30 de noviembre de 2025

¿Cuándo, dónde y cuánto? (1)


 

1.
¿Cuándo, dónde y cuánto?, leí en el asunto del correo electrónico. Aquello sonaba a exigencia, como hacen muchos que me escriben. Pensaba marcarlo como spam, pero me entró curiosidad y decidí abrirlo antes.
 
Instantes después solté un “chingado” que llamó la atención de mi esposa.
 
—¿Qué pasa? — preguntó pausando su relectura de “Mi vida con los muertos”.
—Fíjate en qué términos me llegó una solicitud de consulta.
 
“No nos conocemos, obvio, pero me dirijo directamente a ti y sin rodeos porque mi caso requiere atención inmediata. Quiero verte en calidad de urgencia para solucionar un problema personal, así que dime ¿cuándo, dónde y cuánto cobras?
 
Eso sí, debo advertir que el sitio que elijas deberá ser discreto de manera que pueda conversar contigo sin interrupciones. Espero una pronta respuesta y, sobre todo, positiva. Dado el actual empoderamiento femenino, te sugiero que tomes este mensaje con la seriedad que las mujeres merecemos.”
 
—Además, el nombre de su correo, piedra_de_limon@hotmail.com, se debate con las uñas entre la amargura y el martirio. Esta mujer está más perdida que Adán el día de las madres. La voy a bloquear.
—No, mejor respóndele señalando el día, el lugar, la hora y cuánto le cobrarás, pero dile que te pague por adelantado. Verás que al igual que muchas mujeres no te responderá.
—Tienes razón — acepté y de inmediato respondí con ironía.
 
“Gran privilegio el mío recibir un mail tan conciso de alguien que no tengo el susto de conocer. Me alegra saber que formaré parte de los actores de tu drama emocional. Admiro tus oficios diplomáticos para contactarme. Mi agenda está saturada de crisis peores que la tuya, de ahí que mi capacidad para responder a exigencias como la tuya es limitada, mas haré un espacio para atenderte.
 
Nos vemos este sábado a las 9 de la mañana en la cafetería “Casa di Mahia”, ubicada dentro de la “Casa de la Araucaria” (está en la Colonia Mixcoac, en la calle Goya 54, colonia Insurgentes Mixcoac), previo depósito bancario de mis honorarios. Saludos cordiales (menos de los que mereces, honestamente).
 
Lo envié y seguí revisando mi bandeja de entrada, encontrándome con otro que me hizo reír.
 
“Buenas tardes. Vengo leyendo su blog desde años atrás y quisiera saber si todavía ilustra, con su infinita sapiencia y altruismo, a personas que se encuentran perdidas en este mundo tan mundano. Gracias de antemano, le envío afectuosos saludos. Atentamente Yezzi”.
 
—Ese tipo de correos son en los que menos confío. “Altruismo”, ¡jaja! — me burlé mientras lo marcaba como spam. Volví a la bandeja de entrada y ya tenía la respuesta de Piedra_de_Limon.
 
“Dime el costo y compárteme tu número de cuenta para hacerte en este instante la transferencia. Mientras tanto, para adelantarnos, deberás ver el video que te estoy anexando, el cual corresponde a una presentación que hice en “Neuhausen” hace tres meses. Dado que eres vidente, o al menos eso dices en tu blog, debes poner atención a mi guitarrista.”
 
—¡Mierda! — grité,
—¿Ahora qué sucede? – preguntó mi esposa.
—Contestó diciendo que me va a depositar. Ni siquiera preguntó el costo, además de que ese tono impositivo comienza a cagarme la paciencia.
—Escribe una cifra alta, dale tu número y verás que se asustará.
 
Señalé la cantidad, anoté la referencia bancaria, envié el mail e hice doble click en el archivo. El reproductor terminó de cargarlo y mostró a una inconfundible cantante colocándose en el centro del escenario con una guitarra acústica al ristre.
 
