12 de septiembre de 2015

Las librerías están desapareciendo


La medición de los niveles de un país lector se determinan con diversos factores: uno de ellos es el número de textos leídos por habitante al año… otro es las horas de lectura a la semana: en el último dato difundido por la agencia NOP World la India dedica 10.7 horas, Tailandia 9.4, China 8, Filipinas 7.6, Egipto 7.5, República Checa 7.4, Rusia 7.1, Suecia 6.9, Francia 6.9, Hungría 6.8 y destaca en américa latina Venezuela con 6.4…

En este contexto podrían aterrizarse infinidad de conjeturas sobre las condiciones que llevan a un país a leer mucho o no hacerlo, más con el tiempo estos índices dejan de ser vergonzosos para méxico, por ejemplo, si tomamos en cuenta que hay una alarmante tendencia en el ser humano a olvidarse de la lectura…


Un indicador del descenso global son las ventas que reporta el sector editorial de cada país o el cierre anual de librerías derivado no sólo de la misma baja de ventas, sino de los asfixiantes impuestos que los gobiernos insisten en cobrar a los promotores de la lectura, el aumento de los insumos para producir un libro, la falta de líneas de crédito o por la participación de “los grandes” como Amazon que terminan por desvirtuar el mercado… algunos dirán que el ebook es ya una competencia del texto tradicional, pero hasta sus ventas disminuyeron en el último par de años…


Cualquiera que sea el motivo hay una obscura tendencia a imponer el modelo homo-videns del que tanto nos previno Giovanni Sartori y evitar que la gente lea y piense: advirtió que la multimedia se está convirtiendo en un peligro sobre todo si se trata del video y la televisión (la comunicación vía  imágenes) cuando se constituyen como el único factor de socialización de la persona desde su niñez…

Si tomamos como indicador el cierre de librerías, España es el ejemplo de cómo la inteligencia y el conocimiento humano está perdiendo la batalla ante las imágenes preconcebidas para manipular conciencias…


Mi amiga Alaitz, española residente en Málaga y lectora empedernida, define a la televisión que se produce en su país como “una insultante porquería” y se queja de que cada día es más difícil acceder a los libros, no sólo por su precio, sino también por el cierre de librerías…


Lo peor es que en este contexto están llegando noticias alarmantes que ratifican que la hipótesis de que la lectura podrá ser en unos años una actividad descontinuada en ese país, parece se hará realidad…


De acuerdo a lo publicado en el Mapa de las Librerías de España de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, 912 librerías cerraron en ese país durante 2014, 443 más que en 2013 (contra el establecimiento de 226 nuevas), señalando además que las ventas anuales de libros cayeron 18.60 % con respecto a 2011: este 2015 están cerrando en promedio dos librerías al día…


Una encuesta publicada en enero de 2015 por el Centro de Investigación Sociológica, señala que un español lee 8 libros al año, al contrario de Finlandia con 47 por habitante, dato que difundió la ya citada agencia NOP World… así, uno se pregunta: por qué sucede esto la tierra de Miguel de Cervantes Saavedra, autor de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, la obra más notoria de la lengua española y una de las más importantes de la literatura universal?...


Hay varias respuestas a esta interrogante y Elena Ramírez, directora editorial de Seix Barral, da la más sensata: “la culpa del descenso de las ventas la tiene la disminución del poder adquisitivo de la gente, el libro es un lujo barato, pero la gente se lo piensa”… a esto se debe agregar que España vive una crisis económica que ha servido de pretexto a su gobierno para hacer recortes presupuestales en el sector cultural y aumentando impuestos al cine, música y obviamente a los libros…


El problema va más allá: el planeta está inmerso en una recesión resultado del neoliberalismo que apostó por la producción masiva y el hiperconsumo, sin considerar que en algún momento los mercados iban a colapsar debido a una sobreproducción de basura tecnológica que no pudo colocar entre los ignorantes y que no sólo dejó de venderse (como las pantallas), sino que se convirtió en objeto de frustración…


