28 de octubre de 2025

Urge hablar con los desencarnados el Día de muertos

 


Aprovechando que se viene el Día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, mejor conocido como el Día de Muertos, en el que los desencarnados tienen “permiso” para “venir” a que sus vivos les preparen una ofrenda, vale la pena preguntarse: ¿qué hacer si en esos días los antepasados nos contactan a través de los sueños?
 
Los sabios* advierten que los muertos se hacen presentes entre sueños tal como nos acordamos de ellos, con el rostro, edad y la misma estatura que tenían en vida, y de ello ya he escrito antes en este blog, señalando que la mayoría pueden tener la imagen y personalidad que tuvieron en el momento máximo de su evolución material o espiritual.
 
Sin embargo, no pueden hablar en forma verbal, su comunicación es telepática. ¿Por qué sucede esto?, porque se encuentran en un plan dimensional completamente distinto al nuestro, donde no existe el habla tradicional, lo que puede complicar nuestra interlocución con ellos.
 
Por si no fuera suficiente, se debe cumplir con un requisito fundamental para saber que es alguien que en vida estuvo vinculado con nosotros: se le debe ver claramente el rostro, pues en caso contrario, aunque sintamos que se trata de X, Y o Z, significa que está frente a nosotros una Entidad oscura, un Eggun obsesor o un Demonio tratando de tomarnos el pelo.
 
Es común que la gente me pregunte: ¿por qué sueño con mis padres (y abuelos, hermanos, tíos o incluso amistades), cuando su muerte es “reciente”?
 
Esto se explica de manera sencilla: el espíritu** humano no puede trascender por diversos motivos, uno de los cuales señala que esto sucedería hasta que el cuerpo se descomponga por completo en su sepulcro o, dicho de otro modo, hasta que los huesos se conviertan en polvo en un proceso natural. Esto se debe a que la conexión entre el cuerpo y el espíritu perdura tras la muerte; sin embargo, si el espíritu requiere asistencia para trascender, no podrá descansar hasta que alguien le brinde esa ayuda. Por ello nos contactan apenas murieron.
 
¿Y cómo vamos a saber si necesitan ayuda?, ¿Y qué tal que quienes necesitamos ayuda somos nosotros?
 
Todo desencarnado que sigue entre nosotros, que no ha trascendido, necesita asistencia y precisamente para eso son los sueños, para que través de ellos nos ofrezcan señales claras de sus penurias, tal como se puede inferir de los siguientes ejemplos:
 
si al desencarnado se le ve en el marco de una puerta, pero sin cruzarla, señala un tema pendiente entre ambos (el vivo y el muerto), como la clemencia, promesas incumplidas o conversaciones aplazadas,
si se le percibe angustiado, llorando, enfermos o afligidos, están sufriendo algún castigo,
si está encarcelado en un lugar sombrío o rodeado de policías, gendarmes o soldados, significa que están en una prisión espiritual,
si está en una tertulia familiar, pero no se le ve comer, quiere decir que necesitan ayuda espiritual,
si aparece desnudo o descalzo, simboliza que sienten vergüenza o tienen actitudes de que avergonzarse y los vivos se han enterado de ellas,
si se sueña seguido con el mismo difunto, sugiere que necesita ser escuchado con urgencia.
 
En el otro extremo, podemos soñar con alguno de nuestros antepasados mirándonos con odio, burla o tristeza, lo que refleja que somos nosotros quienes tenemos algún tema pendiente con ellos.
 
En ambos sentidos es importante considerar las emociones con las que se despierta la gente tras soñar con un desencarnado, ya sea melancolía, enojo, desasosiego, tranquilidad, confusión, miedo, felicidad, asco, etc., porque, recordemos, todos los detalles del sueño son simbolismos (nunca son exactos o literales), que deben saber interpretarse.
 