—¡Mierda! – me quejé – de todas las maniquíes que aparecen cantando con pistas pregrabadas en la tv mexicana, a ella en especial no la soporto, además de que sus canciones son taaan insulsas.
—¿La conoces? – me interrogó.
—Digamos que sí – respondí, mas por la manera en que me escudriñó entendí que mi respuesta era ambigua – era novia y cantante de “Nunca al norte”, la banda de mi amigo Luis Rubioles.
—Me hablas de tantos grupos de rock que ya no los ubico — reconoció.
—Tuvieron varios éxitos en la radio, el más famoso fue un ska llamado “Me das lástima”. Pero eso es lo de menos, Luis la definía como una trepadora, al grado de que cuando en alguna plática salía a relucir su nombre, entonaba “La planta”, de sus compadres “Kaos” — expliqué y mi esposa soltó una carcajada — no me extrañaría que estuviera cantándola al momento de morir.
—¿Así que tuvieron un romance mal viajado? — aventuró.
—Fue absolutamente lisérgico. Como sea, cada respuesta que le di salió contraproducente.
—Eso parece, pero busca el lado positivo: te dará elementos para escribir un texto para tu blog.
—No, me dará pretexto para que me acompañes a verla.
—Tendrás que ir solo. Mi prima Susana regresa de Madrid y nos veremos precisamente el sábado para desayunar.
—¡Mierda! – protesté otra vez.
—Disfruta tu video — bromeó y entró a la cocina.
 
2.
Vi el concierto y como solía hacer en su vida, desde que la conocí, Piedra_de_Limon* demostró seguir siendo obsesiva con tener todo bajo control. Alternaba canciones nuevas (así las anunciaba), con temas viejos, combinando momentos relajados, donde el foco de la atención era obviamente ella y su guitarra acústica, junto con otros de gran energía cuando estaba completa la banda.
 
La cámara se centró en filmar durante varios minutos su infinito, pero cuando su guitarrista fue enfocado por primera vez, identifiqué a Juan Vendeta*, fundador de la banda “Sótano antibombas”*, conocido mío de la época de gloria del Foro cultural Prancing rock*.
 
Decidí apagar las bocinas de mi laptop (urgía poner a salvo mis oídos de tal basura), y concentrarme en la banda, donde para mi sorpresa Juan se alternaba entre guitarras, sintetizadores y coros: era figura clave en la textura sonora, a lo que se debía agregar un espectáculo bien montado, con juego de luces, pantallas y algunos rayos láser.
 
Luego me fijé en la interacción entre ellos, donde a veces se acercaba a él y lo abrazaba, en algunas canciones volteaba a verlo y por la forma de cantar parecía era el destinatario de la letra, aunque en una en especial se le acercó para clavar un par de veces su dedo índice en su pecho (ahí me arrepentí de haber bajado el volumen, pues no supe a qué tema hacía referencia ese desplante, pero no hice nada por enmendar el silencio). Entonces comprendí todo.
 
Apagué el reproductor de video, decidí olvidar el mal rato escuchando a Sharon Van Etten, seguí revisando mis correos y marcando unos más como spam.

22 de noviembre de 2025

Fue divertido mientras duró


Mi esposa me dice que debería volver a la universidad para estudiar otra carrera, Psicología. Luego de leer este texto insistió, ya que lo desarrollé con mucha influencia de esa disciplina. Me lo estoy pensando.
 
1.
El 25 de octubre de 2016 Enrique Peña Nieto, uno de los presidentes más patéticos de la historia de este vilipendiado país, dijo una frase que nunca olvidaré: "Ningún presidente se levanta pensando en cómo joder a México".
 
Las 10 palabras, publicadas en el aquel entonces periódico de izquierda “La Jornada” (hoy una vomitable parodia de prensa libertaria), me quedaron grabadas no solo por estar plagadas de mentiras, sino porque se refieren una de las acciones fundamentales de la naturaleza humana: sus incontrolables ansias por abusar del prójimo.
 
Esas diez palabras se podrían parafrasear de diferentes maneras, aunque todas terminarían encerrando una terrible realidad: por supuesto que los presidentes que ha tenido este país se despiertan a diario buscando nuevas maneras de enriquecerse ilegalmente, ante la indiferencia de sus gobernados.
 
Sin embargo, esta entrada no está relacionada con el legado de impudicia de Peña; más bien, se refiere a esa obsesiva costumbre de miles de millones de personas para hallar nuevas formas de arruinar todo lo que tienen al alcance, empezando por la existencia humana.
 
