9 de octubre de 2019

La revolución de los desencarnados 1


1.
Francisco I. Madero nació en la hacienda El Rosario, en Coahuila, en 1873, y es conocido en la historia de méxico, erróneamente, como el “precursor” de la revolución que derrocó a Porfirio Díaz, pero también por haber sido un médium y espiritista que usó sus dones para tomar decisiones que marcaron el destino del país.

Durante su educación recibió diversas influencias: después de contar con maestros particulares asistió a escuelas jesuitas, católicas y en 1887 partió a París a estudiar economía, pero lo más significativo de este viaje fueros sus estudios sobre masonería, metafísica, hinduismo y artes esotéricas, convirtiéndose además en practicante del espiritismo de Allan Kardec.

En los años siguientes viajó constantemente a la capital donde exponía sus ideas espíritas. Fue tal el impacto que produjo el espiritismo en su vida que declaró: “Para mí no cabe ni duda que la transformación moral que he sufrido la debo a la mediumnidad”.

Declarándose espiritista divulgó “El libro de los espíritus” de Allan Kardec, y “Baghavad gita”, fue delegado al Primer Congreso Nacional Espiritista, publicó un “Manual espirita” bajo el seudónimo Bhima (recomendable para los que estén por iniciarse en el espiritismo). Inició su carrera política en 1903 y tras la represión de Porfirio Díaz impulsó una organización con miras a las elecciones presidenciales de 1910.

Cuando se declara que Díaz ha sido reelecto, Madero se lanza a la lucha armada con el Plan de San Luis y convoca al pueblo a sublevarse. Al triunfo de su revolución fue electo presidente, pero fue derrocado por Victoriano Huerta, su secretario de Guerra, quien lo encarcela, obliga a renunciar y ordena asesinarlo en febrero de 1913.

2.
Estudiosos concluyen que una de las causas que lo llevaron a las armas fueron los espíritus que contactaba en sus sesiones, por ello no es extraño que en el Congreso Nacional dijera que el Espiritismo era la síntesis suprema de la ciencia y la religión y que debería guiar los pasos de los hombres para construir un mundo mejor.

En su “Manual espirita” define al espiritismo como “la ciencia que se ocupa en investigar las fuerzas del espíritu humano, su pasado antes de venir a este mundo y su suerte cuando lo abandone”.

Gracias a su don, Madero (definido como "un hombre de baja estatura, sonrisa amable y mirada luminosa"), obtuvo consejos de los desencarnados: en unas cartas (de escritura automática que solía realizar en trance), aludía a que le decían qué hacer y cómo estaba destinado a incidir en la vida política del país; una escrita en 1908 y firmada como B.J., se cree que fue el espíritu de Benito Juárez.

Dada esta versión, y la importancia de Benito en la historia del país, hay quienes afirman que de ser cierto Juárez habría utilizado a Madero para continuar su gesta revolucionaria, lo cual haría que su lucha armada tuviera motivos 100% espiritistas.

3.
En una sesión con Benito Juárez le dijo: "El triunfo de Usted va a ser brillantísimo y de consecuencias incalculables para nuestro querido México... su libro ("La Sucesión Presidencial de 1910") va a hacer furor por toda la República, como una corriente eléctrica que va a impresionar fuerte y profundamente todos los espíritus.

"Tenga usted una fe inquebrantable en la justicia de su causa, en la seguridad de que cumple con un deber sagrado y que serán tan poderosas las fuerzas que se aglomerarán a su derredor que mucho le facilitarán su empresa y le permitirán prestar a su patria inmensos servicios (…) Con gusto volveré a hablar con usted cuando me llame, pues formo parte del grupo de espíritus que le rodean, lo ayudan, lo guían para llevar a feliz coronamiento la obra que ha emprendido".

En Francia actuó como médium y conversó con espíritus. Uno de ellos, "José", le sugirió: “es urgente que leas la historia de méxico de los tiempos modernos, a fin de que cuanto antes principies tu trabajo, que de tanto ha de servirte en tu carrera; ese trabajo puedes principiarlo desde ahora aunque sea para que vayas anotando todos los pensamientos”.

Cuando Madero regresa a méxico el espiritismo ya estaba establecido, y por lo mismo, sus sesiones no causaron revuelo hasta que incursionó en la política, posición que le permitió organizar un centro de estudios psíquicos, fundar un órgano para difundir la doctrina, escribir artículos y aglutinar a su alrededor a "hermanos de creencias".

En 1907 el espíritu de "José" señaló que tenía la misión divina de ser el redentor de su pueblo: "Ahora ocupas un lugar distinguido entre los espíritus que, aunque dispersos por el mundo, trabajan de común acuerdo por la realización de un mismo objetivo: la cofraternidad universal. Ahora perteneces a la causa de la justicia y de la libertad, y serás su defensor mientras tengas fuerzas para luchar (…) has tomado el lugar de un soldado en el gran ejército que ha derramado en el mundo su sangre generosa, fertilizando por este medio el árbol de la libertad. Tu tarea está bien definida: la conoces muy bien. Ahora falta que te prepares pacientemente, con calma, con inteligencia, para la lucha."

