1.
Entramos
en una espiral de desgracias y por más que nos consultábamos al pie de
Orunamila con un Babalowo, lo problemas no se solucionaban… con cada registro
la tensión sólo solía relajarse por breve tiempo, pero la solución del gran
problema que nos tenía en la miseria y apenas teniendo con qué comer,
permanecía…
En
algún momento volteaba a ver todos los Orishas y demás atributos que tenía y
simplemente no entendía por qué nada solucionaban… por qué la maldad de una pareja
de mezquinos nos tenía hundidos en infortunios, desdichas, brujerías y
enfermedades?… y estábamos por cumplir 10 meses en tan penosa situación…
2.
En
algún momento las agresiones religiosas nos sobrepasaron: en cada registro
durante los dos últimos dos meses, se nos informaba que se nos había echado
encima a Shango… a Eshu… a Kobayende… a Oya… cuando se supone que nosotros los
teníamos bien atendidos en casa…
Y
yo me preguntaba: “si soy Santero cómo es posible que los Orishas le hagan caso
a unos cabrones y se pongan de su lado para seguirnos jodiendo la existencia,
si hemos cumplido al pie de la letra con todo lo que ha marcado Orunmila?”…
3.
Así
que harto de que los Orishas, Ifa y la Santería en general se pusieran en
nuestra contra, obedecieran los caprichos sinvergüenzas, nos tuvieran
acorralados y a punto de hacernos perder todo nuestro patrimonio, decidí acudir
con un Tata, no sin antes avisarle al Babalowo que nos atendía……
4.
Impresionante
Tata… y el poder de su Nganga me dejó mudo… durante el registro al pie de
Nfumbe se marcaron obras y se nos aclararon algunas cosas:
a.
con las obras de Palo se conseguía salvar la vida de mi esposa…
b.
no se nos cobraría ningún derecho por la consulta ni por las obras…
c.
dado que los enemigos nos tenían bien
tomada la medida, el Nfumbe sugirió trabajar Palo, Osha e ifa al mismo tiempo
para que no supieran cómo atajar los trabajos… curiosamente el Babalowo que nos
atendía, canceló de última hora su asistencia a la consulta y a las posteriores
obras con Palo…
4.
Previo
acuerdo con el Tata, pero amparados por su Nganga, no establecimos una fecha
posterior para la realización de las obras…
5.
Decidimos
atender la sugerencia: trabajo con Palo, Osha e Ifa para despistar al enemigo…
pero en algún momento, por la gravedad de la situación que padecíamos,
simplemente nos quedamos sin dinero, no teníamos ni para comer y para colmo un
suceso nos alertó de sobremanera: camino a una estación del metro para recoger
al Babalowo que nos haría registro al pie de Orunla un viernes por la noche, una
camioneta de carga sin más se nos aventó encima y golpeó un poco el espejo retrovisor del auto y del lado donde venía mi
esposa…
Fue
el acabose para mí: apenas y recogimos al Babalowo le reclamé que en dónde
estaban todos los Orishas que habíamos recibido y que según las eternas
mentiras de todos los padrinos, estaban siempre dispuestos a defendernos… el
Babalow guardó silencio…
Al
llegar a nuestra casa, se procedió al registro al pie de Orunmila… de acuerdo a
mi amigo mi esposa salió iré…
-
no chingues – me quejé una vez que se cerró el oráculo – acaban de pegarle a mi
auto del lado donde venía mi esposa, mi coche misteriosamente se apagó cuando
quise perseguir al responsable, no apareció ninguna patrulla para levantar una
denuncia y me sales con que está iré?
-
así salió esto – se justificó el religioso – ni modo… pero hay que hacer las
obras marcadas…
-
pero cómo marcas ebboses – protesté - si salió iré?
-
hay que hacerlas – dijo secamente…
Y
señaló lo que procedía… ya anotada la lista de los enseres que llevarían las
obras, le dije al Babalowo…
-
bien, no tengo problema en que se hagan, aunque de acuerdo a lo que he
estudiado, cuando sales iré no se deben hacer eboses para no alterar la energía
positiva de la persona…
-
al contrario, los ebboses son para que el ire de la persona se mantenga – se
justificó – no podemos dejar que la situación de tu esposa se agrave…
-
muy bien, hagámoslas – acepté…
-
te vas a registrar tú también? – dijo…
-
NO – respondí enfático – no tengo dinero ni para pagarte otro registro ni mucho
menos para hacer más ebboses…
-
es peligroso que no te registres – advirtió, sin embargo me limité a levantar
los hombros en señal de desinterés…
Acordamos
vernos la siguiente semana para hacer las obras…
6.
