2 de abril de 2019

La muerte en vano de Armando Vega-Gil


1.
Desapruebo tajante, y lamento hondamente, la salida que escogió mi amigo Armando Vega-Gil para hacer frente a la crisis por la que atravesaba su vida pública y privada: no lo reprocho por las contradicciones éticas que encierra el suicidio, ni siquiera por dejar atrás una viuda y huérfanos, no, mi cuestionamiento es al motivo por el cual se quitó la vida: una calumnia.

2.
No hay mayor argumento contra la absurda acusación que la carta de despedida que publicó Armando en twitter horas antes de quitarse la vida colgándose de un árbol:

“Buenas noches a todas y todos. Hace unas horas, en la cuenta de twitter #MeTooMusicosMexicanos, una chica me acusa de abuso y acoso. Ella narra que el episodio ocurrió cuando tenía 13 años lo cual hace que esto se vuelva grave, muy grave. Bien, lo afirmo categóricamente, dicha acusación es falsa. Soy una persona pública y constantemente recibo gente, muchas menores de edad, en mi casa para entrevistas, talleres, o simplemente en charlas con algunas de estas muchachas y muchachos que siguen mi carrera, y mantengo comunicación con ellas y ellos. Uno de mis oficios más importantes es escribir y cantar para chicos, además soy padre de familia. Siempre me he esforzado por la defensa de los derechos universales de los niños, estoy en contra de su explotación y maltrato, del abuso físico y sicológico contra ellos, y con mi quehacer de músico y escritor trato de alegrarles sus vidas".

La respuesta de las integrantes de #MeTooMusicosMexicanos, en el mismo twitter, al suicidio y carta póstuma, es más que elocuente:

“Su carta fue un acto para difamar al movimiento”… “ha sido jugar a la víctima para desacreditar al movimiento… “la supuesta carta de suicidio es un chantaje mediático para que las víctimas sigan calladas, porque él construyó su carrera con mentiras” … “No nos vamos a callar, ahora más que nunca seguiremos en apoyo.

Odio puro, acompañado de feminismo recalcitrante que no oculta el placer que les provoca esta muerte en vano, porque déjenme decirlo: tras muchos años de experiencia religioso-espiritual he aprendido que el peor error que puede cometer una persona es morir por otra, en cualesquiera que sean las circunstancias… sí, morir por uno de nuestros congéneres es algo que NO vale la pena, nunca.

3.
Originalmente esta entrada se iba a llamar “feminazis contra machos”, pero tras leer el comunicado de prensa del Fondo de Cultura Económica (FCE), el cual señaló que la muerte de Armando debía ser un recordatorio "para que las justificadas denuncias de acoso, machismo y violencia en contra de las mujeres no se conviertan en una persecución irresponsable”, decidí ser más ecuánime y dejar mi dolor (y rabia) para las horas de soledad de la madrugada.

Sigo pensando que “feminazis contra machos” es un buen título para despotricar contra la mezquindad humana, pero creo que ello me pondría al mismo nivel retrógrada de las fascistas #MeTooMusicosMexicanos, así que es mejor hacer un llamado a la reflexión sobre hasta dónde puede ellgar el odio y la cobardía, avisarles que “el pueblo vencido jamás estuvo unido” y recordarles que alguien se tomó la molestia de hacernos pelear, con excelentes resultados para sus perversos intereses, como sucede entre obreros contra patrones, feos contra guapos, amantes de gatos contra adoradores los perros, adultos contra niños, altos contra chaparros, blancos contra negros, homosexuales contra heterosexuales, ignorantes contra inteligentes, ricos contra pobres, gordos contra guapos, perfectos contra discapacitados, caciques contra campesinos, hombres contra mujeres, humanos contra animales… y así.

Funcionó exacerbar el odio entre los congéneres, entregándonos las mejores armas, las más eficientes y baratas, para destrozarnos entre nosotros: el anonimato de las redes sociales y la cámara del teléfono celular.