2.
En México existe una frase que está cayendo en desuso, aunque todavía puede oírse en boca de adultos de más de 75 años, quienes conocen a la perfección su significado: "La mitad del mundo se levanta tratando de encontrar como chingarse a la humanidad… y la otra mitad buscando como defenderse".
 
El problema es que el origen, la razón, el motivo, las causas (o usen cualquier sinónimo) de esas ganas de chingarse a la humanidad, están basadas en tres principios básicos:
 
A) el anhelo de destruirle la vida alguien con plena consciencia, motivado por el odio, intolerancia, traición, rencor, racismo, envidia, ignorancia, resentimiento, prejuicios, soberbia, venganza y aversión contra algo que su espiritualidad les impide entender: la existencia de otro tipo de vivir la vida (sic).
 
B) la obsesión de ser más que quienes rodean a una persona, lo cual se basa en el egocentrismo, altanería, narcisismo, codicia, individualismo, petulancia, arrogancia, soberbia, acoso y ambición, en pocas palabras, el ego consciente, sin pensar en las consecuencias y el daño que provocará al actuar sin sentido.
 
C) la falta de solidaridad, y ésta es la peor porque está basada en la apatía, desprecio, indiferencia hacia vínculos familiares o de amistad (algo de lo que en otras circunstancias se presumió en voz alta), indolencia e ingratitud, que al final podría resumir los dos primeros incisos.
 
Es curioso, pero si lo analizan con objetividad, la venganza señalada en el inciso A) y la codicia del inciso B) podrían usarse como sinónimos de la indolencia del inciso C).
 
3.
¿Podría calificarse de un exceso afirmar que la apatía, el desprecio, la indiferencia, la indolencia y la ingratitud son las peores decisiones que asume una persona? No, porque lo que está sucediendo con quienes las practican es una desconexión con su lado espiritual, lo cual se manifiesta en la falta de empatía, elemento básico de las relaciones interpersonales afectivas, afirman obviamente los psicólogos.
 
Volviendo a los psicólogos, una relación interpersonal se fundamenta en lazos afectivos fuertes que incluyen comunicación sincera, comprensión, respeto mutuo, confianza, intereses compartidos, retroalimentación y cierto grado de vínculo espiritual. A todo lo mencionado se le conoce generalmente como "amistad", que en teoría debería ser un espacio seguro donde tenemos la posibilidad de ser genuinos, ayudarnos y satisfacer necesidades mutuamente.
 
Sin embargo, ya en la práctica todo se convierte en una simulación porque una de las partes solo piensa en su mundo interior, son prejuiciosas, no quieren ponerse en el lugar del otro, suelen distorsionar la realidad, son impacientes, suelen usar a los demás para alcanzar sus fines, viven afectadas por el narcisismo, carecen de tacto, provienen de entornos tóxicos y lo más grave: desconocen el remordimiento.
 
Pero volvamos a la indiferencia y todos sus sinónimos enlistados líneas arriba, los cuales señalan que, si hacemos un resumen, es común que la amistad está basada en el principio fundamental de “usar a los demás para alcanzar sus fines”, lo que a su vez habla de una inmensa falta de espiritualidad y, en consecuencia, de basar en el ego cualquier acción o decisión en la vida.
 
Siempre he dicho que, exceptuando a los gemelos, “todos los seres humanos nacen y mueren solos”, y para fundamentarlo imaginen que están en una habitación donde alrededor de una cama hay numerosas personas esperando la última bocanada de oxígeno de un moribundo, entonces analicen a los ya casi dolientes y descubrirán que la tristeza que producirá la inminente ausencia es y será el egoísmo, porque hasta en esos trances las persona sufren, no por la agonía de un ser querido, sino porque en breve ya no estará entre los vivos, lo que demuestra que nuestras emociones siempre estarán basadas en el dolor personal (una ausencia que nos dejará hundidos en la soledad) y la falta de empatía (¿por qué no pensar en que con la muerte se deja de sufrir?).
 