Durante
los siguientes días estuve analizando de dónde podría sacar dinero para hacer las
obras de mi esposa, pero ni aun dejando de comer (cosa que ya prácticamente
hacíamos al mínimo), no conseguía completar lo del derecho…
Así
que le marqué al Babalowo a su celular un martes…
-
qué pasó? – me dijo sin responder a mi saludo – ya estás listo para los
trabajos?
-
sí y no – respondí – necesito comentarte esto: tengo dinero para el material
pero no para pagarte tu derecho, así que sólo se me ocurre que te lo retribuya
con alguna compra que necesites y que yo pueda pagarte con mi tarjeta de
crédito…
-
mira tú – dijo dándose su importancia – pues sería cosa ver qué necesito en la alacena
de mi casa…
-
sólo se me ocurre una despensa en una tienda de autoservicio – solté -
equivalente a lo que consideres tu derecho por hacer las obras…
-
bien – respondió dudando - déjame pensarlo: márcame mañana…
7.
Le
marqué a su celular un par de días después, para que se tomara el tiempo
suficiente de reflexionar mi oferta…
-
va – me dijo - te veo el sábado para hacer todo y ese día te digo explico…
8.
Tal
cual llegamos con el material ese fin de semana, los eboses se realizaron como los
marcó Orunmila y terminamos pasada la media noche… una vez que se tiró obi y
cerró con iré todo el trabajo religioso, pregunté al Babalowo sobre su derecho…
-
pues como habías dicho – respondió haciendo alusión a que el pago se realizaría
con la tarjeta de crédito a través de una compra en una tienda de autoservicio…
-
cuándo? – lo interrogué…
-
yo te llamo – dijo sin mucho interés…
9.
A
los pocos días y siendo entre semana, me marcó a mi oficina…
-
cómo va todo con tu esposa? – preguntó con un interés que se me hizo exagerado?…
-
por el momento todo está tranquilo – me sinceré – aunque ella sigue sin
encontrar trabajo…
-
me da gusto – dijo ignorando la última parte de mi comentario – ya estuve
pensando… tengo la lista de lo que podrías comprarme en la tienda…
-
bien – le respondí sabiendo que con ello me quitaría de encima ese pendiente – cuándo
paso por ti o me dictas de una vez lo que necesitas y te lo llevo a tu casa?
-
no, mejor vas con mi sobrino para las
compras – sugirió, pero también aclaró – hoy en la noche…
-
de acuerdo – acepté pensando que su propuesta me afectaba de alguna manera pues
era un miércoles y eso me obligaba a que saliendo de mi oficina (ubicada en el
sur de la ciudad), tendría que trasladarme hasta el norte…
-
entonces vas por él a su casa y se ponen de acuerdo – dijo satisfecho…
-
bien, gracias…
Colgamos…
10.
Tal
como lo supuse el trayecto de mi trabajo a la casa del sobrino fue tortuoso: a
esa hora en la ciudad más poblada del mundo (las seis de la tarde), millones de
personas tratan de recoger a sus hijos, ir con los amigos, al cine, al bar, con
la/el amante o simplemente llegar a su casa…
Con
anticipación había avisado a mi esposa sobre las compras, para que en algún
punto de la ciudad nos encontráramos y pasara a recogerla… así que cuando
llegamos a casa del sobrino ya era de noche…
11.
-
traigo la lista que me dio mi tío – dijo el joven apenas y subió al auto, aunque
sin ofrecérmela…
-
te dijo de algún lugar en especial de donde querría compráramos la despensa? –
pregunté educadamente…
-
claaaaro: Wallmart – contestó muy ufano – la tienda que está en Plaza Galaxia -
hacia allá nos encaminamos…
12.
