16 de julio de 2015

Mi vida en la Santería 30: miedo?

1.Me enteré que iban a proyectar “Blood In, Blood Out” en la Cineteca nacional, así que invite a mi esposa a verla… “es imperdible”, le dije para convencerla… aceptó sin dudarlo…

En el trayecto le di algunos detalles como el de que había sido filmada en 1993, que el director era Taylor Hackford: un prodigio nacido en California con una carrera cinematográfica bastante irregular y de paso le advertí que la película duraba más de tres horas…

Durante la proyección de pronto me preguntó “y por qué hizo eso?”, refiriéndose a una escena un tanto confusa, a lo que le comenté que luego le explicaba…

Una vez que terminó la proyección la invité a cenar y le ofrecí responder todas las preguntas que tuviera sobre el film… y me las planteó… bastantes, aunque finalmente éstas derivaron en el significado de muchos simbolismos con los que suelen vivir los cholos en Los Ángeles… terminó con un cuestionamiento que me hizo sonreír, detalle que no le pasó desapercibido: “Los Vatos Locos y Los 3 Puntos de los que hablan en la película son pandillas que existen en Los Ángeles?”… duda que le aclaré, pero que derivó en un soliloquio de mi parte sobre “La EME”…

- y por qué sonreíste? – me interrogó…
- me acordé de algunas cosas – le respondí – de cuando viví en Los Ángeles…
- cómo es que sabes tanto sobre el tema de cholos y eso? – insistió…
- pues… viví en Los Ángeles – le respondí casi lo mismo y me reí…
- muy buena película – comentó – aunque sigues sin responderme por qué sabes tanto…
- yo debí haberme muerto en Los Ángeles, sabes? – contesté…
- podías o debías? – me cuestionó…
- debí – afirmé – pero veme, aquí ando…
- debiste? – dijo usando un tono cercano a la duda, como si yo supiera de lo que le hablaba y ella a su vez aún no se enterara de algo sobre mí…
- algún día te llevaré a ver otra película… una maravilla llamada “Boyz n the Hood”, dirigida por ese prospecto de genio llamado John Singleton…
- prospecto? – inquirió…
- sí - me burlé – la filmó cuando tenía apenas 23 años… después rodó otra titulada “Poetic Justice”, pero finalmente acabó manufacturando idioteces como “Rápido y Furioso”… una pena…
- y? – insistió ella…
- ya buscaré la manera de que la veamos y entenderás muchas cosas…

2.
Meses después la suerte me acompañó: programaron un ciclo de directores negros norteamericanos en una sala de arte ubicada en la llamada “Zona rosa” de la capital... incluían obviamente a John Singleton con su “Boyz n the Hood”, de inmediato le propuse a mi esposa fuéramos a verla…

Más contrario a lo que sucedió durante la proyección de “Blood In, Blood Out”, en esta mi esposa no me hizo ninguna pregunta… pensé que se las estaba reservando para cuando terminara la película, así que una vez que salimos la invité de nueva cuenta a cenar…
 
Lo curioso es que cuando le ofrecí aclararle cualquier duda sobre el film, me sonrió como sólo ella sabe hacerlo y me dijo: “ahora te entiendo… y bastante”…


3.
Años después estábamos con los preparativos para mi coronación de Santo (mi hija huyó a casa de sus abuelos para no involucrarse)… esa tarde me declaré agotado, no sólo físicamente sino también emocionalmente porque la amenaza de morir y volver a nacer era algo que no terminaba por entender…
 
Cerca de la media noche le dije a mi esposa que subiría a recostarme un rato… ella avisó que haría los últimos arreglos a la ropa blanca que yo debía vestir durante toda la siguiente semana…

Subí, me tiré en la cama y me quedé varios minutos a oscuras, sin moverme, hasta que encendí la televisión (cosa extremadamente rara), encontrándome con un canal donde estaban a punto de programar la película “New Jack City”, dirigida por el camaleónico Mario Van Peebles… conforme avanzaba el film mi moral llegó hasta el suelo…

Mi pareja tardó bastante tiempo en subir… cuando lo hizo intentó encender la luz pero le pedí que no lo hiciera… se quedó viendo algunas escenas y dijo…

