19 de julio de 2023

Calor y mal carácter

 


feministas, absténganse de leer esta entrada,
misma que trata de un empoderamiento
basado solo en acaloradas hormonas,
no en respeto ni en sentido común.
 
1.
Hace unos días una compañera del trabajo pidió al personal de servicios materiales abriera, arbitrariamente, los ductos del aire acondicionado porque “hacía mucho calor”. Yo señalo que fue despótico porque no me consultó, a sabiendas de mis problemas pulmonares: simplemente se puso de acuerdo con sus compañeras de alrededor y ya.
 
Así se lo hice saber. Ni que decir que la corriente de aire me afectó de inmediato. Me quejé de nuevo con ella y su actitud fue ríspida, insinuando que algo le sudaba en exceso y que, por lo mismo, no estaba a discusión.
 
Esa misma semana insistí que teníamos a llegar a un acuerdo porque para mí no es sano vivir en una sección de carnes frías de carne de cerdo. Se convocó a una reunión, sin presencia de una autoridad institucional de por medio, donde las empoderadas y exclusiva derechohabientes mujeres exigieron mantener el aire al nivel que sudorosamente les adecuaba. Mi argumento fue: “ustedes tienen calor, lo cual se puede solucionar de otra manera, mientras que lo mío es un problema de salud permanente que si me descuido puede agravarse”. No les importó.
 
Lo más extraño es que una de ellas, con quien nunca he cruzado ni un saludo, se comportó como auténtica verdulera, mientras otra propuso cambiarme a otro piso si no estaba de acuerdo. Al final entre ellas pactaron reducir el número de ductos abiertos, lo que para mí no fue una solución.
 
Gracias a esto salí de mi autismo para descubrir que vivo en un serpentario donde, curiosamente, la prepotencia provino de las empoderadas, perdón, las santificadas y sensibles mujeres, cuyo problema es que les suda el occipucio (no lector, no piense en que hablo vulgaridades: el occipucio no es una parte íntima), que derivó en un saldo mayor: la fractura en varias relaciones que hasta ese día yo creí eran respetuosas y cordiales.
 
Sí, pero en esta agitación hormonal hay un caso en especial: una compañera cuyo comportamiento cotidiano está basado en odio al género masculino, a consecuencia de su materna mal parida relación con su esposo, su posterior amasiato con un don nadie, y los subsiguientes hombres que cometieron el error de acostarse con ella, perversión heredada por su madre, heredera de un indisoluble odio hacia los hombres que ella se ha encargado de cumplir al pie de la letra.
 
En términos de su argumentación, exclamó: “¡Mi pareja (ojo, no dijo esposo, pese a que fue madre soltera y encontró quién la aceptara con su hijo), abre o cierra las ventanas de mi departamento cuando yo se lo digo, solo sin tengo frio o calor, no por mamadas sobre si a alguien le hace daño el aire”!
 
Sí, una feminista que vive al pie de la letra en el ganar - ganar, a cuyos subalternos llama “perritos” y que no tiene empacho en compartir a su amante de la oficina con su jefa.
 
2.
Son curiosos los terrícolas: tan inmediatos, básicos y reactivos que lo único que hacen es mostrar su verdadera naturaleza ante situaciones insignificantes, sin pensar en el verdadero origen de los problemas que afectan su entorno y el de la humanidad.
 
3.
Siempre que sucede algún cataclismo o alteración en la naturaleza, termino por sentir pena ante la ignorancia de aquellos que dan una explicación científica o le asignan un origen casual a algo que es en estricto espiritual.
 
Lo anterior viene a cuento por la “Ola de calor” que azota al planeta Tierra desde hace un par de meses, mismo que se ha reforzado en este mes de julio y que en breve América del Norte, Europa y Asia serán los más afectados.
 
