30 de marzo de 2022

Los gatos frente al karma canino

 

para deborah


Ironías de la vida: los amantes de los perros se obsesionan con ellos por soledad, tras una desilusión o su incapacidad de comunicarse con sus congéneres, volcando sus frustraciones y/o defectos afectivos en un ente canino, sin ver que no es otra cosa más que un alma humana (aquello que tanto desprecian), dentro de un animal purgando karma (https://basurerodealmas.blogspot.com/2021/04/karma-canino.html).
 
El caso de los gatos es lo opuesto, pues son de los pocos animales que no tienen un origen terrestre, pero además han sufrido una evolución tal que su presencia tiene un significado más allá de lo imaginable.
 
Hay quienes vinculan a los gatos con temas demoniacos, teológicamente pudiera ser, ya que fueron las mascotas que acompañaron a Lucifer y a los Ángeles Caídos cuando fueron “expulsados del cielo” y se refugiaron en nuestro planeta, más esta esencia tiene una limitante de tiempo y espacio que el ser humano puede manipular para convertirse en un instrumento de evolución espiritual.
 
Antes de seguir aclaremos por qué Lucifer no es tan malo como la iglesia católica quiere hacernos creer: para los practicantes de la Santería, por ejemplo, el Diablo está sincronizado con Eshu, pero más que un ente malvado es una entidad que pone a nuestro alcance todo tipo de tentaciones para saber si caemos en ellas y nos hundimos en el osogbo, pero malo no es.
 
Como señalé, al llegar Lucifer a la Tierra lo hizo acompañado de una raza de la que se desconoce mayor información, el felino placentario, que con el tiempo derivó en especies como el león, puma, tigre, jaguar, leopardo, lince y ocelote, hasta llegar a lo que conocemos como gato doméstico. Y esto guarda un gran secreto.
 
A diferencia de los perros que tienen el don de la manipulación (virtud convertida en karma y que se revierte contra sus propietarios), mas en general los gatos son ambivalentes: son cariñosos y al siguiente día se lanzan con toda violencia contra sus dueños.
 
Los gatos en general, si se les busca videos en la web, son unos cabrones, sí, y también manipuladores como los perros, pero no de los sentimientos y las debilidades humanas, sino de la naturaleza cursi-cabrona a través de las relaciones amor-odio que mantienen con sus congéneres.
 
En este sentido entremos al vínculo de los gatos y los seres humanos y analicemos por qué su actitud no es anodinamente canina y son en realidad un reto para vencer a la malignidad.
 
¿Cuántas personas no han conocido que dan la vida por sus perros, sin importarles si sus ladridos, su mierda o sus meadas violan los derechos de privacidad de una persona? Conozco a un delincuente que grita a los cuatro vientos: “un perro tiene derecho a ladrar porque es un perro”, vaya, ¿y el derecho del vecino a no escuchar esos ladridos o soportar esa peste, ¿dónde queda? Claro, no importa: el perro saca la lengua, mueve la cola y provoca orgasmos en su dueño, pero ¿y el gato?
 
Recién me sorprendió ver un video de una mujer que se está arreglando el cabello, sin darse cuenta que detrás de ella la observa su gato, el cual, sin más, comienza a golpearle la cabeza con sus garras. Nunca había visto a uno en una actitud agresiva. La mujer hace varios rictus de dolor, voltea y le grita “basta”, más no pasa de ahí.
 
Una reacción más coherente sería deshacerse del gato: ¿cómo tener en tu casa al enemigo, sobre todo cuando no sabes que pasa por su cabeza para que comienza a agredirte?, pero gritarle “basta” deja claro que no entiende la naturaleza de su mascota.
 
Los gatos tienen un dejo demoniaco, pero no son malos y esto debe quedar claro: ellos representan a la maldad, la esencia de Lucifer, pero a la cual se puede domesticar de tal manera que si el dueño analiza a su mascota, sabe quién es y cómo educarla, no es que sepa inducirla a un comportamiento basado en un manual de buenos modales, no, lo que logra es controlar la malignidad que Satanás a depositado en ellos y que es un reflejo de hasta dónde puede llegar la bipolaridad humana (sí, esa personalidad que todos padecemos y que puede hacer que la persona más buena y sumisa de pronto se violente ante un entorno social adverso).
 
