17 de abril de 2017

Pleito entre Curanderos en una misa espiritual

1.
Tras jurarnos como Curanderos los siguientes días nuestro padrino nos hizo varias recomendaciones, como aquella de que jamás recibiéramos un cuchillo de la mano de otro religioso, nos enseñó cómo mover las manos durante una “limpia” cuando un hermano de religión corre el riesgo de ser lastimado por un muerto enojado, advirtió que nunca se debe regañar en público a otro Curandero si comete un error… y…

2.
Corté la llamada tras escuchar a mi padrino decir que confiaba en que no lo haríamos quedar mal y tras avisarme que no iría a la “Coronación espiritual”… guardé mi celular y volví al salón de la casa (una amplia y vieja casona localizada en el centro de la ciudad), a la que habíamos sido convocados por una espiritista hija de Oya, quien en ese momento estaba presentando a los asistentes: un Mayombero, un matrimonio de Curanderos, dos mujeres Espiritistas y una Yaya.

- el Cuadro espiritual es muy importante, de ahí que hagamos esta ceremonia antes de que mi ahijada corone a Yemaya – explicaba la hija de Oya cuando regresé.

El esclarecimiento me aburrió y además ratificó lo incongruente que será que una hija de Oya participe en una coronación de Yemayá, así que opté por explicar a mi esposa que el padrino no llegaría.

- …al Babalowo no le cerraba la tefada, así que preguntó si era necesario hacer la Misa espiritual y Orunla dijo que sí… dado que el Santo se hace el lunes, aquí estamos cumpliendo el mandato de Ifa.

Reiterar la obviedad me provocó un ataque de bostezos mientras una Iyawó entregaba habanos, cerillos, cuencos y libritos de cantos espiritistas; después regresó con aguardiente y miel llenando las jícaras y al final volvió llevando de la mano a una mujer vestida de blanco, la presentó como Sandra (le calculé 30 años), la sentó en medio del grupo e iniciamos los cantos a Eggun mientras la Santera encendía inciensos.

Una vez que nos conectamos a nuestro cuadro espiritual, la Curandera hizo comentarios sobre lo poco que le favorecía a Sandra el haber abandonado a su esposo por tener una relación sentimental con un compañero de su trabajo.

A partir de ahí el Mayombero, Curanderos, Espiritistas y Yaya trasmitimos los mensajes y reclamos que sus respectivos Eggun tenían para la mujer, mientras bebíamos traguitos de aguardiente con miel y dábamos caladas al habano… mi esposa y yo coincidimos en que era una “pasión pasajera”, pero no dijimos más al percibir que aquello no iría por buen camino.

- con el permiso del Cuadro espiritual de los presentes – intervino el Curandero – se debe acatar la decisión de la mujer: en cuestión de sentimientos no hay ley y lo que ella siente por su amigo el esposo debe respetarlo.
- con permiso de los religiosos presentes – medió su esposa – dice mi Eggun que el tema es el respeto hacia su pareja…
- con permiso de la mesa y de los Eggun de los presentes – terció el Mayombero – no venimos a juzgar sino a dar consejo: centrémonos en lo que dicen nuestros muertos…


- pues con permiso de los presentes – increpó la Curandera – se trata de transmitir el mensaje que ella debe oír para no joder su matrimonio…
- con permiso de la mesa, del Cuadro espiritual de los presentes y con respeto hacia la Curandera – intervino una Espiritista – debes compartir lo que dice tu Eggun, no opiniones personales…
- va con permiso de los religiosos presentes y sin el tuyo – explotó la Curandera contra la Espiritista – no doy opiniones ligeras, comunico cada palabra de mi Muerto y responden a lo expresado por el señor Curandero – se refirió con ironía a su esposo…
- con el permiso del Cuadro espiritual de los presentes – avisó el Curandero – les ofrezco una disculpa pues la Eggun de mi esposa es un poco… como que rebelde, feminista
- con su permiso – le reviró ella – mi Eggun es un ser evolucionado…
- con licencia de la mesa, de mi Guía y de todos los Eggun de los presentes en esta Invocación espiritual – avisó la hija de Oya - no olviden el motivo por el que estamos trabajando con nuestros Cuadros espirituales: dar el consejo que el mundo de los muertos tiene para la joven que “viene con fe a iniciarse en la religión de los Orishas”…
- y con el permiso de todos: a mí Eggun nadie la cuestiona – dijo la Curandera - se le respeta en cualquier Misa espiritual… y que le quede claro a tu muertito– señaló a su esposo…
- nadie las está insultando – intervino él…
- con licencia de la mesa, de mi Guía y de todos los Eggun de los presentes en esta Invocación espiritual – trató de calmar los ánimos la hija de Oya - pero esto no tiene nada que ver con cierto Eggun ni con problemas personales entre los presentes…
- si no les gusta la opinión de mi Muerta es porque su Guía – señaló a su esposo – es un misógino que siempre la molesta… así que me retiro porque no tengo necesidad de explicar por qué no se deben hacer puterías en la vida – y señaló a Sandra…
- no lo hagas – previno la silenciosa Yaya – te llevarías el osogbo y el enojo de los Eggun que vinieron atender nuestro llamado…
- con el permiso de la mesa, los mayores y Menores, pero creo que esto se está saliendo de control – exclamó la otra Espiritista…
- esto lo jodió su pinche muerto – escupió la Curandera señalando a su esposo…
- con licencia de la mesa, de mi Guía y de los Eggun de los presentes en esta Invocación espiritual – interrumpió la hija de Oya, alzando un poco la voz, tras ver como la vela que estaba frente a su ahijada se apagaba abruptamente – no olviden que está de por medio una Coronación…
- mi Eggun merece respeto! – reclamó la Curandera a su pareja…
- yo no soy una puta! – tronó Sandra, provocando que los que discutían repararan en ella… mi esposa alzó los ojos impaciente, di otra calada a mi habano y bebí del cuenco el resto de aguardiente con miel, divertido, antes de que la Iyawó lo llenara de nuevo.

Hora y media después la Misa de Investigación y la Coronación espiritual concluyó con la hija de Oya satisfecha y Sandra llena de orgullo, aunque con un dejo de irritabilidad entre el matrimonio de Curanderos y tensión en los demás religiosos.

3.
… y mi padrino nos compartió lo que él consideraba su mayor secreto: jamás contradecir a otro Curandero durante una limpia o consulta, porque los Guerreros o Guías espirituales que cada uno tiene empezarán un pleito astral que terminará con una pelea física.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que tristeza ver que entre los religiosos no se respetan ni grados, mucho menos parentescos. Que enseñanzas dejan para las generaciones que vienen tras de ellos o gente que desea entrar por decisión propia, a esta religión. Dejan mucho que desear y pensar.

ujule rachid dijo...

ahola... así, es, las generaciones que viene atrás se están alimentando, éticamente, de estos comportamientos de sus padrinos...