Caí en la trampa de la ambigüedad con
la que las editoriales españolas ofertan libros, dejando en la indefinición si
“Dulces mentiras”, el debut literario de la inglesa Caz Frear, era novela negra
o policiaca, mas la intencional falta de aclaración, para conseguir ventas, valió
la pena.
Caz Frear se licenció en Historia y
Ciencias Políticas, creció en la ciudad de Coventry y pasó su adolescencia con
la ilusión de mudarse a Londres y convertirse en escritora. Mientras materializaba
su sueño trabajó de mostradora, doméstica y como busca-talentos.
“Dulces mentiras” fue esa primera
novela, ganó en 2017 el premio Richard y
Judy's Search for a Bestseller*, y ello la catapultó a nivel internacional,
pero más que novela policiaca cae en el género de thriller psicológico cercano al
estilo de Tana French (“Intrusión”), Donna Leon (“Muerte en la fenice”) y Ruth
Ware (“En un bosque muy oscuro”).
Sin embargo, al igual que las
autoras citadas, Caz ofrece un extra que la crítica literaria ha definido como
“feminista”, pero esa es una percepción errónea sobre su propuesta: la trama
carece sexismo, competencia o comportamiento inapropiado de parte de los
compañeros de la protagonista, ni reivindica los derechos de la mujer, sino que
plantea una policía existencial, insegura, mentirosa y cerca de la corrupción.
La trama gira alrededor de Cat
Kinsella, una disfuncional detective que participa en la investigación de un
asesinato en el que su padre podría estar implicado, así que decide mentir a
sus superiores mientras es acosada por pensamientos negativos, en los que se ve
perdiendo su empleo, e incluso acabando en la cárcel, mientras sus traumas de
la niñez la llevan a ver a su progenitor como un asesino.
Las comparaciones con Tana French,
por desgracia, han sido inevitables, pero Caz Frear cuenta con un estilo
original que hará a los reseñistas de libros enmudecer conforme la novel
escritora amplíe su obra literaria.
Es justo decir que la única
similitud entre las dos autoras es en los interrogatorios, donde se van
desplegando las posibles razones que cada personaje podría tener para asesinar
a una misteriosa Alice, que luego se convierte en Maryanne, mas hay una
diferencia entre el estilo de French y Frear: la primera dota a sus policías de
brutalidad y crueldad, mientras la segunda los sumerge en la duda que los invade
ante las respuestas de los sospechosos.
El libro se enfoca más en la psicología,
atmósfera y estado de ánimo de los personajes, que en la violencia descriptiva,
donde la protagonista se debate en un mar de dudas y viola los protocolos
policiacos al realizar una investigación paralela donde su padre es más que un
sospechoso, lo que hace de su retorcida trama un ejercicio literario bien
engranado, incluyendo giros y vueltas de la trama a unas cuantas páginas antes
del final, para saber quién es el asesino.
Con “Dulces mentiras”, Caz Frear hace
de su debut una auténtica novela de suspenso (a veces divertida, sin que esto sea
contradictorio), donde ninguna frase está de sobra y donde la trama abre y
cierra perfecta, lo que la convierte en una nueva voz que refresca la
literatura inglesa.
Caz
Frear, Dulces Mentiras, 452 Págs. Alianza de Novelas, 2018
*
es un programa británico de tv, a manera de club de lectura, cuya finalidad es
descubrir valores literarios.
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