su visita anual al país.

2.
Ya en méxico, tras terminar el primer día de sanaciones (era lunes y tuvieron gran cantidad de pacientes, como nunca), Emilio pidió a T lo acompañara a su hotel, solicitando a D (su representante y administradora del Centro Espiritual donde se sanaba) se fuera a descansar pues debían tratar temas personales.

D, una chilena obsesionada con controlar a detalle sus visitas, aceptó de mala gana mientras yo, que me había acercado esa noche al Centro a saludar a Emillio, vi que antes de terminar esa semana sucedería algo que cambiaría el destino de todos (lo que sucedió esa noche, y los siguientes días, me lo contó luego T y lo ratifiqué con mi videncia).

3.
- te voy a compartir un tema personal – dijo Emillio apenas y entraron en la espaciosa habitación del hotel ubicado en la colonia Roma.
- a tus órdenes – ofreció T, más quedaron en silencio durante unos minutos mientras Emillio preparaba té. Tras servirlo se acomodó en uno de los sillones para quedar frente a frente.
- seré directo para no generar un melodrama – avisó y T vio que de su cuerpo se desprendió un halo de luz durante un instante, tras lo cual el Guía se mostró avejentado, encorvado, flaco y pálido, a comparación de la fortaleza que mostraba instantes antes.
- dime – lo invitó conteniendo el asombro por lo que había presenciado.
- he venido a morir aquí – soltó sin alterarse – ha llegado la hora… me han dado oportunidad de escoger en dónde y elegí tu país pues aquí hay conocimiento milenario y en algún momento la nueva espiritualidad que cambiará el destino de la humanidad saldrá de estas tierras.


- pero… - intentó decir algo T, acongojado, pero el Guía alzó la mano indicándole que se mantuviera en silencio.
- sin dramas, pedí… terminaremos los cursos y consultas el viernes, tal como está programado y lo demás sucederá el sábado: vine sin boleto de avión para regresar a Filipinas.
- ¿qué necesitas? – le preguntó.
- será el sábado en la noche y estarás presente, junto con D: lo único que te pido es que no permitas que me hospitalicen, no traten de hacer de mi destino algo inevitable – pidió y los dos quedaron en silencio.
- sé que tienes problemas – dijo Emillio al cabo.
- sí… - titubeó T, más por la vergüenza que por la sorpresa de saberse descubierto “de algo” que hasta ese momento nadie sabía, aunque supuso que los esfuerzos realizados para hacer sanaciones habían sido suficiente señal para saberlo: no recibía energía universal, usó la suya.
- no debiste buscar a un Santero para solucionar tu problema – señaló – y aunque te haya resuelto, las consecuencias están a la vista.
- ¿qué quieres decir? – preguntó T asustado.
- debiste hacer oración… pedirnos ayuda – siguió – o haberte atendido con el Curandero que te recomendó tu amigo.   
- es Curandero y Santero a quien me recomendaron: me iba hacer “una limpia”, pero me explicó que sus Santos solucionaban más rápido y…
- no digas más – lo atajó – has perdido tus dones, el mundo espiritual te ha dado la espalda pues apelaste a demonios para obtener riqueza… y dada mi inminente partida no puedo hacer nada por ti.

Ambos se mantuvieron en silencio: Emillio observando a T, mientras él, sin salir de su asombro, no quitaba la mirada del suelo - meditemos – le propuso y encendió un incienso. Mi amigo levantó la vista y descubrió que había recuperado la condición física normal. Se sentaron en posición de loto.

Y sí, el sábado por la noche el Guía tuvo un infarto apenas y llegaron al hotel tras pasar todo el día (junto con D, T y algunos allegados), recorriendo las pirámides de Teotihuacán, más contrario a lo solicitado D insistió en internarlo, prolongando su agonía hasta el lunes en que fue declarado oficialmente muerto.

4.
He de reconocer que me entristeció la muerte de Emilio. Si bien no teníamos ningún vínculo espiritual, su comportamiento cotidiano era un ejemplo de ética que ojalá muchos guías espirituales optaran por seguir.

Algunas veces me compartió secretos sobre la Sanación espiritual, cosa que no tenía que hacer ya que yo no era discípulo suyo, pero sobre todo por la cautela que tenía hacia todo aquel que trabajara con muertos, mas supongo que “algo vio” que me llevó a ser la excepción: sus consejos cambiaron mi forma de entender el dolor de la gente y mejoraron en muchos sentidos mi forma de trabajar la Sanación de almas.

5.
Tiempo después hablé con T tras enterarme del deceso de su madre (vivía con ella tras un desastroso matrimonio sin hijos). Me contó sobre su extraña muerte y de otras novedades, como que ahora vive en el norte del país.

Al llegar al tema de la pérdida de sus dones, noté un leve tono de queja (de alguna forma reclamando por mandarlo con un Santero, pero olvidando que yo lo recomendé con el Curandero), más nunca lo dijo directamente: opté por no confrontarlo y dejarlo a su conciencia**.

Antes de despedirse me dijo que tras los nueve días de luto obligatorios, luego del entierro de su madre, comenzaría a meditar y hacer oración para recuperar sus dones: “estoy seguro de que lo conseguiré”, afirmó antes de colgar… Lo dudo. 

* por obvias razones ya se puede citar su nombre.
** tiempo después, platicando con R, el Sanador que acompañó a T hacer los ebosses, me dijo que dudaba de la desaparición de sus dones pues él también hizo obras con Santería, incluso recibió elekes y mantenía los suyos sin ninguna alteración.