16 de octubre de 2019

La revolución de los desencarnados 2


4.
Se podría escribir mucho sobre la faceta espiritista de Madero, más se corre el riesgo de aburrir por la adulación con la que lo embaucaron los desencarnados para levantarse en armas, de ahí que sea más interesante el ejercicio que hace el espiritista y escritor Ignacio Solares, quien contactó a Francisco I. Madero y a Felipe Ángeles en sesiones espiritistas para escribir dos libros (uno para cada personaje), donde cuestiona su proceder, les reprocha su desprecio por los consejos del mundo espiritual y los responsabiliza del fracaso de la revolución mexicana.

Así, en "Madero, el otro" y "La noche de Ángeles", respectivamente, ambos son reñidos (cuasi enjuiciados por el autor), admiten sus errores, aceptan haber cometido traiciones y reconocen las debilidades por las que no evolucionaron en el plano terrenal, pese a contar con una gran herramienta, el espiritismo, para lograrlo.

5.
Ignacio Solares nació en Ciudad Juárez, Chihuahua en 1945. Es autor de libros como “Delirum Tremens”, “Anónimo”, “La invasión”, “Casas de encantamiento” y “Nen, la inútil”, destacando como un importante narrador mexicano con reconocimiento a nivel internacional, pero también como un gran espiritista de cuya faceta en el medio literario prefiere no hablarse.

Sobre el origen del libro Solares comenta en una entrevista: “tuve acceso a los manuscritos espiritistas de Madero gracias al historiador Manuel Arellano, a quien se los habían dado en resguardo para protegerlos de la celosa familia católica que tenía doña Sarita (esposa de Madero). Tuve acceso a la documentación y aquello fue un cambio radical para mí”.

Quizá por ello la importancia de las palabras de Ignacio sobre Madero: “no se quería dedicar a la política, era un místico en potencia, vegetariano y de pronto entra a la política por una voz extraña que lo dirige … siguió el guion escrito por el espíritu, hasta cierto punto, porque ya cuando está en Palacio Nacional* no conocemos más escritos, porque seguramente se deshicieron de ellos”.

6.
Así, en el texto "Madero, el otro" (que inicia con su asesinato), Solares reconstruye la vida del fallido presidente mexicano desde una perspectiva inexplorada: las creencias místicas y religiosas, su práctica espiritista y su contacto con las almas que lo predestinaban a ser “líder” de su iletrado y salvaje pueblo.

Aparte de reprender a Madero, Solares le obliga contestar a sus duras críticas y es gracias al espiritismo que plasma un objetivo retrato del personaje histórico que todo mexicano debería conocer, desmitificando al revolucionario que ignoró la guía de su cuadro espiritual para convertirse en lo más vano, soberbio, mentiroso y trivial que puede ser una persona.

Así, en términos de acusaciones, Solares le espeta:

Y por eso, porque no fusilabas, no fusilaste a Bernardo Reyes en diciembre del once, cuando se rindió en Linares, después de su frustrada rebelión y te limitaste a confinarlo en la prisión de Santiago Tlatelolco, y por eso, porque no fusilabas, tampoco fusilaste al sobrino de don Porfirio, a Félix Díaz, en octubre del doce, al rendirse en Veracruz, (...) y lo dejaste en la prisión de San Juan de Ulúa, como una bomba de tiempo que tardaría, apenas, cuatro meses en estallarte**”…

Y Madero confiesa:

Como político he cometido dos graves errores que han causado mi caída: haber querido contentar a todos y no haber sabido confiar en mis verdaderos amigos. ¡Ah!, si yo hubiera escuchado a mis verdaderos amigos, nuestro destino hubiera sido otro muy distinto; pero atendí más a quienes no tenían simpatía alguna por la Revolución y hoy estamos palpando el resultado”… 


Ignacio lo ataca sin misericordia tras recordarle el momento de morir:
¿O es el presentimiento de que tu muerte no hará sino desencadenar otras muertes, otros odios hasta ahora dormidos, el tigre que tanto temió don Porfirio que despertara, ola roja que cubrirá a tu país como a ti te cubrió los ojos con el estallido del último disparo? ¿No te jactabas más de tus triunfos conseguidos en el campo de la democracia que en el de batalla? (...) Aférrate al último latido, al recuerdo del último latido: permanece en él, no lo olvides, eternízalo. Puedes ser ese último hálito de vida, la última bocanada de aire que oxigenó tu sangre, la trayectoria de la bala que disparó el mayor Francisco Cárdenas cuando ya estabas en el suelo, desangrándote, y que se incrustó en tu cráneo"…

Y agrega Solares:

