Ver,
sentir y hablar a los muertos conlleva experiencias fuera de lo común (aunque
algunos ególatras creen que forma parte de una “misión”), dentro de las cuales
hay que mencionar un par de aspectos negativos cuando aún no se controla el
don:
a)
Padecer el rechazo y la burla de quienes rodean a quien los percibe, escarnio
resultado de la estupidez y la ignorancia que en el fondo es un abierto
miedo a lo desconocido…
Esto
es común sobre todo en Latinoamérica, donde los padres usan el tema de los fantasmas para chantajear a sus
hijos o con los niños para contar historias de sustos y sembrar el miedo entre ellos… se debe agregar que el
culto a los desencarnados está arraigado en la cultura popular como la mal
entendida celebración del Día de muertos…
b)
La impresión que provoca ver y escuchar a los muertos, créanmelo, es lo de
menos…
El
verdadero problema se presenta al negarse a desarrollar el don o no prevenir su
bloqueo, pues tenerlo puede ser motivo de acoso por los desencarnados que,
sabiendo que se cuenta con él, presionan para que se acepte ser usado como
puente entre los vivos y ellos…
2.
Recién
expuse que percibirlos es resultado de una habilidad cuyo origen puede estar en
vidas pasadas, por lo que es necesario saber el motivo por el que se nace con él, aprender a manejarlo y evitar que nos complique la
existencia...
Por
qué ese don provendría de una reencarnación anterior?... quizá por la falta de
una existencia espiritual evolucionada, por haber abusado de él, porque antes
de nacer acordó con su Dios preferido tenerlo, en esta vida lo necesita para
solventar algo, etc...
En
tal sentido existen variables sobre el tema y no se debe confundir la habilidad
de ver, sentir, oler y escuchar a los desencarnados (otra manera de comunicación es a
través de los sueños), a ser perseguido
por ellos por otros motivos… pondré un ejemplo: debo realizarme obras para quitarme muertos de encima, mínimo una vez
al mes, pues Orunmila señaló que por karma siempre
estaré acosado por ellos aun sabiendo tratarlos…
Pese
a lo anterior debemos saber que sobre nuestro don, los muertos tienen una particular opinión, en ocasiones contraria a lo
que pensamos (o queremos para nuestra vida), y sobre este tema ellos rara vez aceptan
razones que no sean las que ellos buscan aprovechar…
3.
Tenerlo
no sólo implica aprender a vivir con él, la contraparte, los propios muertos buscan a quienes lo poseen y por ello si
no se desarrolla o previene la vida de la persona se puede complicar, ya que ellos
le saben útil y acosarán a quien lo tiene pues les es necesario para trascender al siguiente plano: requieren
quién los escuche, a quién hacer una petición o con quién enviar mensajes a los
vivos…
Es
aquí en donde los muertos hostigan a la persona para que opten por ser
Espiritualistas, Curanderos, Médiums, Muerteros o Espiritistas*… si se acepta la
vida puede fluir sin grandes sobresaltos, pero si no se va a desarrollar, los
desencarnados no lo dejarán en paz (a no ser que intervenga una tercera persona
o se tomen las medidas prudentes)…
4.
Al
ser parte del destino hay un plazo individual para que se manifieste el don de
interactuar con los muertos, ya sea de pequeño o adulto… pero veamos qué sucede,
por ejemplo, cuando se revela siendo niños:
Los
desencarnados son capaces de condicionar la vida de una persona de manera
impresionante... cuando se tiene la habilidad a edad temprana pueden orillarlo a
que no estudie pues mientras más letrado sea “menos creerá” en esto y él se
limitará a suponerlo un fenómeno…
He
conocido jóvenes que conforme crecían se les dificultaba estudiar, de ahí que
quienes tengan el don apenas terminen la secundaria, o en ocasiones, la
preparatoria… pocos son los que terminan una licenciatura y ello, curiosamente,
depende de la comprensión que tengan sus padres hacia él y del apoyo que le den
para continuar su formación escolar…
Cuando
la familia no proporciona sostén (espiritual), los muertos presionarán con
obstáculos (falta de oportunidades laborales, accidentes, soledad, burlas y hasta vicios),
para que a más tardar en la adolescencia la persona se esté desarrollando… en este sentido las bendiciones que proporcionen los padres ayudan bastante a contrarrestarlos,
sobre todo la madre, pues ella está por encima de los caprichos de cualquier desencarnado…
Si
bien este acorralamiento puede alcanzar grados de violencia, los desencarnados no
lo hacen a la ligera pues a su vez propician el encuentro (bajo extraordinarias
circunstancias), entre quien tiene el don y quién será su guía para enseñarle a
desarrollarlo…
Vivir
circunstancias como la anterior quiere decir que estamos a merced de los
muertos?… no, pero recordemos que uno de los principios básicos de la
existencia humana es el destino y estos padecimientos obedecen sin remedio a
ello… podrían enumerase más escenarios sobre el acoso, pero aún quedan otro
tema más importante por tratar…
5.
