En esto de ser lector he aprendido algo: si
te atrae un libro, cómpralo en ese momento (o cárgalo bajo el brazo mientras ves el resto de los
anaqueles) y entonces decide si te lo llevas, pero si optas por el “luego
regreso” atente a las consecuencias.
Lo anterior es flexible en una librería
pues siempre tienen unos 10 ejemplares en bodega, así que si alguno nos interesa se puede ir
a curiosear y de regreso ahí seguirá o se le pide al encargado, pero no sucede
lo mismo en las Ferias de libros o en las Librerías de usados: si lo ves, agárralo.
2.
J se considera a sí misma como “una mujer más
allá de la locura, tripolar, libertaria e intoxicada
por una sustancia de origen extraterrestre” (bueno, esto último lo dije yo mientras tomábamos unas cervezas, le provoqué un ataque de risa y desde ese día lo incluye en su currículum).
Es poeta, violinista, pintora, feminista, se
autodefine como bipolar y se declara “trisexual” (a saber qué significa),
trabaja en una ONG ayudando a mujeres maltratadas y disfruta de una beca de
CONACULTA para escribir su quinto libro de poesía influenciado por el infrarrealismo.
J puede desaparecer por años, cuando
regresa me invita a tomar un café y platicamos como si nos hubiéramos visto
hace un mes, como acaba de suceder: un sábado llamó por teléfono y me citó
en el “Café La Habana”, más de última hora pidió vernos en el Zócalo. Conocedor de su bipolaridad no cuestioné el cambio y acudí a la cita a la que tan
obsesiva como es llegó 10 minutos antes.
- vengo de Surinam – anunció – y en unos
días parto hacia Micronesia.
- tú y tus giras por países raros – me
burlé.
- ya sabes cómo soy – dijo encaminándonos a
la entrada del metro.
- deberías aprovechar esas visitas y buscar
un brujo… de esos que hacen trabajos imposibles: igual y consigue hacerte
sentar cabeza o te pone unas cachetadas, te enamoras, tienes hijitos y ya te tranquilizas.
- al único al que le dejaría ponerme la
mano encima sería a ti – dijo con la ambigüedad sexual que le caracteriza.
- gracias por la deferencia – me burlé –
pero no hago exorcismos.
- cómo va tu esposa? – preguntó tras fulminarme con la mirada.
- bien, hoy y mañana estará en un
curso sobre merkabas.
- cuídala, no te la vayan a robar… es muy guapa.
- cuídala, no te la vayan a robar… es muy guapa.
- no creo que alguien pueda.
- suenas muy seguro – dijo de una manera
que decidí no descifrar.
- le llaman “vidas pasadas” – señalé y
solté una carcajada.
- en esos terrenos nadie te la va a ganar,
ni siquiera yo - dijo lasciva.
- qué haremos? – cambié de tema al pasar por
los torniquetes del metro.
- vamos al “Paseo por los libros”: debo llegar
con un regalo a Micronesia, luego iremos a La
República por unas cervezas y si te descuidas te cogeré.
- eso último nunca sucederá – sentencié.
- ya sé… pero por lo menos debo hacerte
sentir incómodo.
- eso tampoco ocurrirá… y a mi edad, menos.
- no te hagas el viejo – afirmó.
- no son los años - sentí que reiniciaba su
(frustrada) intención de acostarse conmigo - pero a mi edad se hace uno selectivo…
hasta para el sexo.
- cabrón, miedoso!... no serás invertido? –
soltó y por alguna razón su tono me irritó, pero decidí desquitarme más tarde.
- qué buscas exactamente? – pregunté para
tenerlo claro.
- algo raro de poesía o cuentos, ya sabes, raro – dijo y tomó por su lado.
- encontraste algo? – me interrogó luego de una hora.
- no – dije y agregué – bueno, sí… vi un
libro de cuentos de Anaïs Nin, la primera edición de “Delta de Venus”, pero no
creo que valga la pena.
