Contrario a lo que muchos pensarían, hay músicos
que no desean tener fama, huyen del glamur y prefieren ser parte del movimiento
subterráneo de su país por una sola razón: “hacer
la música que les gusta”.
Lo anterior es parte de las tantas autodefiniciones
que motivan a Los Espíritus para seguir a sus anchas en el undergound argentino. La banda fue fundada
en la ciudad de Buenos Aires en 2012, se rigen bajo la máxima de que “Hacer música es buscar una identidad” y está
integrada por Maxi (voz), Pipe (batería), Santi (guitarra y voz), Fer (percusión), Miguel (guitarra y teclados)
y Martin (bajo).
Su concepto es por demás interesante no sólo
a nivel musical, con el que exploran una extraña mezcla de blues criollo, psicodelia,
indie, góspel, y toques groove latino
(emparentados con otra interesante propuesta, la banda “Curanderos”, comandada por
Mike Bruno), sino porque además sus letras tienen mucho de etéreas, un poco de irónicas,
quejas sociales y aires esotéricos.
La historia del sexteto es curiosa: originalmente
los músicos apoyarían el proyecto solista del cantante Maxi Prietto: la idea era
armar una banda para sus presentaciones en vivo, pero todos los músicos se involucraron
en un proceso creativo que redundó en “Los Espíritus”, quienes acaban de publicar
su tercer disco.
“Agua Ardiente” fue presentado en sociedad el
pasado mes de mayo y viene precedido por el álbum “La Gratitud” (de descarga gratuita),
editado en 2015, y que les dio reconocimiento como para renegar de él y mantenerse
al margen del detestado mainstream, por
lo que una nueva grabación constituía un reto en términos de seguir ofreciendo calidad
sin vender su alma a una disquera.
Y lo consiguieron: “Agua Ardiente” (grabado
en estudio El Attic, mezclado por Patricio Claypole y producido por el grupo), reafirma
esa perversa comunión que escandalizó a la sociedad yanki del principios de siglo
pasado: diez canciones de blues en las que ninguna está de más, combinadas con metáforas
y alcohol, convertidas en temas de gran calidad musical y letras inclementes que
rayan en el virtuosismo.
Así, en “Agua Ardiente” (cuyo título es un juego
de palabras) nada es sencillo, pues nos encontramos con temas frescos que lo que
menos inspiran es aburrimiento. Sobre ello Maxi comenta: “Había una frase de Tom Waits
que decía que las canciones eran “como
llevar agua con las manos” al
estudio porque si no las grabas rápido, cuando llegas no te queda nada de eso que
tenías”… mientras que sobre el titulo Santi aclara: “Agua Ardiente suena quizá a una contradicción, pero más bien es un equilibrio de fuerzas:
el agua y el fuego. Antes que el título, estuvo la tapa del disco, esa imagen del
fuego sobre el lago”.
No esperen encontrar ritmos negros salpicados
de psicodelia que sirven de fondo para canciones épicas, oscuras o heréticas: no,
“Los Espíritus” le cantan a la vida, pero también al amor, al diablo, a la naturaleza,
a la mujer, a los desencarnados, al destino y sin dejar de lado la política: “El modelo neoliberal es eso: satisfacer a unos
pocos, sin tener ningún tipo de piedad con el pueblo, que es la mayoría de la humanidad.
Si separas pobres de ricos, creo que hay un 90 por ciento de pobres y 10 de ricos
en el mundo entero, si no es que un 5. Eso nos dificulta a todos vivir”, comenta
el grupo.
En suma, el disco “Agua Ardiente” de “Los Espíritus”, es un claro ejemplo de la calidad que desde siempre ha demostrado el rock argentino, un disco recomendable no sólo para aquellos que están en búsqueda de nuevos sonidos, sino también a aquellos que saben que en cuestiones espiritistas hay más de un camino.
1 comentario:
Da gusto leerte, siempre enseñándonos nuevos grupos que son interesantes y con ritmos diferentes.
Cuidate mucho
La española
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