Este tema podría aplicarse también a las relaciones sentimentales, pero al igual que la amistad, no se puede generalizar, por lo que prefiero no buscarle tres pies al gato, así que prefiero desmentir al expresidente Peña Nieto: por supuesto que sí, no solo gobernantes, sino en general mucha gente, sobre todo amistades y familia, se bajan de la cama pensando como desmadrar la vida de sus amigos, porque hasta la omisión y el silencio son una forma de tomar decisiones para perjudicarlos.
 
4.
¿La mejor opción para no padecer la indolencia de quienes se dicen ser amigos o presumen ser familia?, ¿la alternativa ideal para evitar que sus cercanos les lastimen?, ¿quieren evadir una puñalada por la espalda, o en el mejor de los casos, evitar una desilusión?
 
Muy sencillo, aprendan a conocerlos no por lo que dicen, sino por sus actos, y si esos no coinciden con su ética o principios, con lo que ustedes necesitan o merecen, entonces simplemente aléjense.
 
Es extraño perder contacto con amistades o familia, algo que me ha sucedido bastante en los últimos tres años. Pocas veces he sido yo el que se aleja, pero he de confesarlo: no los añoro, al contrario, y por eso digo que es extraño, pues hago un resumen de lo que fuimos y concluyo que no hay rencor ni melancolía, solo queda lo bueno que entregaron cuando teníamos una vida en común, pero a veces son mejores las distancias en lugar de las indolencias.
 
En mis pláticas con mi esposa a veces surgen los nombres de ciertas relaciones del pasado, pero, irónicamente, y a pesar de que la amistad con algunas personas duró años, algunos otros nombres ya no vuelven a mencionarse. Así de importante fue su presencia en nuestras vidas.
 
5.
Será interesante contrastar lo que diga la psicología, con respecto a las actitudes humanas, y lo que advierta la videncia, en caso de que decida estudiar esa carrera.
 
6.
Como señala el filósofo Émile Cioran: “La amistad es un pacto, una convención. Dos seres se comprometen tácitamente a no decir jamás lo que en el fondo piensan el uno del otro. Una especie de alianza hecha de precauciones. Cuando uno de ellos señala públicamente los defectos del otro, el pacto queda revocado, la alianza rota. Ninguna amistad resiste al hecho de que uno de los dos deje de jugar el juego. En otras palabras: ninguna amistad soporta una dosis exagerada de franqueza”.
 

8 de noviembre de 2025

Los disfraces del Día de Muertos acortan tus años de vida

 


1.
El Día de Muertos y la Navidad, por citar solo algunos, son un ejemplo de la falta de cuestionamiento de por qué tenemos la obligación de “celebrarlos” cada año. A pesar de que existen otros otras festividades, incluyendo las que pertenecen a cada país, tanto la Navidad como el Día de Muertos enmascaran rituales cuyo impacto negativo en sus vidas la gente desconoce.
 
Aprovechando que aún estamos en noviembre “celebrando a los difuntos”, pondré ejemplos de cómo la ignorancia desmadra la vida de una persona, o de toda una familia, con actitudes que lo único que provocan es acortar su existencia.
 
2.
Primero recordaré aquella anécdota relacionada con los indígenas Angaités, una tribu originaria del Chaco Boreal de Paraguay, que evitaban ser fotografiados para que la imagen no les robara su alma. Esta creencia salió a la luz pública como consecuencia de un hecho lamentable, cuando Guido Boggiani, pintor, dibujante, fotógrafo y etnólogo italiano, se aventuró en 1887 por el interior del Brasil, Bolivia y Paraguay para documentar la vida de sus aborígenes.
 
Cierta tarde Boggiani fue atravesado en la espalda por una lanza y su cráneo destruido a golpes, ya que los aborígenes creían que les robaba el alma a través de sus fotos. Su cuerpo fue decapitado y la cámara fotográfica fue hallada, a metros de distancia, enterrada.
 
Si bien es un ejemplo del salvajismo, los Angaités no estaban tan equivocados: una fotografía atrapa la esencia de una persona (su imagen representa el astral en un momento determinado), motivo por el cual son las herramientas preferidas para hacer brujería en méxico.
 