- cabrón! – gritó – los cuentos de Anaïs Nin? sabías que esa edición es inconseguible?... dónde la viste?
- en el local 16… en uno de los “montones”
de editorial Alianza.
- mierda – gritó, salió presurosa y divertido
fui tras ella.
Llegamos al local donde había personas
hurgando en el montón, J preguntó a un empleado por el libro, atrajo la
atención de los clientes y se afanaron en la búsqueda: me imaginé lo que
vendría.
- localizalo! – ordenó J y pensé que era
improbable que los demás también lo buscaran, se coló a codazos y se abalanzó
sobre el cúmulo de libros - dónde estaba? – gritó.
- por ahí – señalé cualquier lugar.
- cabrón! – repitió;
tras varios minutos los buscadores desistieron mientras J arrojaba libros hacia
cualquier lado – en dónde? – chilló.
- por ahí – repetí.
- carajo! – gruñó levantando los ojos hacia
arriba.
3.
Minutos después el dependiente avisó que la
librería cerraría, J lo fulminó con la mirada, él la ignoró, apagó la luz, hizo
una señal a la cajera e intentaron bajar la cortina, mi amiga los encaró, amenazaron con
llamar a la policía y desistió. Volvimos al Zócalo: ella frustrada y furiosa
caminando hacia Los Portales, mientras yo veía hacia la plancha y recordaba el concierto que ofreció el grupo de rock chicano
Los Lobos, un lluvioso marzo del 2001, donde hicieron un inolvidable jam con La Negra Graciana.
Ignoré a J y decidí disfrutar del paisaje nocturno
que daba “La Catedral”, pero ella no pensaba darme paz: regresó y me jaló del
brazo.
- por qué no lo compraste… o te lo robaste…
o algo?
- Anaïs Nin? – dije con sorna e hice una
mueca de desprecio.
- fue esposa de Henry Miller – gritó.
- ya lo sé – dije – y también era bisexual
como tú.
- yo soy trisexual – clamó.
- lo que seas – le di por su lado y le propuse burlón – vamos
por las cervezas, es temprano.
- ni pienses que te voy a coger – amenazó.
- eso nunca sucederá – reiteré.
- eres un cabrón – chilló.
- algo así – concedí.
- vete a la chingada: busco ese “Delta de Venus”
desde hace años – reclamó.
- me imagino que era sexo puro.
- tú qué sabes de sexo? – cuestionó.
- menos que tú – me burlé – soy muy normalito en esos temas.
- chinga tu madre – escupió.
- sí, te doy las gracias de parte de la que
ya sabes que está tirada en una cama desde hace siete años –
contesté.
Se arrepintió por instantes, pero
luego me miró con odio y repitió - chingas tu madre, pinche-santero-cabrón… invertido
– dio media vuelta y se fue.
4.
Me quedé un rato paseando por el Centro
Histórico (no me gusta hacerlo pues abundan los desencarnados que buscan conversación), me comí unos esquites y cuando me aburrí tomé un taxi para regresar
a casa. Cuando llegué mi esposa ya estaba ahí, le conté lo sucedido, se rió
largo rato y me sugirió regresar por el libro. Así lo hice al siguiente día:
llegué y pedí al encargado me entregara el ejemplar de Anaïs Nin que había
apartado la noche anterior.
14 comentarios:
Cuales son sus 3 libros invaluables?
Solo a usted le pasan tooooodas esas cosas!!!! Me preguntó; por que será? Buenisimo relato, como siempre.
hola anónimo, mis tres libros?... me la pones muy difícil resumirlo en tres, son muchos los que me han enseñado tanto, pero te citaré El rey en el jardín de Senel Paz, El traje del Muerto de Joe Hill y El Bordo de Sergio Galindo... saludos...
hola anónimo... jajajaja, ese comentario me lo han hecho muchas veces a lo largo de mi vida... hay gente que no me lo cree pero cuando pasan largo tiempo conmigo y son testigos de sucesos, terminan impresionados... siempre he dicho: no tendré dinero ni seré rico, pero soy millonario de anécdotas y experiencias... lástima que escribas como anónimo: no sé quien eres pero tienes unas preguntas muy interesantes... saludos...
