19 de agosto de 2019

Rocha

Seguramente a pocos le sonará el nombre de Roger Rocha, pero si lo asociamos al grupo 4 Non Blondes y su disco “Bigger, Better, Faster, More!”, podríamos recordar quién es, y si agregamos que su líder fue la controversial Linda Perry, entonces ya sabemos de qué va el tema.

Rocha sustituyó a la guitarrista original Shaunna Hall en uno de los principales grupos alternativos de los 90’s, conocidos por su sencillo "What's Up?", el cual fue primer lugar en varios países… y luego se desbandaron. Perry hizo fama como compositora para artistas pop de dudosa calidad como Gwen Stefani, Pink, Courtney Love, Christina Aguilera y Roger inició una interesante carrera solista.

Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en su disco “Roger Rocha has the blues!”, en donde el guitarrista, como lo dice el nombre, irrumpe en el blues con 18 canciones en las que deja claro que conoce los secretos de este género musical, en general, y de la guitarra en particular.

Rocha nació en California, es de ascendencia mexicana y proviene de una familia de artistas (pintores y escritores), de ahí que su inquietud creativa lo llevaran a grabar con Bernie and the Believers, Mockingbirds, Dolorosa, The Goldenhearts, The Blue Swamis, El destroyo y solista. Vive en San Francisco y da conciertos por la bahía forjando fama en el circuito de clubes y reiterando con ello su negativa de volver a formar parte del mainstream musical (para ejemplo de ello véase el desastroso manejo de sus redes sociales).

Habituado a tocar géneros disímbolos como alternativo, psicodelia, folk y garaje, Rocha da una voltereta, se mete al blues y sorprende la facilidad con la que sus dedos pasan del blues rural al urbano, mientras comparte las intrincadas emociones que caracterizan ese ritmo.

Si bien los puristas podrán cuestionar que este tipo de incursiones son innecesarias, considerando que para escuchar blues se puede tomar cualquier disco de un guitarrista de color, es justo señalar que Roger no se limita a copiar músicos negros: expande su sonido más allá de los doce compases y le da un matiz personal que lo diferencia de muchos intérpretes “blancos” como un tal Eric Clapton.

Destacan los temas “Fine Woman Blues”, “Dog Blues”, “Taklin' about My Baby” y el exquisito “Midnight”, donde contó con la ayuda de músicos locales, aunque en algunos tocó todos los instrumentos (bajo, piano, harmónica y batería), alcanzando gran calidad interpretativa, lo que deja al disco con solo una crítica negativa: su portada, pues si bien consta de una excelente fotografía, su diseño deja mucho que desear. 

Es una lástima que por ser una autoproducción, la distribución de “Roger Rocha has the blues!” sea tan limitada y ello lo haga uno de los discos más subvalorados en las escena independiente del blues yanqui, así que si lo ven adquiéranlo sin dudarlo.


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