Andrey Viarens es el seudónimo del
escritor cubano Javier Alberto Piloto Rodríguez, cuya carrera literaria va en
ascenso vertiginosamente. Ha realizado numerosos estudios no solo en la isla
caribeña, sino en países como Rusia. Como muchos autores, comenzó publicando
numerosos artículos en medios impresos hasta que dio el gran paso e incursionó
en la literatura, enfocándose sobre todo a la literatura juvenil, donde ha
publicado 4 libros.
En este contexto cuenta con una saga,
la cual ha dado dos interesantes títulos: “Kalé y el mundo del tinajón” y “Kalé
y el misterio del agua”, cuyo personaje principal es un inquieto joven cuyo
espíritu aventurero lo lleva a vivir interesantes aventuras en mundos
fantásticos.
Andrey Viarens me regaló “Kalé y el
mundo del tinajón” y quiero decir que resultó una agradable sorpresa para su
servidor, pues estamos ante un escritor que cuenta con una gran cantidad de
recursos literarios para atrapar al lector desde las primeras páginas de su
novela.
Tras terminar la lectura de sus 21
capítulos, recordé la novela “Un rey en el jardín”, del laureado autor cubano
Senel Paz, no porque haya similitud entre los dos textos, sino por la gran
capacidad de ambos autores de desbordar imaginación a partir de originales
anécdotas.
Sin embargo, Viarens va más allá del
lugar común y nos entrega un texto lleno de magia con historia ágil y un
excelente ritmo, que toca las fibras emocionales del lector no solo por su
interesante y original trama, sino porque de alguna manera hay importantes
referencias a esa etapa en la que todos los seres humanos transitamos de la
niñez a la adolescencia siembre bajo la presencia cautivadora de alguno de
nuestros abuelos.
Así, vale la pena destacar dos
grandes virtudes de “Kalé y el mundo del tinajón”:
La primera, el uso de un lenguaje
sencillo que facilita la descripción de toda la magia que encierran los
fantásticos mundos que, como lectores vamos, descubriendo al mismo tiempo que
el protagonista, lo que le da un gran toque de originalidad, sobre todo porque
con ello Andrey Viarens demuestra que no son necesarias descripciones
rebuscadas para crear toda una original mitología alrededor de virtudes humanas
como la valentía y la fidelidad.
La segunda, la evolución de los
personajes, incluso los qe aparecen ocasionalmente, sobre todo del
protagonista, a quienes las circunstancias (aventuras) le llevan a realizar una
interesante introspección no solo para buscar y aceptar sus virtudes y
defectos, sino para conocerse y saber quién es y hasta dónde puede llegar ante
situaciones extremas.
En este sentido no hay nada como el
final en donde Kalé vuelve a casa y comparte con el lector que su forma de ver
el entorno familiar, la convivencia con sus padres y abuelos; y en general la
vida misma, nunca será la misma.
Si bien no soy afecto a este tipo de género
literario (ya saben que lo mío es la novela negra, debo reconocer que “Kalé y el
mundo del tinajón” resultó una atractiva propuesta en muchísimos sentidos,
motivo por el cual no solo invito a su lectura, sino que de antemano les
comparto que en cuanto tenga oportunidad daré leeré el segundo volumen de esta
original saga.
Andrey Viarens,
Kalé y el mundo del tinajón, 113 páginas, 2021
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