- después de tantos años no dejas de ver ese tipo de películas – hizo referencia a que la temática…
- sí – acepté – pero ya sabes que mis preferidas son aquellas cuya trama va de negros que consumen cocaína, escuchan rap y matan sin remordimiento…
- no – me contradijo - las tuyas son sobre cholos que consumen cocaína, escuchan hip-hop y se matan entre ellos…
- “ain't no sunshine, ain't no sunshine… anytime” – me puse a canturrear…
- Frost – identificó al famoso cantante chicano – y tras dudar, me miró a los ojos y me preguntó – qué te sucede? tienes miedo de lo que te suceda mañana?
- no – le respondí…
- te asusta eso de lo que te van a pintar varios signos en la espalda con una navaja y no sé qué más?
- bien sabes que no – le dije sin poder contener una carcajada – después de lo bañado en sangre, tasajeado y golpeado que me dejaron cuando me juré como Mayombero, ya nada me puede asustar…
- entonces? – insistió ella, más antes de responderle me quedé largo tiempo en silencio mientras veía a Wesley Snipes aspirar sendas líneas de cocaína en una de las mejores escenas que he visto sobre ese arte, sólo superada por la que hizo Al Pacino frente a una gran montaña de coca en el film “Cara Cortada”…
- dicen que cuando coronas Santo tu vida debe cambiar en muchos sentidos… o sea que debes modificarla radicalmente para ser mejor persona – dije con solemnidad – y eso incluye dejar algunos placeres mundanos…
- y? – preguntó ella…
- voy a extrañar mucho la cocaína – le respondí…
- tú no consumes cocaína!!! – exclamó ella…
- ya lo sé – reconocí – lo estoy diciendo con ironía…
- es por tu salud – dijo tratando de infundirme algo que creo a ninguno de los dos nos quedaba claro qué era – ya te dijeron que con la ceremonia vas a mejorar…

Ella se puso de pie e intentó encender la luz… nuevamente le pedí que desistiera… terminé de ver la película en silencio…

5 comentarios:

ketu dijo...

Buenas noches. La noche antes de coronar Santo a la vuelta del ilé ibú, pues fuy de noche, me tuvieron haciendo penitencia pegado a la pared sin dormir nada inclusive hasta la Coronación. La Coronación fue un momento dramático porque en un momento me dejaron solo y me sentí muy triste y tremendamente cansado, escuchaba las risas que de la otra habitación los Padrinos y santeros hacían mientras tomaban sus tragos... yo estaba sólo.
En ese momento vino una santera hija de Shangó que no era ni Madrina ni Oyubbona a acompañarme. Me acordé que era la sustituta de otra hija de Shangó a quien su Ángel de la Guarda había dado okana para mi kariosha. Así que vino en su lugar con la autorización de Shangó la que después fue la única persona que tuvo compasión de mí durante los tragos de los demás. Si "morir" es constatar como la Sociedad está podrida cuando cae en el vicio pero es noble cuando piensa en los demás, pues eso yo lo viví a mi manera...

ujule rachid dijo...

así es mpangui, cada quien vive su infiernito antes, durante y después de la coronación de Santo, y esa es la intención de este texto: compartir la incertidumbre que rodea al aleyo que está convirtiéndose en iyawo...

saludos...

ketu dijo...

Buenas noches Sr. Ujule Rachid.
Es muy preciso y exacto eso que comenta, para mí "antes, durante y después de la coronación de Santo" fue un Infiernito.
Tenía la esperanza de alguna iluminación durante la Ceremonia del Kariosha, lo que llaman el toque del Santo, aunque sólo percibí algo durante la Coronación de Espiritista que se hace el día antes.
Aunque se hizo todo como la Regla de la Osha manda hacerse, durante la Ceremonia de Coronación de Osha sólo sentía tristeza, la única luz que sentía era el darme cuenta de mi propia soledad y que los demás iban a su rollo, salvo la hija de Shangó de mi anterior comentario. Yo esperaba que el Cielo bajara a la Tierra, y sólo percibía la ruindad de la mayoría de la gente. Aunque coroné el Osha en ese momento no lo sentía para nada...
Atentamente.
Ketu

jose peña dijo...

sabes lo que no entiendo es por q luego desde que publicas cada una de tus entradas de mi vida en la santeria desde la uno hasta aqui siempre hablaste como santero y aqui pareciero q tu narrativa explica q apenas te haces santo

ujule rachid dijo...

hola josé... muy sencillo, porque las anécdotas que escribo en las entradas no llevan orden cronológico; ninguna, las escribo conforme me acuerdo de las anécdotas...