3.
El antropólogo Juan Hernández Castillo señala en uno de sus lúcidos ensayos que: “La relación de los mexicanos con la muerte es una creencia que se lleva a la práctica con el “Día de Muertos”, que honra a los difuntos no con tristeza, sino con júbilo. Esta tradición, que mezcla elementos prehispánicos y católicos, afirma que las almas de los antepasados regresan a la tierra para convivir por unas horas con los vivos”.
 
Sin embargo, alrededor de esa conmemoración se han desarrollado una serie de rituales cuestionables que más allá de la ridiculez, ponen en peligro la vida de quienes los practican.
 
4.
El 27 de octubre de este 2025, la institución donde trabajo convocó a todos los empleados para una jornada de “diversión, convivencia y esparcimiento”, invitándolos a que asistieran a su oficina el viernes 31 disfrazados, con motivos alusivos (sic) a “Halloween” y Día de muertos, llevando a sus hijos igualmente ataviados y preparando su bolsillo para comprar tamales, pan, atole, dulces y demás antojitos que se venderían en la explanada del edificio.
 
Además de ello, el área de recursos humanos montó dos altares inmensos en el mezzanine que, curiosamente, cumplieron con todos los requisitos esotéricos para atraer desencarnados.
 
5.
Para quien no lo sepa, cuando Claudia Sheinbaum Pardo juró como presidente del país en pleno Zócalo de la capital, en una ceremonia llena de alusiones a Shangó (de quien es hija, porque ella está iniciada en la Osha, al igual que Andrés Manuel López Obrador, quien es hijo de Obatalá), también apeló al Palo Mayombe y al Espiritismo, para lo cual recomiendo analizar y revisar con calma el bastón de mando que presumió, no el que debieron haberle entregado los indígenas mexicanos, sino el que López Obrador le mandó fabricar con un Babalowo que vive en el Estado de México.
 
Ya empotrada en Palacio Nacional, Sheinbaum instruyó a todos los directivos de la administración pública a despedir a los empleados que tuvieran más de 50 años y contrataran a jóvenes surgidos de las filas del partido gobernante MORENA.
 
En el caso de mi institución, ello se ha cumplido al pie de la letra, cesando a aquellos que concentraban la experiencia técnica en el manejo del sector hidráulico, para contratar a jóvenes que no conocen el ciclo hidrológico… ni siquiera la composición química del agua, pero que son altamente manipulables no solo ideológicamente, sino para pintarrajearse la cara como calacas (para el ya citado “Halloween”) o para disfrazarse de Adelitas (por el Aniversario de la revolución mexicana).
 
6.
En el año 2004, el patético presidente de extrema derecha, Vicente Fox, instruyó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público comprara a Bancomer un edificio que tenía abandonado desde hacía 31 años, ubicado en la esquina del Eje 10 y avenida Insurgentes Sur.
 
El costo ascendió a 749 millones 394 mil pesos, mas conforme iniciaron los trabajos de rehabilitación, se descubrió que el edificio tenía debilidades en su infraestructura, por lo que en una reunión con el personal administrativo para analizar la posible cancelación de la mudanza, alguien propuso triangular “energía”, a través de una serie de ceremonias esotéricas, utilizando el “Panteón San Rafael” (que se localiza enfrente del edificio y que fue creado hace más de 200 años), para evitar que se derrumbara en el corto plazo.
 
La decisión se discutió, de inmediato se aprobó, se propuso a Fox, él aceptó (conociendo las actividades brujeriles de su esposa), se hicieron las obras pertinentes y, a saber qué ofrecieron, pero el edificio sigue en pie.
 
Entré un par de veces a ese cementerio para quitar maldiciones por abortos a dos de grandes amigos. Ya dentro pude constatar que efectivamente se puede realizar una triangulación de energía muertera, misma que me fue confirmada por un Tata Mayombe al que acudí para que me “limpiara”, luego de la segunda visita al centenario camposanto.
 
Sí, claro que ceremonias así tienen consecuencias, ya que uno de los principales indicadores de la famosa “Encuesta de clima y cultura organizacional”, que cada año realiza el gobierno para conocer cómo se sienten sus empleados, donde trabajo sobresalen los problemas de salud.
 