Sobre el origen de estos calores se acusa al Cambio climático, llamaradas solares y/o a los fenómenos naturales de El Niño y La Niña, culpables de que el pasado junio haya sido el mes más cálido de toda la historia, con máximas de entre 45o y 50o, pero cuya sensación térmica oscila entre 50o y 60o en algunas regiones del planeta.
 
Sí, ya, está cabrón, pero ante esta situación climática extrema los neófitos (este no es un término despreciativo, se usa en el Palo mayombe para referirse a quienes desconocen la existencia del mundo espiritual), no se hace mayores cuestionamientos, y se limitan, por ejemplo, en méxiquito, a saturar con ventiladores su sudorosa existencia.
 
4.
Es conocida la serie de textos publicados en este blog sobre profecías a corto plazo, explicaciones de cambios en la Tierra y guerras espirituales que me han compartido babalowos, espiritistas, santeros y paleros, así como con chamanes, curanderos y espiritualistas, escritos que no suelen recibir retroalimentación que no sean burlas o acusaciones de ser falsos, pese a que los fenómenos meteorológicos y cataclismos se comentan todos los días en la prensa.
 
Así, pese a tal incredulidad, sirva este texto para explicar a quienes se quejan del calor que este no es secuela del Cambio climático, llamaradas ni por travesuras de El Niño y La Niña, sino por el movimiento de un metro, aproximadamente, del eje terrestre (aunque en el medio espiritual se habla de una inclinación de 3 a 6 grados) a partir del terremoto que sacudió a méxico en el año 2019.
 
Los efectos, insisto, los vemos en las principales planas de los diarios: inundaciones y sequías, lluvias torrenciales, aumento de temperaturas, incendios, tormentas, alteración de las estaciones del años y extinción de especies.
 
¿Todo a consecuencia de los terremotos?, claro, y sobre su origen espiritual ya se ha escrito más que suficiente en este blog, así que nadie puede declararse sorprendido sobre este agobiante e inevitable vínculo.
 
5.
Ahora, digamos que como muchos religiosos han señalado, babalowos, espiritistas, santeros, paleros, chamanes, curanderos y espiritualistas se la maman diciendo que “algo malo sucede”, así que veamos otra llamada de atención sobre el tema: a finales del mes de junio el cabalista Albert Gozlan lanzó una convocatoria en su página web para que quien quisiera diera su nombre para ser objeto de una bendición ya que julio amenazaba ser uno de los más complicados del año, “a consecuencia del calor que afectaría de muchas maneras la psique y la espiritualidad de la gente”, situación que me consta, una vez más, dada la gran cantidad de solicitudes de consultas recibidas vía mail en estas semanas.
 
Sí, el calor pone de mal humor a los humanoides, sobre todo a las mujeres… pero no lo digo yo.
 
6.
Y vienen cosas peores que no solo serán una manifestación femenina acalorada, sí, queja del calor juliano, que por desgracia les da cierta potestad simplemente por poseer el mal entendido don de la maternidad: dar vida, sin importar la calidad espiritual de los seres, humanoides, a los que den a luz.
 
7.
Como sea, es bueno que haya terrícolas que piensan que el calor se arregla con un ventilador, que cuando llegue el frío bastará con usar una bufanda y que el origen del clima extremo tiene muchas respuestas, menos la espiritual, pues sin su gran sapiencia no podríamos aplicar una de las máximas de Vladimir Nabokov: “La vida es una gran sorpresa. No veo por qué la muerte no podría ser una mayor”. 

2 comentarios:

Omolokun dijo...

Eso dice Vladimir...
Y dijo también un amigo: "el mal va ganando" y la a gente (incluyo a espiritualistas) les vale madre...
🙈🙊🙉

Juju dijo...

Hola, en algún libro de Ramatis leí que los cambios en la inclinación del eje de la Tierra se dan por el pasaje cíclico de Nibiru. Por lo que entendí sería que cualquier cosa hagamos o evitamos de hacer da lo mismo, igualmente va a haber cambios tal vez bruscos en el clima.