"Y entonces tu país, libre de la terrible opresión que lo oprime, con un impulso prodigioso se elevará (…) porque si tú eres su jefe en esta terrible lucha, si logras llevarlo a la victoria, si es a ti a quien debe la conquista de sus derechos, su gratitud será eterna y mientras tú vivas serás su ídolo, su guía…"

Basado en sus creencias, Francisco guio su vida pública y privada (pese a las críticas de los espiritistas kardecianos), y se orientó a pugnar por un liberalismo a su modo, abrazando los postulados democráticos "dictados" por el espiritismo. “José” lo llamó “soldado de la libertad y el progreso” y “luchador infatigable por la causa de la libertad”, y él se preparó meditando, orando y ayunando. No bebía ni fumaba y terminó debilitándose, más “José” lo regañaba advirtiéndole la responsabilidad que pesaba sobre su conciencia y las consecuencias si fracasaba.

Madero no fue el único presionado por desencarnados para iniciar la revuelta: otros como la Curandera Teresa Urrea (conocida como “la Santa de Cábora”) y el Espiritista Lauro Aguirre, también guiados por algunas entidades, influyeron en el movimiento armado en el norte del país, pero de manera más honesta y sensata.

Desde la trinchera del espiritismo, Madero (acompañado por Felipe Ángeles, militar de carrera y también espiritista), inició la lucha armada en 1910, "la revolución de los desencarnados", misma que se convirtió en una burla al no conseguir cambiar la realidad del país y le llevó a mancharse sus manos con sangre de unos tres millones de muertos (no se tiene el número exacto), a muchos otros los llevó a perder sus raquíticas pertenencias, más a vivos y muertos los dejó como estaban antes de la lucha armada, con las manos vacías.

continuará...


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas noches !!
Es interesante como los espíritus pueden interactuar en este plano.. desconocía que pudieran influir tanto a las personas.
Para cuando una guía básica para entender a los descarnados ???

Un abrazo enorme

La Española

ujule rachid dijo...

hola española... buena observación: una guía básica para entender a los descarnados, sí, pero basta con observar a los vivos y darnos cuenta que es la misma mierda: los muertos se comportan con resabios de lo que fueron encarnados... gracias por escribir... saludos...

César dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ujule rachid dijo...

hola unknown... no creo que Huárez ande rondando a Obrador por dos motivos: uno, ya han pasado muchos años desde su muerte y seguramente ya reencarnó, de acuerdo a los ciclos de 25, 50 y 100 años que ya he explicado en otras entradas... dos, Andrés Manuel más que nada está metido en la santería, no en el espiritismo... so obsesión por Benito es eso, una obsesión como parte de su mitomanía... sobre el Niño Fidnecio mencioné algo en esta entrada: https://basurerodealmas.blogspot.com/2019/02/curanderos-chamanes-y-hierberos.html, y sobre calles, valdría la pena hacerlo, también tiene sus cosas interesantes... gracias por escribir, saludos...

César dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ujule rachid dijo...

hola unknown... hay una regla espiritual que dice que si tu muerte es natural tardas un promedio de 25 años en reencarnar... si mueres en accidente o de forma dramática son 50... y si mueres asesinado tardas mínimo 100, dependiendo la circunstancias, por ejemplo, si un niño se suicida puede reencarnar en unas horas pero en condiciones terribles... y dependiendo tus temas karmáticos puedes tardar, obviamente, más de los 100 si es que en vida antes de ser asesinado violaste o también asesinaste... ahora, estamos hablando de años como la medida que los humanos conocemos, más toma en cuenta que los tiempos de los vivos son diferentes a los de los muertos, así que para nosotros los vivos 25 años son suficientes más para los muertos pueden ser una eternidad... y de por qué hay tantos, bueno, no son muchos los que abundan en el zócalo y eso, pero si los hay es por lo que ya te expliqué... ahora, hay una excepción: por ejemplo mis guías guerreros como curandero son de la época prehispánica y si no han reencarnado, pese a que y pasaron siglos, es precisamente por que son guías espirituales... suerte...

César dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ujule rachid dijo...

hola unknown... si, son guerreros como curandero, pero aunque haya otras prácticas están ahí, para avisarme cuando la gente entre otras cosas, trata de engañarme pensando que no sé quienes son y qué hacen en mi contra... suerte...

César dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ujule rachid dijo...

hola unknow... esa es una pregunta difícil, porque depende de la evolución espiritual de la persona que sepa escuchar cuál de los guías le habla, pero si no lo consigue para eso es "la misa de coronación e investigación espiritual": wen ese momento se determina quién será el guía del cuadro espiritual, y si la persona coronará posteriormente osha, entonces se le notifica al cuadro espiritual que será una deidad yoruba quien aconsejará a la persona... suerte...