El sociólogo Immanuel Wallerstein señala: “El sistema-mundo está en serios problemas y está ocasionando malestar a la vasta mayoría de la población mundial”… sí, pero mientras esa molestia de muchos pobres contra pocos ricos termina por provocar algo, miles de millones nos debatimos en la sobrevivencia diaria a partir de sueldos miserables, orillándonos a dejar de cultivarnos intelectualmente para mal comer y en general padecer algún grado de miseria…


Para evitarse cuestionamientos ese sistema-mundo piensa que la mejor manera de controlar a la gente es privándoles de aquel conocimiento que les haga pensar, tomar conciencia y permita exigir el fin de tanta desigualdad social… pero mientras eso sucede la intención es destruir cualquier expresión cultural subversiva, empezando por los libros…


La narradora y ensayista mexicana Vivian Abenshushan señaló que al cerrar una librería lo que se pierde “es la soberanía de los libros frente a los dioses del mercado, que son hoy quienes concentran la mayor parte del poder económico y político del orbe”…


Ante una afirmación así el panorama del cierre de librerías en cualquier rincón del planeta es tenebroso, más los autores de su desaparición no son realmente los gobiernos que buscan que sus pueblos permanezcan ignorantes, tampoco es culpa del librero que no supo administrar su negocio: los responsables somos nosotros y nuestra indiferencia al ver que el edificio que albergaba nuestra librería favorita fue sustituida por un McDonalds o un Starbucks… 


Un recuento permite conocer los terribles casos de aquellas tiendas (algunas de ellas consideradas clásicas) y cadenas de librerías que se han perdido para siempre durante los últimos años:


a. Platón, Illa de Llibres, Renacimiento, Villar, Balmes de Lugo, Kirikiña, Altaïr, Casa del Libro, Escarabajal, Roquer, Metrópolis, Antonio Machado, Gali, Michelena Canuda, Negra y Criminal y Rumor en España… 


b. Instituto del Libro Blasco, Mateca, Lope de Vega, América, Casa Cuello, Thesaurus y Filo Biblia en República Dominicana…


c. Lectura, Historia, Estudios, Suma, Monte Avila Editores, Centro Plaza, Libroria, Las Novedades y Macondo en Venezuela…


d. La Hune, Livres Anciens, Red Wheelbarrow, La Géothèque, The Village Voice, Charlemagne, Tea and Tattered Pages y Champlain en Francia...


e. Verbalia, Biblos, Tercer Mundo, Lectura, La Caja de Herramientas, Chapinero, Buchholz, Mundial, Yerbabuena y Exopotamia en Colombia…


f. Técnica, Petrony, Guimarães, Barateira, Portugalia y recientemente la considerada clásica Sá da Costa en Portugal…


g. Ivens, Tesauro Lij, Ulises, World Book Center, Andrés Bello (algunas sucursales), Qué Leo, Antártica, El Patio y Rumor en Chile…


h. Serendipity Books, Lectorum, La moderna poesía, Strand, Lauriat, Universal, Barnes and Noble, Waldenbooks, Macondo, Crown Books, Rizzoli, Park Slope y Borders Books en Estados Unidos…


i. Artemio de Valle, Praxis (también editorial), De Cristal, Zaragoza, Julio Torri, Iztaccíhuatl, Castillo (mantienen activa Ediciones Castillo), El Relox, Librarte, Ítaca, México, El lector empedernido y el infame cierre de Parnaso en méxico…


Muchas librerías desaparecieron: grandes recintos culturales, viejos edificios de gran valía arquitectónica o cómodas y funcionales construcciones que no sólo ofrecían diversidad de textos, sino también conciertos, obras de teatro, espacios recreativos para niños, cine o un ambiente agradable para tomar un café y charlar…


Cuál librería sigue? cualquiera… en dónde? en cualquier país…


2 comentarios:

myopinion dijo...

buenas noches será. que el cierre de librerías está relacionado con el aumento de librerías digitales como Amazon por ejemplo y en donde se publican libros gratis sin ningún costo para el escritor y con precios muy asequibles para los lectores ?

ujule rachid dijo...

la buena noche... el problema no es solamente Amazon... es una parte del problema... el problema más grave es que la gente ya no lee, a eso se resume todo...