Un ejemplo común: ¿qué se necesita para ser brujo? tener mano fría al momento de destruir o salvar la vida de una persona, por ello para ellos la mascota ideal son los gatos y su representación de la negatividad, sin embargo, estos no se limitan a ser cómplices si se trata de un hechicero justo, pues los gatos tienen sus virtudes: son los principales animales repelentes de desencarnados.
 
Expliquemos: los gatos suelen ser desobedientes, frívolos, extrovertidos, volubles, malhumorados, pueden morder y arañar, pero si se les entiende pueden ser amistosos y compartirnos sabiduría, mas su entendimiento no depende de una compañía por la carencia emocional del futuro dueño, sino del carácter, ya que una falta de espiritualidad o mal humor pueden provocar que ambos saquen lo peor de sí: la persona su mezquindad natural y el felino su esencia maléfica.
 
Así, el gato y su actitud se convierten en un reto para que su dueño aprenda a observar, entender y controlar su maldad, esto es, debe vincularse con él de manera que domine sus instintos a través de la paciencia y el amor, dones con los que todos hemos sido celestialmente dotados, pero que solemos ignorar cuando el mismito Lucifer nos aconseja que lo mejor para sobresalir en este mundo es ser un hijo de puta. Curiosamente los gatos también saben quiénes somos, ¿o qué creen que hacen mientras están en un rincón de la casa. Observarnos.
 
Aterricemos: quien analice la conducta de un gato, y sepa quién es (ninguno es igual), esté al tanto de cómo tratarlo y le enseñe quién manda, aprenderá que lo mismo podrá hacer con las actitudes miserables de su jefe, la prepotencia de su vecino, la infidelidad de su pareja o la inmadurez de sus hijos. Eso es evolucionar espiritualmente, conocer las carencias del prójimo y evitar que su frustración nos haga daño.
 
Una vez obtenido el equilibrio natural, los gatos se encargan de limpiar energías negativas como el rencor, envidia, estrés, tristeza, críticas, celos, miedo, odio, etc., evitando que se acumulen en el hogar, sin embargo, cumplen con una misión fundamental: eliminan las alteraciones astrales acumulada en el día mientras su dueño duerme, cumpliendo también con la función de cuidarlo.
 
Así, a diferencia de la mediocridad espiritual e intelectual que provoca la convivencia con un perro, un gato significa un desafío que si se consigue superar, sus resultados y efectos positivos se verán en la vida cotidiana del dueño, pues se ha conseguido controlar la malignidad, no del felino, sino del propio Lucifer, porque qué creen que sea mejor: ¿abrir la puerta de su casa y ser recibidos por un perro que los llena de saliva con sus lengüetazos de dudosa sanidad y moviendo la cola… o toparse con un gato que los vea y reconozca: “me ganaste, ya eres un sabio”.


8 comentarios:

Yenyok dijo...

Gracias!, por el post me encanta tener mascotas pero es un poco dificil donde vivo. Definitivamente, tener un gato es mas facil que tener un perro, especialmente si vives en un departamento.

Amo los perros pero se que serian una carga tanto para mi como para los demas, la peste a orina que viene del balcon de mi vecina me golpea la cara cada vez que trato sentarme fuera, los ladridos de su 4 perros son un infierno y ellos viven con ella un gran infierno ya que estan enjaulados dentro de un departamento oscuro.

Los gatos tienen su propia personalidad y si no les gusta pues ni te miran.
Quisiera tener un perro para practicar el hiking ya que son buena compania para espantar depredadores animales y humanos.lol

Alphanderás dijo...

Hola, Alfredo.

Muy interesante tu texto.

Como sé que uno de los objetivos de tu blog es aclarar errores, desmentir falsedades y abordar con honestidad temas religiosos, me atrevo a hacer una aclaración:

Lucifer no es el nombre de un ángel caído, ni mucho menos.