Entramos
al estacionamiento al tiempo que yo ingenuamente seguía pensando que conocería
el contenido de la lista, sin embargo, el sobrino del Babalowo la mantenía en
su mano como si fuera algo muy valioso…
Agarró
un carrito y de inmediato se encaminó
hacia las diferentes zonas de la tienda en donde escogería lo que yo pagaría…
-
toma nota de lo que cuesta cada cosa – me dijo – aunque yo también iré haciendo
la suma – agregó con pedantería…
Y
lo seguimos… primero hacia la sección de carnes frías, de donde tomó queso, tocino,
jamón, salami y salchichas… posteriormente se encaminó hacia donde se
encontraban los quesos, mantequillas y cremas… después a la zona de frituras, después
a la de galletas y finalmente al área de licores, en donde tomó botellas de brandy,
ron y tequila, así como dos paquetes de cerveza de doce latas cada uno…
Durante
todo el trayecto yo no hice suma de lo que él metía al carrito: sólo tomé de alguna manera nota mentalmente de los
productos, pues no pensaba asumir una actitud miserable… pero comencé a
enojarme cuando enfilamos hacia la caja…
La
cajera, una jovencita bastante coqueta, comenzó a marcar todos los productos,
mientras se le quedaba viendo de reojo al sobrino del Babalowo (a través de la
videncia pude percibir sus pensamientos), al tiempo que se imaginaba el
tremendo fiestón que estábamos “a punto de organizar”…
Establecido
el total, confirmé que el monto sobrepasaba lo establecido en el derecho del
Babalowo, más su sobrino simuló estar distraído… pagué sin cuestionar…
Una
vez que nos encaminamos al estacionamiento dejé que el joven empujara el carrito… cuando llegamos a mi auto
también me desentendí de ayudarle a meter las bolsas a la cajuela… y cuando nos
estacionamos frente a su casa también ignoré eso de descargar las compras:
estaba muy molesto pues con la videncia supe que la actitud abusiva del sobrino
era por recomendación de su tío, nuestro “amigo” Babalowo…
-
es todo – dijo el joven una vez que tomó la última bolsa antes de meterla a su
casa…
-
bien – le dije sin mucho ánimo…
-
yo le aviso a mi tío que ya cumpliste
– dijo en algo cercano al diálogo de una película de mafiosos…
-
claro… y con todo el trago y botana, le dices “al padrino” que no se le olvidé
invitarme a su fiesta…
El
joven se limitó a reír…
13.
Unas
dos semanas después los problemas volvieron a recrudecerse, así que opté por el
plan “B”: hacer las obras de Palo… irónicamente el dinero para el material
provino de un inesperado préstamo bancario…
Llegamos
a casa del Tata un sábado por la tarde… entre los preparativos y demás cosas
todo se terminó cerca de las doce… así que tuvimos que esperar unos minutos
pues dentro de las recomendaciones de la Nganga de mi amigo destacaba dos:
a.
la luz de la luna no debería darle a mi esposa en la cabeza, 5 minutos antes ni
5 después de la media noche (durante 7 días)
b.
el siguiente paso para tratar de destrabar todos los problemas tenía que
hacerse obligatoriamente un día martes…
Y
ante estas sugerencias nosotros agregamos por iniciativa propia una más: no
volver a ver a ese Babalowo… nos despedimos y salimos rumbo a Coyoacán para
terminar con los pocos pendientes que quedaban…
14.
Tres
semanas después de realizar las obras con mi amigo Tata, y después de haber
sido estafados a lo largo de un año por el Babalowo, todo se solucionó para mi
esposa sin mayor complicación…
1 comentario:
La verdad hermano, es que con su artículo usted me hizo acordar de mi padrino de mano de Orunmila, el cual siempre fue un resentido social ya que su profesión era de camillero en un hospital público, y como siempre andaba corto de dinero por su bajo sueldo, sus compañeros de trabajo le sacaban el cuerpo, pues siempre tenían que brindarle la cerveza, pues nunca tenía dinero. Pero después de que se hizo Ifá (por supuesto con los reales que le robó a otro pendejo), gritaba a todo pulmón que ahora tomaba solo whisky, pues sus ahijados se lo traían de regalo, y yo de imbécil que colaboré con esa situación también, para que después me enterará de que en realidad lo que ese delincuente hacía con el sacerdocio de Orunmila era iniciar en Ifá a cuanto hampón se le atravesaba, pues esos siempre tienen dinero. Si ese babalawo que le hizo a usted las obras, de verdad hubiera sido un genuino representante de Orunmila en la tierra, hubiera adivinado que usted no tenía con que pagar y lo correcto era no cobrale en especias y con la TDC las obras que le marcó, sino haberse acreditado en su cuenta kármica la buena acción, pero es que hay cada hijo de puta suelto en la religión de los Orishas...
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