Gracias. Algún día me decidire dejar de ser anónimo, le mandare un correo. Por cierto soy el primer anónimo, el segundo comentario no lo hice yo.
Saludos
hola anónimo, tus correos serán bienvenidos... saludos...
Si mal no recuerdo, en otro relato comento de un libro que le regaló su papá y en ese entonces le ayudo mucho. podría compartir el nombre del libro? Solo por curiosidad.
hola anónimo, podrías decirme en qué texto lo menciono?... levo escritos casi trecientos textos y no me acuerdo ya de muchos hasta que los releo... saludos...
Algun día va a publicar algo sobre los desencarnados del centro?. Cuando va a publicar un libro del tema?
hola anónimo... como comenté en la página de facebook del basurero de almas: poco a poco dejaré de escribir sobre santería y esos temas, mientras tanto, estoy sacando los textos ya terminados y entre ellos hay un par sobre los desencarnados del centro... así que te pido paciencia porque si te fijas, ahora estoy publicando más seguido precisamente para sacar todos los textos rezagados... sobre el libro: ya está terminado pero se necesita dinero para sacar una edición independiente y sale un poco caro... estoy evaluando sacarlo en versión electrónica pero de todos modos se debe invertir en el formato, portada y demás... paciencia... saludos...
Hola soy el anónimo que pregunto sobre su libró. No sabia lo de su decisión, no sigo su página en Facebook; desde ahora lo haré;. Se que no pidió mi opinión pero yo le sugiero, si su interés es que sus seguidores lean, empieze recomendando libros acerca de estos temas, reseñas, opiniones . Y a sí, irá generando un interés en sus lectores . Recuerde que el tipo de lector de su blog les atrae éstos temas.
Me considero ignorante pero recuerdo que hay libros tan populares que abordan estas temas:
"Como agua para chocolate"
"La casa de los espíritus", etc.
El llamado realismo mágico.
Un saludo
hola anónimo... para ser sincero no sé en dónde terminará esto, jejeje, pero me queda claro que irá hacia algún lado... mientras tanto, se trata de hacer lo que a uno le gusta, aunque tu servidor reciba reclamos o a los lectores les indigne mi posicion... pero deja te la explico: uno esperaría retroalimentación, porque tener un blog es una joda, pero no hay esa retroalimentación salvo de quienes me buscan para que les enseñe hacer brujerías, los que me insultan o los que me hacen brujería por lo que escribo... escribir sobre otros temas es para demostrar que el entendimiento de la vida está en saber de todo: yo no gano nada con escribir sobre temas espirituales y si pierdo mucho: el tiempo... así que el secreto está en que si dejo de publicar yo no pierdo nada, ya evolucioné (y lo sigo haciendo depurando karmas por fuera de este blog), y quienes perderán son los que no les gusta dar nada, ni siquiera una palabra: gracias... por cierto, como siempre digo: gracias por escribr...
Saludos, amigo. Mi pregunta es si ud sabía de antemano que la persona trisexual se iba a poner alterada por el libro y por ello decidió apartarlo? Mi pregunta surge por el final del texto en el que habla con el personal de la tienda para que le den el libro.
hola anónimo... no, decidí apartarlo porque era un libro que yo llevaba años buscando y lo que sabía es que si manifestaba que había encontrado un ejemplar, la situación podría haber derivado en algo más grave: si bien la imagen de J en este texto podría ser de una mujer conflictiva, en realidad es peor y sé que de haber dicho algo sobre el ejemplar y no dárselo ella se me hubiera ido a los golpes, porque de sobra he visto que suelta puñetazos por igual a hombres y mujeres... saludos...
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