Ahora, ¿cómo comunicarse correctamente con los desencarnados, ahora que se aproxima el Día de Muertos? Existen muchas formas de hacerlo, pero la más práctica y segura la pueden poner en práctica a partir de los últimos días del mes de octubre y durante todo noviembre:
 
Antes de dormir pidan al ser espiritual o entidad que ustedes consideren es su protector que esa noche les permita comunicarse con el difunto (escriben el nombre en una hoja de papel), pidiendo responda a sus preguntas o les transmita algún mensaje que necesite ser escuchado. Luego anotarán las preguntas que ustedes tengan para ellos en esa hoja al mismo tiempo que las dicen en voz alta.
 
El papel se dejará sin doblar a un lado (sobre una mesita) o debajo de la cama y se tratará de dormir colocando todos sus sentidos abiertos para que ese ser querido se pueda comunicar.
 
Si son ustedes quienes desean transmitir un mensaje, como petición de perdón o mostrar arrepentimiento de algo que ustedes hicieron, también lo anotarán junto con el nombre del destinatario (solo puede ser uno a la vez y, si fuera el caso, se debe empezar por los progenitores, y en este caso el padre, ya que en las religiones se le considera el pater familias).
 
Es importante tomar en cuenta lo siguiente: si no consiguen la comunicación en la primera noche puede ser porque ustedes están inquietos, enojados, preocupados, deprimidos o angustiados por problemas mundanos (deben tener confianza espiritual o no intentarlo si tienen miedo, pues ello podría contribuir a carecer de claridad mental) o porque sea su difunto quien necesita encontrar la manera adecuada, en su entorno y condición, para vincularse con ustedes.
 
Además, la motivación para establecer contacto debe ser por amor, desarrollo espiritual o para cerrar pendientes entre ambos, no con el objetivo de conseguir información confidencial, ventajas materiales ni mucho menos realiza peticiones para que afecten la vida de los demás.
 
Esto podrán hacerlo hasta 13 veces (una diaria) para un solo difunto antes de obtener respuesta. En caso de que hayan soñado con anterioridad con él y lo hayan visto en condiciones de tristeza, desnudez o angustiado, es muy probable que en alguno de sus trece intentos se muestre vestido y tranquilo lo que puede significar que su deseo de contactarlo en realidad sirvió para que pudiera trascender alguna situación que lo tenía atrapado.
 
Si en los primeros intentos lo consiguen, pueden seguir con la madre siempre y cuando lo hagan en los plazos señalados párrafos arriba. Luego los hijos. Más allá de realizar esta obra en la época de celebración de los muertos, pueden hacerlo durante todo el año siempre y cuando sea en luna llena o luna nueva.
 
Hay mucha información relacionada con el mundo de los desencarnados, misma que debe adquirirse (de buena fuente), pero también razonarse para saber los motivos y la manera correcta de comunicarse con ellos. Por ejemplo, existe la creencia de que todos los desencarnados siguen entre nosotros porque dejaron algo sin resolver. Si no lo tuvieran no estarían aquí, lo que rompe con la cursi creencia de que están a nuestro lado para cuidarnos, porque aún si el motivo fuera ese, protegernos, obedece a una situación no resuelta.
 
A veces el pendiente puede ser con ellos mismos: hay espíritus que no pueden despedirse de su cuerpo apropiadamente. Estos espíritus se quedan en este mundo, intentando localizar el suyo, y al no conseguirlo, se aferran a un cuerpo con desesperación (uno de los motivos de traer un “muerto pegado”), quedándose con una persona débil o enferma, por lo que requieren ser liberados bajo condiciones especiales.
 
Otra de las razones más comunes es que al momento de fallecer nos odiaran con enjundia. Y este tema es más que importante, ya que, recordemos que los desencarnados están en transición y rumbo a la reencarnación, lo que los pone camino al futuro y en este terreno llevan ventaja a quienes no hemos muerto, por lo que ese odio lo van sembrando por adelantado, en los caminos que apenas comenzaremos a transitar (este punto lo desarrollaré en otra entrada, ya que puede ser el origen de quiebra de negocios, divorcios, accidentes e incluso muerte de allegados).
 
*gracias a RS por iluminar con su sabiduría mi ignorancia.
**en este blog está explicado hasta la saciedad la diferencia entre espíritu y alma, recomiendo buscarlas.


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