7.
Es común que los mexicanos se maquillen el “Día de Muertos”, tal como de les ordenó a sus empleados, con temas alusivos al “Halloween” y demás personificaciones relacionadas con la Muerte.
 
En este sentido hay una perversa identificación con “La Catrina” (mal entendida como representación de la Muerte), creada por el grabador José Guadalupe Posada, ícono que hasta la fecha es “un clásico” personificado por las mexicanas el “Día de Muertos” (los hombres se disfrazan de Charros de la Muerte con ojeras, bigote y sombrero, pero en pleno siglo 21 y sin caballo, a nadie le importa que simulen ser machos cuando México es el tercer país a nivel mundial con población homosexual masculina).
 
En este contexto hay una religión inteligente (no diré el nombre porque no viene al caso, pero NO tiene que ver con las creencias masificadas como el catolicismo en América Latina), en la que de nueve niveles de evolución espiritual, las mujeres ocupan el quinto lugar, mientras los hombres el cuarto. No hay desprecio contra ellos, simplemente se les reconoce el don que tienen ellas que es el de la creación y el de ellos proveer.
 
Sí, las mujeres son creadoras de mucho, más allá del desgastado discurso de que dan vida, son mucho más, pero en su existencialismo se limitan a creerse Catrinas. El problema es que La Catrina no tiene nada que ver con el “Día de Muertos”: esa es una de las tantas deformaciones que han hecho los mexicanos de la cultura popular y de la espiritualidad.
 
La Catrina, creada por Posada, personifica a el fin de la vida como igualador social y cultural, y fue implantada para burlarse de las mujeres que despreciaban sus raíces indígenas por intentar ser europeas. Así que no tiene nada que ver con empoderamiento femenino ni con calacas decorativas.
 
Las primeras en obedecer fueron cientos de mujeres (imaginen, el edificio aglomera aproximadamente a 3,000 personas), quienes además llevaron a sus hijos “disfrazados” de lo mismo (algunos como Zombis, Alebrijes o Brujas, pero que alguien me saque de mi ignorancia: ¿qué tienen que ver muertos vivientes, animales imaginarios y hechiceras con los desencarnados?), y recorrieron los 13 pisos del edificio “asustando a la gente”.
 
8.
Si ustedes revisan las redes sociales mexicanas, descubrirán que muchas mujeres subieron selfies, videos y fotografías maquilladas de desde Catrinas, Fantasmas, Calaveras hasta Annabelle, Merlina y demás personificaciones, algunas asumiendo poses con intenciones de asustar, muchas con fuerte carga sexual y otras simplemente tratando de formar parte de las masas que se sumaron a la moda de celebrar el “Día de Muertos”.
 
9.
Y aquí conviene recordar que, pese a ser calificados de salvajes, los Angaités de Paraguay no estaban tan equivocados: una foto no te roba el alma, pero como dije antes, captura tu esencia astral y las mujeres en mi trabajo, orgullosas de mostrarse como Catrinas, junto con sus hijos, quedaron capturados como cadáveres en esas fotos y videos llamando con anticipación su irremediable futuro.
 
Así, esas imágenes plasmaron la representación cadavérica de su apariencia al morir (fotos ad eternum, ya diseminadas en las entrañas de la web, si las compartieron en Instagram o Facebook), al igual de cómo se verán los esqueletos de sus vástagos.
 
Pero las imágenes de las empleadas de (que no saben o no les interesa eso de ser creadoras), están ahí. Ahora vinculen esas ganas de quererse disfrazar de Desencarnadas a la triangulación de la energía que tiene el edificio con el Panteón que tenemos enfrente.
 
Luego, queridos lectores, repliquen este escenario a las docenas de dependencias que tiene el gobierno, en todo el país, y que también montaron ofrendas e invitaron a su personal a disfrazarse de lo que serán en breve: restos humanos.
 
10.
Todo lo anterior no está escrito al azar, ya que el tiempo que verán reducida su vida hombres, mujeres y sus hijos por usar disfraces mortuorios, así como quedar capturada esa imagen en fotografías, es de un año.
 
Así que saquen cuentas: si cada 1 y 2 de noviembre se visten (o se han disfrazado en años anteriores) y han dejado para la posteridad fotos, ¿cuántos años más van a vivir?