Mira, las escenas que desentrañas dejan de culparte y de fijarse en ti como un mal sueño. Sin embargo, no creo que debas quedarte con esa última imagen de Félix Díaz por Plateros, tan grotesca, (...) Busca otra, quizás años más adelante. Ésa, por ejemplo, de noviembre de 1914. Villa, Ángeles y Zapata y muchísima gente más ante tu tumba, en el Panteón Francés”…

El autor se da tiempo de hacer aclaraciones:

"El espiritismo sustenta la creencia en la posibilidad de comunicarse con el espíritu de los muertos a partir de ciertas prácticas que se cultivan en la intimidad, en una secreta alianza con un grupo que comparte estas creencias y entre quienes se reúnen para posibilitar la invocación a los difuntos a los cuales se convoca. Se solicita en estas sesiones la presencia de los muertos conocidos a partir de ciertos ritos repetidos y compartidos que, suponen, posibilitan el contacto entre este mundo, el de los vivos, y el más allá. Se constituyen en una serie de prácticas de ocultismo basadas en estas creencias. Se supone también que el sentido de estos contactos está dado por la intención de comunicar determinadas formas de actuar o de indicar los caminos más acertados para conseguir los logros que algunas personas se proponen lograr en su vida o ante determinados acontecimientos de la existencia humana considerados fundamentales".

Vale la pena señalar que ante muchas de las increpaciones de Solares, las respuestas de Madero son el silencio, mientras que en otras le entrega completamente la palabra para que justifique sus actos y errores sin que sus débiles argumentos convenzan al lector de nada.

7.
En otra entrevista Ignacio Solares señaló: “espero que el lector se contagie un poco del asombro que tuve al descubrir todas estas historias”. Y remata: “las estatuas de nuestros héroes me aterranhay que derrumbarlas aunque sea con literatura”, y en el caso de Madero, a lo largo del libro lo consigue (para los interesados en el tema, también escribió “El jefe Máximo”, basado en las experiencias del presidente Plutarco Elías Calles, quien afirmaba que veía fantasmas en su oficina).

El libro "Madero, el otro" es un extraordinario ejercicio sobre la práctica del espiritismo en méxico que deslumbrará al lector por las enormes posibilidades que éste ofrece para conocer la verdadera historia de un país, o de cualquier hecho del pasado, que haya marcado el destino de millones en el presente. 

Ignacio Solares, Madero, el otro, 232 páginas, Editorial Debolsillo, 2016

* es la sede del Poder Ejecutivo Federal y desde donde gobierna el presidente.
** los textos entrecomillados son párrafos tomados del libro "Madero, el otro".

4 comentarios:

ketu dijo...

Buenas noches Sr. Ujule Rachid. Cómo están?
Muy interesante, y poco publicada con seriedad, la interactuación de los Espíritus con la Política, le felicito por ello.
Otra fuente de los historiadores... el espiritismo.. y que hablen los mismos protagonistas de los eventos. Muy fuerte.

Me induce a preguntarle, ¿alguna vez se le apareció algún personaje difunto importante o de relevancia político-histórica?
También me induce a pensar si con tantas decadas de distanciano habrían ascendido en la Luz.
En fin, excelentes aportes.
Atentamente,
ketu

ujule rachid dijo...

hola ketu... han sido taaaantos los desencarnados con los que me he cruzado desde niño, que no recuerdo, pero a simple repaso de memoria, no me ha tocado alguno "importante"... por suerte.

el problema con francisco i. madero, felipe ángeles o cualquiera que haya participado en la revolución mexicana, es que llevaron a la muerte a millones de personas... así que así que es posible que ya hayan reencarnado más que nada para pagar lo que hicieron...

si bien hay plazos en términos de años para poder reencarnar (mismos que ya he mencionado varias veces), también en el extremo en ocasiones en que se reencarna a las pocas horas de haber muerto, como el caso de aquellos que se suicidan... gracias por escribir, un abrazo...

Anónimo dijo...

Buenos días!!
Siempre da gusto leerte porque no dejo de aprender de tus textos.
Quería preguntarte si una persona en vida es muy mala tarda más o menos en reencarnar y si antes de morir empieza a pagar en vida por sus malos actos.

Un saludo

La Española

ujule rachid dijo...

hola española... el pago de lo hecho en vida por lo regular se paga en la siguiente reencarnación (por ejemplo, quien hace mucha brujería en esta vida, en su siguiente reencarnación la padecerá y no encontrará quien se la quite), sin embargo es posible que si la maldad es muy grande, la persona que la hace empiece a pagar antes de morir, más contrario a lo que pensaría la gente, no sería con enfermedades o malas situaciones, no: lo pagan directamente sus hijos, familiares cercanos o sus seres más queridos... saludos...