4.
Armando Vega-Gil no sólo era un excelente músico y cantante (fue fundador del legendario grupo Botellita de Jerez), un preciso fotógrafo,  un observador de la idiosincrasia mexicana, un atinado director de cine y un excelente literato (como narrador, poeta y ensayista), también era un hombre perceptivo, solidario, cálido, altruista, respetuoso, noble, divertido y todos aquellos calificativos que pudieran encontrase para definir su grandeza espiritual, por las mismas que sé que era inocente, que él nunca sería capaz de acosar ni abusar sexualmente de nadie, mucho menos de una niña de 13 años (que hoy presume de ya tener 23): creo y defiendo su inocencia no porque él lo negara en la carta previa antes de suicidarse, sino porque durante años demostró ser una persona con un corazón inmenso y una infinita calidad humana.

La sensibilidad de su alma queda manifiesta en otra parte de su carta de despedida cuando señala:

“Aunque se supiera la verdad y se aclarara, incluso penalmente, ya me hicieron polvo, ya no tengo credibilidad como músico y fotógrafo y como escritor, que a parte, la mayoría de las cosas que hago son para niños ¿no? y adolescentes, entonces, me voy a quedar sin trabajo. Tarde o temprano la gente va ir abandonándome, porque una editorial no va a publicar un libro mío no porque crea que soy un pederasta, sino porque a la editorial no le conviene tener alguien que está en entredicho”.

5.
Para la ausencia de Armando Vega-Gil siempre nos quedará el consuelo recordándolo en sus discos, libros, películas o programas de radio, cualquiera de los cuales seguramente nos sacará alguna risa en medio del llanto, pero para la desquiciada mujer que nunca se puso a pensar en las consecuencias de sus mentiras, o para las iracundas integrantes de #MeTooMusicosMexicanos, deben saberlo: cargar con la muerte de una persona a sus espaldas, es el peor de los karmas que un ser humano debe purgar a nivel espiritual.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya lo dijo usted muy atinadamente, "divide y venceras" estamos divididos por la causa que cada quien guste y mandé; no nos damos cuenta de que mientras nos eliminamos aquí abajo; los de arriba, que manipulan las vidas de todos nosotros; se carcajean al ver que les evitamos todo el trabajo.
Total, lo que importa es imponer mi "criterio" sobre los demás y no importa si es con mentiras, pasar sobre los demás mientras sea yo primero, yo después y yo al último. Bien dicen que el hombre es el propio lobo del hombre.

ujule rachid dijo...

así es anónimo: el ser humano es el lobo del propio ser humano... saludos...

Gabriel dijo...

El daño que están haciendo las redes con bulos y posverdades que se amplifican es terrible, con esa manera de mentir basada en "mi verdad", donde la, a veces difícil objetividad, se pierde. El linchamiento del padre de un joven falsamente acusado de violación en Argentina también ha sido horroroso. Mis amistades se ofenden cuando les digo que eso que están publicando es un bulo. Luz y progreso para ese alma que se encontró de repente con su mundo derrumbándose por una patraña.

ujule rachid dijo...

hola gabriel... no cnozco el caso del padre de un joven en argentina, pero es impresionante descubrir que lo mejor quw se nos da es odiarnos entre nosotros,,, gracias por escribir...

myopinion dijo...

Este caso ha suscitado muchas discusiones maritales en mi casa. El simple hecho de defender una acusación anónima es algo aberrante, pero tambien, el que nada debe nada teme...cómo dije...el debate está servido y habrá mucha tela que cortar en este caso.

ujule rachid dijo...

hola myopinion... así es, el problema, el pequeño detalle que nadie toma en cuenta es que armando era una persona muy sensible que lidiaba desde niño con problmeas de depresión, m+as a mi favro lo injustificado de lanzar acusasiones a lo pendejo... gracias por escribir...