En el Libro de Isaías, hay un pasaje que fue malinterpretado por San Jerónimo de Estridón -el traductor de la Vulgata- en donde el profeta originalmente se refería a un rey de Babilonia (posiblemente a Nabuconodosor II) al que identifica con el planeta Venus y lo llama ‘Helel ben Shachar’, que en hebreo sería algo como ‘Luminoso (Helel), hijo de (ben) amanecer (Shachar)’.

En la traducción al latín, el pasaje fue (mal) interpretado por Jerónimo como una referencia a un supuesto ángel caído y no a un rey terrenal y Helel ben Shachar fue traducido como Lucifer (Lux ferre), es decir, ‘dador de luz’ quedando como el supuesto nombre del supuesto ángel caído.

Shachar (Shajar), además se significar 'amanecer' en varias lenguas semíticas, era también el nombre del dios del amanecer en la región.

Para muchas civilizaciones antiguas (incluyendo a los cananeos, los griegos y los romanos) el planeta Venus era conocido como ‘la estrella de la mañana’, pues como sabemos, el planeta no puede verse por la noche, pero aparece por las mañanas, antes del amanecer.

Para los griegos, el dios del planeta se llamaba Fósforo (literalmente, 'dador del amanecer'), y para los romanos, Lucifer.

Perdón por tanto rollo, pero me pareció pertinente hacer la aclaración.

En el judaísmo rabínico se rechaza toda idea de 'ángeles caídos' (como sabemos, el Libro de Enoch no es parte del canon bíblico), y Satán (literalmente, 'el acusador' o 'el adversario') es un título que recibe una -o varias- entidades, generalmente un arcángel, que desempeña el papel de acusador, adversario, tentador u oponente de Israel, al servicio de Dios, a diferencia de lo que ocurre en la mitología yoruba, en donde Eshu no es parte de la creación de Olodumare, sino por el contrario, Eshu es la oscuridad primigenia sobre la cual Olodumare -la luz- da forma y crea.

Un saludo cordial y mucho éxito con tus proyectos.

Abraham ben Israel dijo...

NO confundir a los ''ángeles caídos'' cuyo líder lleva el nombre de Samyaza y no Lucifer, que fueron reprendidos por rebelarse contra la Voluntad de Hashem, viniendo a la tierra a tomar como esposas a mujeres humanas dando así origen a la raza de gigantes llamados ''Nephilim'', con los ángeles de la severidad, quienes sí actúan bajo las órdenes de Hashem, entre ellos Ha-Satan

Saludos

ujule rachid dijo...

hola Alphanderás y Abraham ben Israel... gracias por sus precisiones... saludos...

Beth dijo...

Me ha encantado! Lo esperaba con ansias! Mi gato en turno es un hermoso gato totalmente blanco y pelo corto, siempre trata de dormir conmigo en la cama o con mi bebé, era una insistencia tremenda, realmente no le hacía nada a la bebé pero no me agradaba tenerlo en la habitación por qe la bebé es muy pequeña, he terminado por dejarlo fuera de la casa creo que ahí estará una buena temporada en lo qe la niña crece, acaso querría cuidarnos de algo?? También a dónde me mude terminan llegando muchos gatos nose si mi gato los llama, yo solo quiero uno pero siento que soy un imán a donde vaya, nose qe hacer con tanto gato ni siquiera les doy de comer, al que tengo le doy sus raciones adentro y después lo saco y siguen llegando más
Seré team gatuno forever, aunque es verdad, mi gato es un cabron si no se le tiene mano firme

Anónimo dijo...

Recomiendo el libro ''Filosofía felina'' del filósofo británico John Gray, edita Sexto Piso.

ujule rachid dijo...

hola beth... es curioso pero los gatos cuidan mucho a los bebés... saludos y un gusto tenerte por aquí....

ujule rachid dijo...

hola anónimo, buscaré ''Filosofía felina'' y le haré una reseña, suena muy interesante... saludos...