5 de febrero de 2023

La sal y el cordero

 


“El detective, la sal y el cordero”, es una novela de Jorge Luis Sánchez (nació en la en Habana y fue policía investigando incendios y explosiones), la cual mezcla novela negra con obsesivo sexo (llevado a la perversión), de una manera en la que la trama negra pasa a tercer plano (ni siquiera queda en el segundo), lo que la convierte en un libro lleno de erotismo burdo.
 
Premiado por la Unión Nacional de Escritores de Cuba, Jorge envilece un buen argumento que se cae cuando su protagonista, un policía alcohólico y divorciado que navega por la Habana sin tener claro su destino, busca a un asesino serial de mujeres y al mismo tiempo se descubre gay tras conocer a un matrimonio que le lleva a una serie de excesos que incluye un beso con un hombre que le despierta una irrefrenable homosexualidad (¿?), misma que no sabe cómo canalizar, y que ante su miedo, genera una crisis cuya solución no es otra que suicidarse de manera que el provocador (autor del beso) quede como su asesino.
 
Creo que no era necesaria tanta sordidez (para eso están las fantasías del escritor mexicano Eloy Urroz sobre los conflictos de salir del clóset), y por ello el libro se convierte en una confusa ensalada que no lleva a ningún lado y hace objeto del mundo gay isleño de innecesaria burla.
 
Por si no fuera suficiente, la novela impide saborear a la Cuba actual: no hay alusión al comunismo, ni al gobierno, ni al embargo económico yanki ni modismos locales, y, por el contrario, presenta una policía habanera dotada de la más alta tecnología y lo más patético: la trama se desarrolla entre círculos sociales pudientes, lo que hace sospechar que el libro es más un anacrónico panfleto turístico sexual que un ejercicio literario crítico.
 
Jorge Luis nos restriega personajes planos, plagados de zonas comunes, un ritmo narrativo con altas y bajas, diálogos más que simples y un confuso desenlace en el que deja a la policía cubana como unos pendejos, cuando sabemos que son todo lo contrario.
 
“El detective, la sal y el cordero” es un desperdicio de dinero que por momentos se convierte en una lectura irritante y por además fallida al no conseguir escandalizar por su temática, en caso de que haya sido la intención del autor, así que si lo ven, una recomendación: no lo compren ni se dejen engañar por la falsa publicidad que la anuncia como “una impactante novela que no podrás dejar de leer”.

Lo peor, para Jorge Luis Sánchez, es que tras la muerte de Fidel Castro a la humanidad dejó de interesarle el tema de la homosexualidad en Cuba, pues al "poder" dejó de interesarle y censurarla, y por el contrario, quien se indigne porque México o Cuba se han convertido en las capitales del mundo gay del planeta, entonces no está entendiendo nada. 
 
Un asco de libro que solo pretende denigrar la naturaleza humana.

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