Es gratificante encontrarse con
bandas cuya propuesta musical pueden sorprender al escucha más exigente por su
originalidad, como es el caso de “My baby”: un trío cuyo peculiar sonido
invadió por sorpresa Europa y ahora se lo propone con América…
Originarios de Holanda y Nueva
Zelanda, “My baby” está integrado Daniel Dafreez Johnston (guitarra),
Joost van Dyck (batería) y Cato van Dyck (voz, violín y guitarra), quienes
definen su música como “blues psicodélico y
funk con groove de danzas tribales”, a los que hay que agregar góspel,
discretos ritmos yoruba y saharaui mezclados con cajún y aderezados con un
ligero toque de rock…
El grupo se fundó en 2012 y al
siguiente año publican su primer disco, My Baby Loves Voodoo, que
de inmediato llamó la atención de la prensa especializada, recibió
nominaciones a premios como “NPO Radio 6 Soul & Jazz Awards” y “Edison pop
award”, y con el que realizaron una intensa gira por Europa, Australia,
Japón y Estados Unidos…
Mencionan que su música está
inspirada “por el
blues antiguo y la música folk pero tocado con la crudeza del soul y el funk de
los 60s y 70s… y una infusión de danza electrónica”… y se explayan: “escuchar el folk del
oeste africano, el soul etíope, el gnawa marroquí, ragas indios y música dance de
todas clases nos ha ayudado a ampliar nuestros horizontes y dar forma a nuestro
sonido”…
Así, con su debut discográfico en
Embrace Recordings, el grupo explora ese caudal de influencias tribales y
percusivas con un alucinante rock psicodélico a través de 11 canciones
originales y dos covers, además de
invitar a músicoscomo Coos Zwagerman, Jelte Tuinstra e Ivo Sprey, cuya
participación aporta frescura a las composiciones…
ad…
Para estos tres exintegrantes de
comunas ecologistas en Amsterdam, el éxito de su primer disco no los impresionó
y buscando expandir su sonido en 2015 publican Shamanaid, el
cual consolida la positiva respuesta por parte de la audiencia, los medios y
por el que ahora sí reciben el premio “Edison”…
Acerca de la evolución con respecto
al disco anterior señalan que “nos hemos
diversificado en una mayor armonía y arreglos acústicos para este álbum. El
disco anterior, My Baby loves Voodoo, fue más una protesta con
letras que buscaban concienciar a la sociedad. Hubo mucho de desfogue de las
frustraciones relacionadas con la sociedad”…
Detallan que Shamanaid “es en nuestra
imaginación como una bebida o una poción mágica usada en un ritual
chamanístico. Los rituales ancestrales de los chamanes en todas las culturas a
menudo incluyen la utilización de la música combinada con la ingesta de alguna
sustancia alucinógena. Para curar enfermedades, expandir mentes y, sobretodo,
poner bien lo que está mal”…
Shamanaid hace mayor énfasis en los
ritmos agregando discretamente algunos loops: su primer
sencillo Urprising tuvo un excelente debut en la difícil BBC
Radio Londres, y junto a las excelentes notas publicadas por revistas como
Mint, Jazzthetik y Gaesteliste, les sirvió para que el resto de 2015
participaran en festivales europeos como Sziget, Glastonbury, Crossroads
Festival, Rhythms Of The World y Wilderness...
Llama la atención que el grupo no
cuente con bajista, más en sus conciertos (por cierto muy recomendables), no se
echa en falta pues su ejecución instrumental suena más allá de lo que
aparentemente estuvieran tocando tres personas sobre un escenario…
El trío holandés es ideal para
quienes buscan nuevos sonidos a través de ritmos exóticos (incluso las portadas
de sus discos son excelentes), no por nada fueron definidos en algún momento
como un “mantra musical”… “My baby” alcanzó ya el estatus de culto en la escena
de los grupos cuyo sonido en las guitarras es un único: nada de poses, mucho
ritmo y sensualidad.
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