Irónicamente
a los desencarnados les atrae “la luz” astral que provoca tener el don (algunos
lo relacionan con el aura), pero es precisamente la elevación de la
espiritualidad lo que puede hacer que éstos se alejen si se opta por ignorarlo: no se debe olvidar que los
dones son una manera de obligarnos a evolucionar espiritualmente, de aumentar
el nivel vibracional a lo largo de nuestra vida…
La
decisión sobre si se trabaja una habilidad de este tipo es personal… un asunto
es saber que se tiene y otro decidir no usarlo, pero es aquí donde se pueden
complicar las cosas: si se opta por no hacerlo se debe tener un plan “B” que contribuya
de igual manera a la evolución espiritual: esa opción es la práctica de una
disciplina espiritual para que uno pueda controlarlo y a su vez alejar a los
desencarnados...
El
uso socorrido de talismanes, oraciones, baños de hierbas y demás protecciones es
un paliativo para aquellos que deciden mantenerse al margen del contacto con el
más allá, opción de la que uno termina por esclavizarse el resto de su vida…
Si
es el caso contrario y la persona opta por reconocerlo y desarrollarlo, es primordial
que se le sepa determinar si deberá hacerlo como Espiritualista, Muertero, Curandero,
Médium o Espiritista, pues bajo ninguna circunstancia estas prácticas son lo
mismo, así que se deberá poner atención con quién se consultará el afectado para que no lo manden a transitar
por tierras equivocadas…
* no puede dejarse convencer de jurarse en Palo
Monte sólo por tener la habilidad de ver y hablar con los muertos, ni se debe coronar
Oya por motivos poco claros, pues los verdaderos Orishas muerteros son Yemaya y
Olokun... tampoco debe confundirse con estar destinado a iniciar un culto a la
Santa Muerte…
5 comentarios:
Nsala Malekun Mpangui...
Excelente artículo y muy ilustrativo.
Bendición Hermano.
y, gracias por compartir tus conocimientos.
Ona ire.
Awo Osafun.
gracias mpangui, un saludo...
Gracias por compartir su conocimiento
Gracias por compartir su conocimiento tan ampliamente gracias!!
Me ha encantado este post. Es un resumen muy claro y completo, salvando los matices que corresponderían a los localismos, es decir cómo se puede vivir algo así en cada contexto. Yo vivo en España y siempre me quejo de un ambiente adfverso. Me defino como "chamana de a pie" por decir algo, por ser entendida en mi pequeño círculo de amistades (lejanas y conocidas por internet casi todas) Porque aquí no es solo que hay pocos muerteros, es que lo que implique cosas más raras aún (comunicación con otra clase de "seres", espíritus de la naturaleza, etc) raya ya en lo súper-raro.
Así que llevo una especie de doble vida allí donde vivo, porque ni la familia apoya ni entiende mis rarezas, ni tampoco el contexto social, un medio rural de la "España profunda" donde mostrar algo así equivale a un suicidio social. Contaría anécdotas... Pero si ya es complicado cuidarse personalmente, cuando se tiene un hijo pequeño hay que redoblar el cuidado. Cualquier signo de que la madre hace o dice "cosas raras", crean enseguida la etiqueta de "bruja hechicera peligrosa" y "casa que no es de fiar" y todo acaba repercutiendo en un deterioro de la vida social del niño.
Me gusta mucho que digas lo del poder de la bendición de madre, porque he recibido la misma información, pero nunca encontré nadie "encarnado" con quien contrastastarla. Me traigo unos diálogos internos que me son útiles, pero al no conocer a otras personas con esa capacidad perceptiva, y no tener nadie experto "vivo" cerca, tengo días de todos los colores, y a veces me digo: "A lo mejor te lo estás inventando todo". Luego se me pasa, ja.
Me deja preocupada, en cambio, lo que explicas sobre los obstáculos que los muertos pueden poner en los estudios académicos de los niños, porque vengo observando ciertas cosas al respecto, y todo junto me deja pensando. Es muy interesante que lo digas, porque me completa piezas. Gracias, porque no existen apenas espacios o libros donde estos "detalles" se mencionen.
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