27 de septiembre de 2020

Los pájaros de la cervecería


1.

Era sábado al medio día y me encontraba en el Tianguis Cultural del Chopo conversando con Gerardo Austria (científico y escritor) y Miguel Tajobase (músico y productor). Rafael Catana se acercó y tras los saludos de rigor me hizo una pregunta que me descontroló.

 

– ¿qué estás escribiendo?

– de momento nada – confesé – ni estoy publicando en ningún lado.

– ¿y eso? – insistió…

– no he tenido tiempo – me sinceré de nuevo.

– ese es el pretexto más falso que te he escuchado decir – dijo Rafael tras soltar una de sus características risotadas.

– es la verdad – insistí.

– te voy a demostrar que la falta de tiempo no te justifica: una hoja se escribe en media hora, si te limitas a escribir una al día en un año tienes 365 cuartillas, lo que equivale a una novela, mínimo dos libros de cuentos e incluso tres de poesía – y agregó sin dar pie a discusiones – así que deja de inventar excusas.

 

No tuve argumentos para debatirle, así que bajo aquella premisa escribí mi segunda novela (“En el camino”), en unos seis meses y comencé a colaborar en dos revistas. Al poco, Catana me hizo un par de entrevistas sobre mi obra literaria en su legendario programa de radio “Pueblo de patinetas” y seguí publicando donde se me diera un espacio.

 

2.

Rafael Catana es un artista sin cuya presencia el méxico sonoro y literario no sería el que conocemos: compositor, músico, poeta, integrante del Infrarrealismo, promotor cultural, fundador del movimiento Rupestre, incansable bromista y eterno solidario: si bien se le señala como retratista de la realidad, yo lo defino como un consumado autor.

 

Acerca de él se ha escrito ya en este blog*, y si bien se le conoce sobre todo por su faceta como músico, esta vez abordaré su carrera como escritor por la publicación de su libro “Los pájaros de la cervecería” (una bella coedición entre “Ediciones sin fin” y “La zorra vuelve al gallinero”), el cual tuvo su proceso de creación, irónico, alejado de la anécdota con la que inicia esta entrada.

 

3.

Hablar de poesía en méxico se convierte en algo surrealista: es un género que muchos califican para minorías, aunque este país ha producido una considerable cantidad de poetas que han conseguido grabar su nombre en los anaqueles de la literatura universal, algo que Rafael podría alcanzar en breve si mantiene constante la publicación de sus textos.

 

La afirmación anterior no es gratuita y su currícula lo demuestra: a “Los pájaros de la cervecería” le antecede su poemario “Salón Brasil”, colaboró en las antologías “Perros habitados por las voces del desierto”, “Palabra nueva (Poesía chicana)”, participando también en prestigiadas revistas mexicanas (Casa del tiempo) y europeas (Mensuel 25).

 

Por si lo anterior no fuera suficiente, las letras de sus seis discos como solista están cercanas a ser poesía pura (aunque él no está muy de acuerdo con esto e insiste en llamarlas canciones), de aquí que no es arriesgado afirmar que su producción literaria es más que basta (Bob Dylan dixit).

 

4.

¿Qué caracteriza a Rafael Catana como poeta y qué encontraremos en su nuevo libro?

 

Las dos preguntas tienen la misma respuesta, al igual que todos los caminos llevan a Roma: una lírica precisa cuya universalidad impacta, contundente, en las entrañas del lector, odas producto de un agudo observador de un entorno interpretado bajo un matiz único.

 

Viajero perseverante no solo por su requerida presencia en todos los espacios culturales del país, sino por su imposibilidad de quedarse quieto, sus poemas son a su vez trazos autobiográficos plasmados por 20 años entre su ir y venir bordeando la realidad, metiéndose en esas vísceras y saliendo de ellas con el alma transformada tras las emociones provocadas por los claros/oscuros de sus etéricas vivencias.

 

Por si no fuera suficiente ese rompimiento del equilibrio dinámico de la existencia que el escritor consigue, cada frase plasmada en el poemario conlleva una cadencia que no deja indiferente, mueve, sacude y cuestiona sin tregua: ¿subes o bajas? ¿tienes o falta? ¿vas o vienes? ¿aquí o allá? … ¿vives o mueres?

 

5.

Libro ineludible en todos los sentidos, ya sea para quienes conocen el trabajo de Rafael como músico, o para quienes valoran la auténtica poesía, y para demostrarles que vale la pena conseguirlo, les dejo la siguiente anécdota:

 

Tras batallar un poco lo adquirí en la obligada librería “La Torre de Lulio”, mas luego de leerlo cometí un error: conversando en una tertulia con Elissa, también poeta, destaqué que por si no fuera suficiente su belleza lírica, Catana rompía con los paradigmas de la puntuación, tema que le atrajo, y luego de insistir, me convenció de prestárselo prometiendo regresarlo en breve… algo que no hizo: dejó de contestar mis mails, el teléfono y al final me bloqueó en whatsapp.

 

Así que si ven el libro no duden: cómprenlo, pero nunca lo presten.

 

6.

A manera de posdata: me emociona que Catana y yo tengamos nuevos libros publicados, él con “Los pájaros de la cervecería” y yo con “Mi vida con los muertos”… ya saben, uno que es cursi.

 

* https://basurerodealmas.blogspot.com/2012/10/la–fiesta–del–fin–del–milenio.html

https://basurerodealmas.blogspot.com/2014/11/es–lo–malo–de–los–libros–18–mi–vida–con_19.html

https://basurerodealmas.blogspot.com/2015/09/rupestre–el–libro.html


No hay comentarios: