Urge hablar con los desencarnados el Día de muertos

Aprovechando que se viene el Día de Todos los
Santos y los Fieles Difuntos, mejor conocido como el Día de Muertos, en el que
los desencarnados tienen “permiso” para “venir” a que sus vivos les preparen
una ofrenda, vale la pena preguntarse: ¿qué hacer si en esos días los
antepasados nos contactan a través de los sueños?
Los sabios* advierten que los muertos se
hacen presentes entre sueños tal como nos acordamos de ellos, con el rostro,
edad y la misma estatura que tenían en vida, y de ello ya he escrito antes en
este blog, señalando que la mayoría pueden tener la imagen y personalidad que
tuvieron en el momento máximo de su evolución material o espiritual.
Sin embargo, no pueden hablar en forma
verbal, su comunicación es telepática.
¿Por qué sucede esto?, porque se encuentran en un plan dimensional
completamente distinto al nuestro, donde no existe el habla tradicional, lo que
puede complicar nuestra interlocución con ellos.
Por si no fuera suficiente, se debe cumplir
con un requisito fundamental para saber que es alguien que en vida estuvo
vinculado con nosotros: se le debe ver claramente el rostro, pues en caso
contrario, aunque sintamos que se trata de X, Y o Z, significa que está frente
a nosotros una Entidad oscura, un Eggun obsesor o un Demonio tratando de
tomarnos el pelo.
Es común que la gente me pregunte: ¿por qué sueño
con mis padres (y abuelos, hermanos, tíos o incluso amistades), cuando su
muerte es “reciente”?
Esto se explica de manera sencilla: el
espíritu** humano no puede trascender por diversos motivos, uno de los cuales
señala que esto sucedería hasta que el cuerpo se descomponga por completo en su
sepulcro o, dicho de otro modo, hasta que los huesos se conviertan en polvo en
un proceso natural. Esto se debe a que la conexión entre el cuerpo y el
espíritu perdura tras la muerte; sin embargo, si el espíritu requiere
asistencia para trascender, no podrá descansar hasta que alguien le brinde esa
ayuda. Por ello nos contactan apenas murieron.
¿Y cómo vamos a saber si necesitan ayuda?, ¿Y
qué tal que quienes necesitamos ayuda somos nosotros?
Todo desencarnado que sigue entre nosotros,
que no ha trascendido, necesita asistencia y precisamente para eso son los
sueños, para que través de ellos nos ofrezcan señales claras de sus penurias,
tal como se puede inferir de los siguientes ejemplos:
—si
al desencarnado se le ve en el marco de una puerta, pero sin cruzarla, señala
un tema pendiente entre ambos (el vivo y el muerto), como la clemencia,
promesas incumplidas o conversaciones aplazadas,
—si
se le percibe angustiado, llorando, enfermos o afligidos, están sufriendo algún
castigo,
—si
está encarcelado en un lugar sombrío o rodeado de policías, gendarmes o
soldados, significa que están en una prisión espiritual,
—si
está en una tertulia familiar, pero no se le ve comer, quiere decir que
necesitan ayuda espiritual,
—si
aparece desnudo o descalzo, simboliza que sienten vergüenza o tienen actitudes
de que avergonzarse y los vivos se han enterado de ellas,
—si
se sueña seguido con el mismo difunto, sugiere que necesita ser escuchado con
urgencia.
En el otro extremo, podemos soñar con alguno
de nuestros antepasados mirándonos con odio, burla o tristeza, lo que refleja
que somos nosotros quienes tenemos algún tema pendiente con ellos.
En ambos sentidos es importante considerar
las emociones con las que se despierta la gente tras soñar con un desencarnado,
ya sea melancolía, enojo, desasosiego, tranquilidad, confusión, miedo,
felicidad, asco, etc., porque, recordemos, todos los detalles del sueño son
simbolismos (nunca son exactos o literales), que deben saber interpretarse.
Ahora, ¿cómo comunicarse correctamente con
los desencarnados, ahora que se aproxima el Día de Muertos? Existen muchas
formas de hacerlo, pero la más práctica y segura la pueden poner en práctica a
partir de los últimos días del mes de octubre y durante todo noviembre:
Antes de dormir pidan al ser espiritual o
entidad que ustedes consideren es su protector que esa noche les permita
comunicarse con el difunto (escriben el nombre en una hoja de papel), pidiendo
responda a sus preguntas o les transmita algún mensaje que necesite ser
escuchado. Luego anotarán las preguntas que ustedes tengan para ellos en esa
hoja al mismo tiempo que las dicen en voz alta.
El papel se dejará sin doblar a un lado
(sobre una mesita) o debajo de la cama y se tratará de dormir colocando todos sus
sentidos abiertos para que ese ser querido se pueda comunicar.
Si son ustedes quienes desean transmitir un
mensaje, como petición de perdón o mostrar arrepentimiento de algo que ustedes
hicieron, también lo anotarán junto con el nombre del destinatario (solo puede
ser uno a la vez y, si fuera el caso, se debe empezar por los progenitores, y
en este caso el padre, ya que en las religiones se le considera el pater familias).
Es importante tomar en cuenta lo siguiente:
si no consiguen la comunicación en la primera noche puede ser porque ustedes
están inquietos, enojados, preocupados, deprimidos o angustiados por problemas
mundanos (deben tener confianza espiritual o no intentarlo si tienen miedo,
pues ello podría contribuir a carecer de claridad mental) o porque sea su
difunto quien necesita encontrar la manera adecuada, en su entorno y condición,
para vincularse con ustedes.
Además, la motivación para establecer
contacto debe ser por amor, desarrollo espiritual o para cerrar pendientes
entre ambos, no con el objetivo de conseguir información confidencial, ventajas
materiales ni mucho menos realiza peticiones para que afecten la vida de los
demás.
Esto podrán hacerlo hasta 13 veces (una
diaria) para un solo difunto antes de obtener respuesta. En caso de que hayan
soñado con anterioridad con él y lo hayan visto en condiciones de tristeza,
desnudez o angustiado, es muy probable que en alguno de sus trece intentos se
muestre vestido y tranquilo lo que puede significar que su deseo de contactarlo
en realidad sirvió para que pudiera trascender alguna situación que lo tenía
atrapado.
Si en los primeros intentos lo consiguen,
pueden seguir con la madre siempre y cuando lo hagan en los plazos señalados
párrafos arriba. Luego los hijos. Más allá de realizar esta obra en la época de
celebración de los muertos, pueden hacerlo durante todo el año siempre y cuando
sea en luna llena o luna nueva.
Hay mucha información relacionada con el
mundo de los desencarnados, misma que debe adquirirse (de buena fuente), pero
también razonarse para saber los motivos y la manera correcta de comunicarse
con ellos. Por ejemplo, existe la creencia de que todos los desencarnados
siguen entre nosotros porque dejaron algo sin resolver. Si no lo tuvieran no
estarían aquí, lo que rompe con la cursi creencia de que están a nuestro lado
para cuidarnos, porque aún si el motivo fuera ese, protegernos, obedece a una
situación no resuelta.
A veces el pendiente puede ser con ellos
mismos: hay espíritus que no pueden despedirse de su cuerpo apropiadamente.
Estos espíritus se quedan en este mundo, intentando localizar el suyo, y al no
conseguirlo, se aferran a un cuerpo con desesperación (uno de los motivos de
traer un “muerto pegado”), quedándose con una persona débil o enferma, por lo
que requieren ser liberados bajo condiciones especiales.
Otra de las razones más comunes es que al
momento de fallecer nos odiaran con enjundia. Y este tema es más que
importante, ya que, recordemos que los desencarnados están en transición y
rumbo a la reencarnación, lo que los pone camino al futuro y en este terreno
llevan ventaja a quienes no hemos muerto, por lo que ese odio lo van sembrando
por adelantado, en los caminos que apenas comenzaremos a transitar (este punto
lo desarrollaré en otra entrada, ya que puede ser el origen de quiebra de
negocios, divorcios, accidentes e incluso muerte de allegados).
*gracias a RS por iluminar con su
sabiduría mi ignorancia.
**en este blog está explicado hasta la
saciedad la diferencia entre espíritu y alma, recomiendo buscarlas.
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